Categories
Jeremías

Jeremías 13

El calzoncillo de lino

1 En Anatot, Dios me dijo:

—Jeremías, cómprate un calzoncillo de tela de lino, y póntelo; pero no lo laves.

2 Yo fui y compré el calzoncillo, y me lo puse, tal como Dios me lo había ordenado.

3 Entonces Dios volvió a decirme:

4 —Ahora, toma ese mismo calzoncillo y vete al río Éufrates para esconderlo allí, en la grieta de una roca.

5 Yo fui al río Éufrates y lo escondí, tal como Dios me lo había ordenado.

6 Pero tiempo después Dios volvió a decirme:

—Jeremías, ve al río Éufrates y busca el calzoncillo que te mandé esconder.

7 Yo fui al río Éufrates, y saqué el calzoncillo del hoyo donde lo había escondido, pero el calzoncillo ya estaba podrido y no servía para nada.

8 Entonces Dios me dijo:

9-10 —Así como se ha podrido el calzoncillo, así también haré que se pudran el reino de Judá y su capital Jerusalén. Son gente muy terca, orgullosa y malvada; no quieren obedecerme, y para colmoadorana otros dioses. ¡Pero quedarán como este calzoncillo, que no sirve para nada!

11 Yo quise que toda la gente de Israel y de Judá se ajustara a mi ley, así como el calzoncillo se ajusta a la cintura de quien lo lleva puesto. Solo así serían mi pueblo, y gozarían de fama y respeto, y la gente los alabaría. ¡Pero no quisieron obedecerme! Te aseguro que así será.

Vasijas rotas

12 »Ahora, Jeremías, dile a mi pueblo: “Todas las vasijas deben llenarse de vino”. Si ellos te dicen que eso ya lo saben,

13 tú les responderás: “Dios me mandó a decirles que él va a emborrachar con vino a todos los que viven en este país. Emborrachará a los reyes que descienden del rey David, a lossacerdotes, a losprofetas, y a todos los habitantes de Jerusalén.

14 Dios hará que se destrocen entre ustedes mismos, padres e hijos por igual. No va a tenerles lástima; ¡los destruirá sin compasión!” Te juro que así será».

Tengan cuidado

15 Jeremías le dijo al pueblo:

«¡Escúchenme, no sean tan orgullosos!

¡Préstenme atención, que Dios ha hablado!

16 Den honra a nuestro Dios,

antes de que él mande las tinieblas

y ustedes tropiecen en la oscuridad.

La salvación que ustedes esperan,

Dios la cambiará en profunda oscuridad.

17 Si por causa de su orgullo

ustedes no obedecen,

lloraré amargamente y en secreto,

hasta que ya no pueda más,

porque ustedes, pueblo de Dios,

serán llevados presos a una nación lejana.

18 »Díganle al rey,

y también a su madre,

que bajen de su trono

y se sienten en el suelo,

pues ya no tienen derecho a lucir

sus hermosas coronas.

19 El ejército enemigo ha rodeado

las ciudades del desierto del sur,

y nadie puede entrar ni salir.

Todos los habitantes de Judá

serán llevados prisioneros.

20 »Ustedes, los que viven en Jerusalén,

salgan a ver a sus enemigos:

¡ya vienen del norte!

Ustedes estaban muy orgullosos

del pueblo que Dios les dio a cuidar;

pero ese pueblo se ha perdido.

21 Cuando Dios les ponga por jefes

a sus amigos preferidos,

en quienes ustedes confiaban,

lo van a lamentar.

Van a sentir los mismos dolores

que una mujer cuando tiene un hijo.

22 Cuando esto les pase, no se sorprendan,

pues si los desnudan y los violan,

será por sus muchospecados.

23 »Nadie puede cambiar el color de su piel,

ni puede el leopardo quitarse sus manchas;

¡tampoco ustedes pueden hacer lo bueno,

pues solo saben hacer lo malo!

24 »Dios los dispersará

por todas las naciones.

Serán como la paja

que se lleva el viento.

25 ¡Eso es lo que se merecen,

ya que ustedes se olvidaron de mí,

y decidieron confiar en dioses falsos!

26 ¡También los dejaré desnudos

para que pasen vergüenza!

27 Ustedes, habitantes de Jerusalén,

son igual que una prostituta.

Hanadoradoa dioses falsos

en los campos y en las colinas.

Han sido un pueblo infiel.

Yo lo he visto, y digo:

“Este pueblo nunca cambiará”.»

Categories
Jeremías

Jeremías 14

Sequía, hambre y guerra

1 Hubo una época en que durante mucho tiempo no llovió. Por eso Dios le dijo a Jeremías:

2 «Todas las ciudades de Judá

están tristes y desanimadas;

la gente se sienta en el suelo,

y en Jerusalén todos lloran.

3 Los gobernantes piden agua,

y sus sirvientes van a buscarla,

pero los pozos están secos.

Confundidos y llenos de vergüenza

se agarran la cabeza,

pues regresan con sus baldes vacíos.

4 Los campesinos se preocupan

y se agarran la cabeza,

porque el suelo está reseco

y no ha llovido en el país.

5 Tan escasos están los pastos

que los venados, en el campo,

dejan abandonadas a sus crías.

6 Los burros salvajes parecen chacales:

se paran en las lomas desiertas

y desde allí olfatean el aire;

pero se desmayan de hambre

porque no tienen pastos».

Súplica de Jeremías

7-8 Jeremías dijo:

«Dios mío,

¿Por qué actúas en nuestro país

como si estuvieras de paso?

Te portas como un viajero

que solo se queda a pasar la noche.

Admitimos que somos muy infieles

y que son muchos nuestrospecados;

¡demuestra que tú sí eres fiel

y ven pronto a ayudarnos!

Tú eres nuestra única esperanza;

¡eres la salvación de Israel

en momentos de angustia!

9 »Dios de Israel,

todos saben que somos tuyos,

y que vives con nosotros.

¡No nos abandones!

Nos parece que estás confundido,

que eres un guerrero sin fuerzas,

incapaz de salvar a nadie».

10 Dios le dijo a su pueblo:

«A ustedes les gusta

adorara muchos dioses,

y andan de altar en altar.

Eso yo no lo acepto,

y por este terrible pecado,

los voy a castigar».

11 Y a mí me dijo:

«Jeremías, no me pidas que ayude a este pueblo.

12 Por más queayunen, no escucharé sus ruegos; por más que me presentenofrendasde animales y de cereal, no los aceptaré. Ya he decidido destruirlos, y voy a enviarles guerra, hambre y enfermedades».

13 Yo le respondí:

«¡Poderoso Dios de Israel! Hayprofetasque le aseguran a tu pueblo que no habrá guerra ni van a pasar hambre; dicen que tú los dejarás aquí para siempre, y que vivirán en paz».

14-16 Dios me contestó:

«Esos profetas que dicen hablar de mi parte, son unos mentirosos. Yo no los he enviado, ni les he dado ninguna orden. Es más, ni siquiera he hablado con ellos. Sus mensajes son una mentira, ¡un invento de su propia imaginación! Dicen también que no habrá guerra ni hambre en este país; pero yo les digo que morirán de hambre o los matarán en la guerra. No solo ellos morirán, sino también sus esposas, sus hijos y sus hijas. Sus cadáveres serán arrojados a las calles de Jerusalén, y no habrá nadie que los entierre. ¡Así les haré pagar su maldad!

17 »Tú, Jeremías, diles de mi parte:

“Día y noche lloraré sin cesar

porque mi pueblo preferido

ha sufrido una terrible desgracia;

¡ha recibido una herida muy grave!

18 Salgo al campo, y veo los cuerpos

de los que murieron en la guerra;

entro en la ciudad, y veo el desastre

que ha causado el hambre.

¡Pero ni profetas nisacerdotes

parecen entender lo que pasa!”»

Respuesta de Jeremías

19-20 Jeremías respondió:

«Dios de Israel,

nos has herido tanto

que ya no podremos recuperarnos.

Has rechazado por completo a Judá,

y ya no quieres a Jerusalén.

Esperábamos pasarla bien,

y la estamos pasando mal.

Esperábamos vivir en paz,

pero vivimos llenos de miedo.

Reconocemos nuestra maldad,

y lospecadosde nuestros padres;

¡hemos pecado contra ti!

21 Demuestra que eres fiel,

y no nos rechaces.

¡Cumple el trato

que hiciste con nosotros,

y no destruyas la bella ciudad

donde has puesto tu trono!

22 Dios nuestro,

sabemos que ningún ídolo

puede hacer que llueva;

eres tú quien manda los aguaceros.

Tú has creado todo lo que existe;

¡por eso confiamos en ti!»

Categories
Jeremías

Jeremías 15

Los cuatro castigos

1 Dios me dijo:

«Jeremías, aleja de mí a los israelitas. Diles que se vayan. ¡Yo no voy a perdonarlos! No lo haría, ni aunque susantepasados, Moisés y Samuel, me lo pidieran.

2 Y si acaso te preguntan a dónde ir, respóndeles:

“Los que merecen la muerte, irán a la muerte;

los que merecen la guerra, morirán en la guerra;

los que merecen el hambre, morirán de hambre;

los que merecen el destierro, irán al destierro”.

3-4 »Les voy a mandar cuatro castigos diferentes: primero, morirán en la guerra; luego los arrastrarán los perros; además, los devorarán las aves del cielo; y finalmente los destrozarán las fieras del campo. Esto lo haré por culpa de Manasés hijo de Ezequías. No me he olvidado de lo que este rey de Judá hizo en Jerusalén. ¡Yo haré que todos los reinos de la tierra se asusten al verlos! Te juro que así será».

Morirán los habitantes de Jerusalén

5-6 Dios dijo a su pueblo:

«Jerusalén, Jerusalén,

me rechazaste; me traicionaste.

¿Quién va a llorar por ti?

¿Quién va a tenerte compasión?

¿Quién va a desear que te vaya bien?

Yo estoy cansado ya

de tenerte compasión,

así que te atacaré y te destruiré;

7 te arrojaré fuera de la ciudad,

como si fueras paja en el viento.

¡Voy a dejarte sin habitantes

porque no quisiste volverte a mí!

8 Habrá tantas viudas en el pueblo,

como arena hay en el mar;

¡a plena luz del día destruiré

a las madres de hijos jóvenes!

De repente enviaré contra ellas

la angustia y el terror.

9 Las que hayan tenido muchos hijos

se desmayarán y perderán la vida.

Quedarán humilladas y en vergüenza,

pues la brillante luz del día

se les volverá densa oscuridad.

¡Yo dejaré que sus enemigos

maten a los que queden con vida!

Les juro que así será».

Lamento de Jeremías

10 Jeremías dijo:

«¡Sufro mucho, madre mía!

¡Mejor no hubiera yo nacido!

A nadie le hice daño,

pero todos me maldicen

y me acusan de rebelde.

11 »Dios prometió protegerme

en momentos difíciles,

y hacer que mis enemigos

me pidieran compasión».

Esclavizados en un país ajeno

12 Dios le dijo a su pueblo:

«No hay quien pueda vencer

a los ejércitos de Asiria y Babilonia.

13 Ustedes hanpecadotanto

que yo les entregaré a sus enemigos

todas sus riquezas y tesoros.

14 Estoy tan enojado con ustedes

que los quemaré como el fuego.

Los haré esclavos de sus enemigos

en un país que no conocen».

Queja de Jeremías

15 Jeremías dijo:

«Dios mío, tú lo sabes todo;

tú bien sabes que, por ti,

me insultan a todas horas.

¡Acuérdate de mí, y ven a ayudarme!

¡No te quedes cruzado de brazos

y castiga a los que me persiguen,

antes de que me maten!

16 »Todopoderoso Dios de Israel,

cuando tú me hablaste,

tomé en serio tu mensaje.

Mi corazón se llenó de alegría

al escuchar tus palabras,

porque yo soy tuyo.

17 »Yo no ando de fiesta en fiesta,

ni me interesa divertirme.

Prefiero estar solo, porque estoy contigo

y comparto tu odio por elpecado.

18 ¿Por qué tengo, entonces,

que sufrir este dolor constante?

¿Por qué no sanan mis heridas?

Realmente, me decepcionas;

eres, para mí, como un arroyo seco;

¡como una fuente sin agua!»

Dios acompaña a Jeremías

19 Dios me contestó:

«Yo soy el Dios de Israel.

Si te vuelves a mí,

yo calmaré tu dolor

y podrás de nuevo servirme.

Si dejas de hablar tonterías,

y comienzas a anunciar

lo que realmente vale la pena,

entonces tú serás miprofeta.

No le hagas caso al pueblo;

son ellos quienes deben escucharte.

20-21 »Yo haré que seas para este pueblo

como un fuerte muro de bronce.

Los malvados pelearán contra ti,

pero no te podrán vencer,

porque yo estaré contigo

para librarte de su poder.

¡Yo te salvaré de esos tiranos!

Te juro que así lo haré».

Categories
Jeremías

Jeremías 16

Jeremías no debe casarse

1-3 Dios me dijo:

«Jeremías, no te cases en este país, ni tengas hijos ni hijas, porque de todos los que viven en este país,

4 algunos morirán de enfermedades horribles, otros morirán de hambre y otros en la guerra. Nadie llorará por ellos, ni los sepultará. Sus cadáveres quedarán tendidos sobre el suelo, como si fueran basura, y con ellos se alimentarán las aves del cielo y los animales salvajes.

5 »He decidido retirar de este pueblo mi paz, mi amor y mi compasión. Así que no vayas a ningún entierro, ni llores por ningún muerto.

6 En este país todos morirán, sean ricos o pobres, y nadie llorará por ellos ni los sepultará, ni guardará luto.

7 Nadie ofrecerá una comida para consolar a los que hayan perdido a un ser querido. A nadie se le ofrecerá consuelo, aunque haya muerto su padre o su madre.

8 »Tampoco vayas a ninguna boda, ni comas ni bebas nada allí.

9 Yo, el todopoderoso Dios de Israel, te digo que pondré fin a los gritos de alegría y de entusiasmo, y a las canciones de los novios y de las novias. Eso lo verán con sus propios ojos.

10 »Cuando comuniques todo esto al pueblo, te van a preguntar por qué decidí enviarles esta terrible desgracia. También preguntarán si se han portado mal, y si acaso hanpecadocontra mí.

11 Respóndeles que eso les pasa porque susantepasadosme rechazaron, no obedecieron mis enseñanzas y creyeron en otros dioses, a los cuales sirvieron yadoraron. Te juro que así fue.

12 Pero diles que ellos son peores que sus antepasados, porque no me obedecen. Ellos insisten en llevar a cabo sus planes malvados.

13 Por eso no les voy a tener compasión. Más bien, los echaré fuera de esta tierra; los llevaré a un país que ni ellos ni sus antepasados conocieron. Allá tendrán que adorar a otros dioses, día y noche.

14 »Llegará el día en que ya no dirán: “Viva Dios, que sacó de Egipto a los israelitas”;

15 sino que dirán: “Viva Dios, que sacó a los israelitas del país de los asirios y de los babilonios, y de todos los países adonde los obligó a ir”. Pero yo te aseguro que, en el futuro, haré que vuelvan a la tierra que les regalé a sus antepasados.

16 »Por lo pronto, voy a hacer que vengan muchos enemigos, y que los pesquen como si fueran peces. Después de eso, haré que vengan muchos enemigos y los persigan por todas las montañas y colinas, y hasta en las grietas de las rocas, como si fueran cazadores tras su presa.

17 Yo estoy enterado de todo lo que ellos hacen, pues no hay nada que yo no sepa. Ellos no me pueden ocultar ninguno de sus pecados.

18 Antes que nada, les daré un castigo doble por los terribles pecados que han cometido. Le han quitado al país su buena fama; ¡lo han llenado deídolosmalolientes que no tienen vida!»

Oración de Jeremías

19-20 Yo, Jeremías, le rogué a Dios:

«Dios mío, tú me das nuevas fuerzas;

cuando me encuentro en peligro,

tú eres mi refugio.

Desde los lugares más lejanos del mundo

vendrán a ti las naciones, y dirán:

“Nuestrosantepasados

fabricaron dioses falsos

que no sirven para nada”».

21 Dios me respondió:

«Voy a mostrarles mi gran poder;

ahora sabrán quién soy yo:

¡Yo soy el único Dios de Israel!»

Categories
Jeremías

Jeremías 17

Dios castigará a Judá por su pecado

1 Dios le dijo a su pueblo:

«Gente de Judá,

ustedes llevan elpecado

grabado en el corazón.

Sus altares están marcados

con su rebelión.

2-3 »Los altares y las imágenes de Astarté

que ustedes levantaron

bajo los grandes árboles

y en las altas colinas

son un peligro para sus hijos.

»Yo entregaré a sus enemigos

todo lo que ustedes tienen,

hasta sus altares y tesoros.

Esto lo haré por los pecados

que cometieron en su territorio.

4 Por su propia culpa perderán

el país que yo les había dado.

Serán esclavos en una tierra

que ustedes no conocen.

»¡Es tan grande mi enojo

que parece un fuego

que nunca se apaga!

5 »Yo, el Dios de Israel, declaro:

“¡Maldito quien confía en los demás!

¡Maldito quien confía en sí mismo!

¡Maldito quien se aleja de mí!

6 Son como las espinas del desierto,

que nunca disfrutarán del agua,

pues viven en tierras áridas,

donde nada crece.

7 ”¡Perobenditossean aquellos

que solo confían en mí!

8 Son como árboles plantados

a la orilla de un río:

extienden sus raíces hacia la corriente,

el calor no les causa ningún daño,

sus hojas siempre están verdes

y todo el año dan fruto.

9 ”Ustedes se creen buenos,

pero son malos y mentirosos;

¡no tienen remedio!

10 Solo yo, el Dios de Israel,

sé muy bien lo que piensan,

y los castigaré por su mala conducta.

11 ”Los que se vuelven ricos

haciendo trampa,

perderán sus riquezas

y, cuando menos lo esperen,

acabarán en la miseria”».

Jeremías pide protección

12 Yo, Jeremías, dije:

«El templo donde tienes tu trono

desde un principio está en lo alto;

¡es un lugar muy hermoso!

13 »Los que te abandonan

quedarán avergonzados.

¡Desaparecerán como el polvo

que se lleva el viento!

»Solo tú, Dios de Israel,

eres la fuente de vida.

¡Tú eres nuestra única esperanza!

14 »Dios mío,

solo tú mereces mis alabanzas.

¡Devuélveme la salud,

dame salvación!

Así viviré feliz y en paz.

15 »La gente de Judá me dice:

“Dios no ha cumplido sus promesas.

¡Queremos que se cumplan ya!”

16 »Dios mío, yo no te pedí

que castigues a tu pueblo;

al contrario, lo cuidé

como un pastor a sus ovejas.

17 Cuando estoy en peligro,

tú me proteges.

¡No dejes que el miedo

se apodere de mí!

18 ¡Avergüenza a mis enemigos,

pero no me avergüences a mí!

¡Haz que tiemblen de miedo,

pero a mí no me asustes!

¡Mándales tiempos difíciles,

y destrúyelos de una vez!»

El día de descanso

19 Dios me dijo:

«Jeremías, ve a todos los portones de Jerusalén, y repite allí el mensaje que te voy a dar. Comienza por el portón principal, que es por donde entran y salen los reyes de Judá.

20 Esto es lo que tienes que decir:

“Reyes de Judá y habitantes del país, y todos los que pasan por estos portones, ¡escuchen la palabra de nuestro Dios!

21 Él me manda a recordarles que elsábadoes día de descanso. Por lo tanto, ese día no lleven ninguna carga, ni la introduzcan por los portones de Jerusalén.

22 Ese día no saquen de sus casas ninguna carga ni hagan ningún tipo de trabajo. El sábado es un día que deben dedicar a Dios; así se lo ordenó a nuestrosantepasados.

23 ”Ustedes, los que viven en Judá, no han querido obedecer a Dios; al contrario, se empeñan en desobedecerlo y no quieren ser disciplinados.

24 Pero si siguen fielmente las instrucciones acerca del sábado, y se lo dedican a Dios tal como ya les dije, Dios les asegura

25 que por estas puertas entrarán reyes y príncipes, y se sentarán en el trono de David para reinar sobre esta ciudad. Entrarán montados en carros y en caballos, seguidos por la gente de Jerusalén y de las otras ciudades de Judá. Además, la ciudad de Jerusalén siempre será habitada.

26 Vendrán al templo todos los habitantes del país, y darán gracias a Dios conofrendasde cereal y deincienso, que son las que le agradan.

27 ”Pero si ustedes no siguen las instrucciones de Dios acerca del sábado, sino que en ese día introducen cargas por los portones de Jerusalén, entonces les prenderé fuego a esos portones. Ese fuego no podrá ser apagado, sino que quemará toda la ciudad, junto con los palacios de Jerusalén”».

Categories
Jeremías

Jeremías 18

Parábola del alfarero

1 Dios me dijo:

2 «Jeremías, ve al taller del alfarero. Allí voy a darte un mensaje».

3 Yo fui y me encontré al alfarero haciendo en el torno vasijas de barro.

4 Cada vez que una vasija se le dañaba, volvía a hacer otra, hasta que la nueva vasija quedaba como él quería.

5 Allí Dios me dio este mensaje

6 para los israelitas:

«Ustedes están en mis manos. Yo puedo hacer con ustedes lo mismo que este alfarero hace con el barro.

7 En el momento que yo quiera, puedo amenazar a una nación o a un reino, y anunciarle su completa destrucción.

8 Pero si esa nación deja de hacer lo malo, entonces yo decidiré no castigarlos como pensaba hacerlo.

9 En algún otro momento, puedo decidir que alguna nación o reino prospere y llegue a tener mucho poder.

10 Pero si esa nación hace lo malo y no me obedece, entonces decidiré no darle todo lo bueno que había pensado darle».

Dios abandonará a su pueblo

11 Luego Dios me dijo:

«Jeremías, adviérteles a la gente de Judá, y a los que viven en Jerusalén, que yo, el Dios de Israel, estoy por enviarles un desastre. Diles que dejen ya de hacer lo malo, y que mejoren por completo su manera de vivir.

12 Ellos te dirán que no insistas, que van a seguir viviendo como les dé la gana, y que cada uno seguirá haciendo todo lo malo que les dicte su malvado corazón.

13 »Por lo tanto, yo les digo:

“Este pueblo dice ser mío,

pero pregunten entre las naciones

y verán que ningún otro pueblo

ha hecho cosas tan terribles.

14 Las altas montañas del Líbano

nunca se han quedado sin nieve;

ni tampoco han dejado de correr

las frías aguas de las montañas.

15 Pero este pueblo cambia a cada rato,

pues se olvida de mí

yadoraídolosinútiles.

No sigue las enseñanzas

que desde un principio le di,

ni se da cuenta del peligro

de seguir las malas costumbres

de las otras naciones.

16-17 Por eso enviaré un ejército poderoso

y los haré huir ante sus enemigos.

¡Su país será destruido;

será la burla de todas las naciones!

Los que pasen y lo vean,

no podrán disimular su asombro.

¡Ese día sabrán que los he abandonado!”»

Planes contra Jeremías

18 La gente comenzó a hacer planes en contra de Jeremías. Decían:

«Acusémoslo de algún crimen, y así lo callaremos para siempre. De todos modos, nunca nos faltará unsacerdoteque nos enseñe la ley, ni unsabioque nos dé consejos, ni unprofetaque nos hable de parte de Dios».

Oración de Jeremías

19 Jeremías oró así:

«Dios mío,

escucha los gritos de mis enemigos.

20-22 ¡Han cavado un pozo

para hacerme caer en él!

¡No es justo que así me paguen

todo el bien que les he hecho!

¡Recuerda que vine a pedirte

que no los castigues!

¡Quítales la vida a sus hijos!

¡Haz que se mueran de hambre,

o que los maten en la guerra!

¡Que los hombres mueran asesinados!

¡Que las mujeres se queden viudas

y sin hijos que las ayuden!

¡Que los jóvenes mueran en la guerra!

¡Que se oigan sus gritos de angustia

cuando envíes contra ellos

un ejército poderoso!

23 »Dios mío,

tú sabes que ellos piensan matarme.

¡No olvides suspecados,

ni les perdones ningún crimen!

¡Desata tu furia contra ellos!

¡Hazlos caer derrotados!»

Categories
Jeremías

Jeremías 19

La vasija rota

1-4 Dios me dijo:

«Jeremías, compra en el taller del alfarero una vasija de barro, y ve al valle de Ben-hinom, que está a la entrada del portón oriental. Haz que te acompañen algunos jefes del pueblo y lossacerdotesmás importantes. Cuando llegues allá, diles a los reyes de Judá y a los habitantes de Jerusalén que presten atención a mis palabras. Este es el mensaje que les darás de mi parte:

“Ustedes son mi pueblo, pero me abandonaron. Para colmo, me ofendieron aladoraren este valle a otros dioses. Esos dioses nunca se preocuparon por ustedes, ni por sus padres, ni por los reyes de Judá. Por eso yo, el todopoderoso Dios de Israel, voy a mandarles un desastre tan terrible, que quienes lo sepan temblarán de miedo.

”En este mismo valle ustedes han matado a mucha gente inocente.

5 Han construido altares a Baal, y en ellos han presentado a sus hijos comoofrendaa ese dios. ¡Pero eso es algo que yo nunca les ordené! ¡Jamás lo mencioné, y ni siquiera me pasó por la mente!

6 Llegará el momento en que este lugar no se llamará santuario de Tófet ni valle de Ben-hinom; más bien, se le conocerá como Valle de la Matanza.

7 Yo desbarataré aquí los planes de la gente de Judá y de Jerusalén; los entregaré a sus enemigos, para que los maten en el campo de batalla. Allí quedarán tendidos los cadáveres, y haré que se los coman las aves del cielo y las fieras salvajes.

8 ”A Jerusalén la convertiré en un lugar horrible. Los que pasen por aquí verán con asombro cómo quedó la ciudad, y se burlarán de ella.

9 Sus enemigos rodearán la ciudad para destruir a sus habitantes. Habrá tanta falta de comida que la gente se comerá a sus propios hijos, y hasta se comerán los unos a los otros”.

10 »Tan pronto anuncies este mensaje, dirígete a los jefes y a los sacerdotes, y rompe en mil pedazos la vasija de barro.

11 Entonces les dirás de mi parte:

“Yo, el Dios todopoderoso, romperé en mil pedazos esta nación y esta ciudad, y ya no podrán volver a levantarse. Tendrán que enterrar a sus muertos en el santuario de Tófet, porque no habrá otro lugar donde enterrarlos.

12 La ciudad quedará arruinada, lo mismo que el santuario de Tófet. Les juro que así será.

13 No permitiré que se me adore en las casas de Jerusalén ni en los palacios de los reyes de Judá, pues en sus azoteas se quemóinciensopara adorar a las estrellas de los cielos, y también ofrendaron bebidas a otros dioses. Ni en el santuario de Tófet ni en esos lugares permitiré que me adoren”».

14 Cuando Jeremías volvió deprofetizaren el santuario de Tófet, se detuvo a la entrada del templo de Dios. Desde allí dijo a todo el pueblo:

15 «Así dice el todopoderoso Dios de Israel: “Esta ciudad y sus pueblos vecinos se han empeñado en desobedecerme. Por eso les voy a mandar todas las desgracias que les he anunciado”».

Categories
Jeremías

Jeremías 20

Jeremías y el sacerdote Pashur

1-2 Cuando Pashur hijo de Imer oyó lo que elprofetaJeremías estaba predicando, ordenó que lo golpearan y lo metieran en la cárcel que estaba a un lado de la entrada de Benjamín, cerca del templo de Dios.

3 Sin embargo, a la mañana siguiente Pashur mandó que lo sacaran. Entonces Jeremías le dijo:

«Dios te va a cambiar de nombre. En vez de Pashur, te vas a llamar Magor-misabib, que quiere decir, “terror por todas partes”.

4 Porque Dios dice que tú serás un terror para ti mismo y para tus amigos. ¡Hasta verás cuando el enemigo mate a tus amigos! A todos los habitantes de Judá los entregaré al rey de Babilonia, para que se los lleve como esclavos a su país o para que los mate.

5 Además, a los enemigos de Judá les daré toda la riqueza de esta ciudad, junto con todos los tesoros de los reyes de Judá. Todo eso lo tomarán y se lo llevarán a Babilonia.

6 Y tú, Pashur, serás esclavo en Babilonia junto con toda tu familia. Allá morirás y serás enterrado; y lo mismo les pasará a todos tus amigos, a quienes les decías puras mentiras».

Protesta de Jeremías

7 Jeremías le dijo a Dios:

«Dios mío,

con lindas palabras me llamaste,

y yo acepté tu invitación.

Eres más fuerte que yo,

y por eso me convenciste.

»A toda hora

la gente se burla de mí.

8 Cada vez que abro la boca,

tengo que gritar:

“¡Ya viene el desastre!

¡Ha llegado la destrucción!”

No hay día que no me ofendan

por predicar tu mensaje.

9 »Hay días en que quisiera

no acordarme más de ti

ni anunciar más tus mensajes;

pero tus palabras

arden dentro de mí;

¡son un fuego

que me quema hasta los huesos!

He tratado de no hablar,

¡pero no me puedo quedar callado!

10 »La gente, en tono burlón, me grita:

“¡Hay terror por todas partes!”

También los oigo cuando dicen:

“¡Vamos a denunciarlo!”

Hasta mis mejores amigos

quieren que yo cometa un error;

buscan cómo ponerme una trampa

para derrotarme y vengarse de mí.

11-12 »Pero tú, mi Dios,

eres el Todopoderoso.

Tú examinas al que es justo

y sabes lo que pensamos y deseamos.

Eres un guerrero invencible,

y siempre estás a mi lado;

por eso no podrán vencerme

los que me persiguen;

¡quiero ver cómo los castigas,

porque en ti confío!

¡Quiero ver cómo los derrotas

y los pones en vergüenza!

¡Que nunca nadie se olvide

de que tú los derrotaste!

13 Alabemos a nuestro Dios,

porque él libera a los pobres

de las garras de los malvados.

14-15 »¡Maldito el día en que nací!

Maldito el que le dijo a mi padre:

“¡Te felicito! ¡Tuviste un hijo varón!”

16 ¡Cómo quisiera que ese tipo

terminara como las ciudades

que Dios destruyó sin compasión!

¡Quisiera que se vuelva loco de remate!

17-18 »¿Por qué tuve que nacer,

si vivo solo para sufrir?

Si voy a morir humillado,

mejor hubiera nacido muerto.

¡Así mi tumba habría sido

el vientre de mi madre!»

Categories
Jeremías

Jeremías 21

La oración de Sedequías

1-3 El rey Sedequías envió a Pashur y alsacerdoteSofonías, a que le dijeran alprofetaJeremías:

«Nabucodonosor, el rey de Babilonia, nos está atacando. Por favor, ruégale a Dios que nos ayude. Pídele que haga uno de susmilagrosa favor de nosotros, para que ese rey nos deje tranquilos».

Pero Dios tenía otro plan, y se lo comunicó a Jeremías. Entonces Jeremías les respondió a Pashur y a Sofonías:

«Díganle al rey Sedequías

4 que el Dios de Israel dice: “El rey de Babilonia y sus soldados están rodeando y atacando la ciudad de Jerusalén. Frente a sus ataques, tus tropas retrocederán y se refugiarán en la ciudad.

5 Es más, yo mismo voy a pelear contra ustedes, y lo haré con todo mi poder y con toda mi furia. ¡Ya me tienen harto!

6 Voy a mandarles una enfermedad terrible, que matará a todos los que viven en esta ciudad, y hasta los animales.

7 A ti, Sedequías, y a tus oficiales, los pondré en manos de Nabucodonosor y de su ejército. También entregaré a la gente que no haya muerto por la enfermedad, la guerra o el hambre. Les juro que ese rey los matará sin compasión”».

8 Dios le dijo a Jeremías:

«Dile de mi parte a este pueblo:

“A todos lo que viven en Jerusalén les daré a elegir entre la vida y la muerte.

9 Los que se queden en la ciudad morirán en la guerra, o los matará la enfermedad y el hambre. Solo se salvarán si salen y se rinden a los babilonios.

10 Ya me cansé de tratar con bondad a esta ciudad. La voy a destruir. Se la entregaré al rey de Babilonia, para que la destruya con fuego. Les juro que así lo haré”.

11-12 »A losdescendientesdel rey David diles que presten atención a mis palabras. Este es mi mensaje para ellos:

“No dejen de hacer el bien,

y protejan a los que son maltratados.

Si no lo hacen así,

mi enojo arderá como un fuego

y nadie podrá apagarlo.

Así los castigaré por todas sus maldades.

13 ”Habitantes de Jerusalén,

yo estoy muy enojado con ustedes.

Ustedes creen que Jerusalén,

por estar en la montaña,

es la más fuerte de la región.

Creen que nadie puede conquistarla

ni destruir sus murallas.

14 Pero yo les daré su merecido:

Le prenderé fuego a su bosque,

y ese fuego destruirá

todo lo que hay a su alrededor.

Les juro que así lo haré”».

Categories
Jeremías

Jeremías 22

Dios castigará a los jefes de Judá

1 Dios me dijo:

«Jeremías, ve al palacio del rey de Judá, y anuncia allí este mensaje:

2 “Rey de Judá, oficiales del palacio y habitantes de Jerusalén, les pido que presten mucha atención a lo que Dios dice.

3 Él les ordena hacer el bien: proteger a los que son maltratados, cuidar al extranjero, al huérfano y a la viuda, y no matar al inocente.

4 Si de veras me obedecen, siempre habrá en Judá un rey de la familia de David. Sus ejércitos entrarán y saldrán por los portones de la ciudad, acompañados por el pueblo y sus gobernantes.

5 De lo contrario, les aseguro que este palacio será totalmente destruido”.

6 »Yo, el Dios de Israel, les digo a los que están en el palacio de Judá:

“Ustedes son para mí

tan especiales como el monte Galaad

y como las altas montañas del Líbano.

Pero voy a convertirlos en un desierto,

en una ciudad deshabitada.

7 Yo enviaré contra ustedes

un ejército para que los destruya,

y para que les prenda fuego

a sus bosques más hermosos.

8 ”Mucha gente de otras naciones pasará por aquí, y se preguntará por qué hice esto con esta gran ciudad.

9 Y la respuesta será que ustedesadorarona otros dioses y no cumplieron con mipacto.

10-12 ”No lloren ni se pongan tristes

por la muerte del rey Josías.

Lloren más bien por su hijo Salum

que será llevado a otro país.

Allí lo tratarán como esclavo,

y nunca más volverá a ver

la tierra donde nació”.

»Y yo declaro que Salum nunca más volverá a ver este país, pues morirá en el lugar al que será llevado».

Y así sucedió. Tiempo después, tras la muerte de su padre Josías, Salum llegó a ser rey de Judá, pero se lo llevaron a Babilonia.

Advertencia contra el rey Joacín

13-14 Dios continuó diciendo:

«En cuanto al rey Joacín, tengo algo que decirle:

“¡Qué mal te irá, Joacín!

Edificas tu casa con mucho lujo;

piensas ponerle grandes ventanas,

y recubrirlas con finas maderas.

Pero maltratas a los trabajadores,

y para colmo no les pagas.

15 Te crees un gran rey

porque vives en lujosos palacios.

”Tu padre Josías disfrutó de la vida

y celebró grandes fiestas,

pero siempre actuó con justicia.

16 Protegió al pobre y al necesitado,

y por eso le fue bien en todo.

¡A eso le llamo conocerme!

17 ”A ti solo te interesa el dinero

y no te importa cómo lo ganes.

Con gran violencia robas

y matas a gente inocente.

18 ”Por eso estoy enojado contigo.

Cuando te mueras,

nadie llorará por ti;

ningún israelita se pondrá triste

de que ya no seas su rey.

19 Morirás como los animales:

te arrastrarán por todo Jerusalén

y te arrojarán fuera de la ciudad”».

Advertencia contra Jerusalén

20 Dios también les dijo a los habitantes de Jerusalén:

«¡Vayan por todo el país;

suban a las montañas más altas,

y lloren desconsolados!

Los países que iban a ayudarlos

ya han sido destruidos.

21 »Cuando les iba bien,

les advertí del peligro,

pero no me hicieron caso.

¡Siempre han sido rebeldes!

22-23 »Los que ahora viven en el palacio,

rodeados de finas maderas,

¡pronto sabrán lo que es sufrir!

Cuando les llegue la desgracia,

sabrán lo que es el dolor.

Serán llevados a otro país,

y allí serán tratados como esclavos.

Las naciones en las que ellos confiaron

sufrirán el mismo castigo».

Advertencia contra Joaquín

24 Dios le dio este mensaje a Joaquín:

«Tú eres hijo de Joacín,

y ahora reinas en Judá.

Aunque te quiero mucho,

juro que te expulsaré de aquí.

25 Te entregaré en manos

del rey de Babilonia y de su ejército,

y temblarás de miedo.

26-27 A ti y a tu madre los enviaré

a un país extranjero.

Aunque quieran volver a Israel,

nunca más volverán,

porque morirán en ese país».

28-29 Dios continuó diciendo:

«¡Israelitas,

escuchen mis palabras!

Joaquín no sirve para nada;

es como una vasija rota.

¿Para qué lo quieren expulsar del país,

junto con todos sus familiares?

Por gente como esa

no vale la pena preocuparse.

30 Yo, el Dios de Israel, les digo:

“Bórrenlo de su memoria,

es un hombre fracasado.

¡Ninguno de sus hijos

llegará a ser rey de Judá!”»