Zacarías 10

Dios promete bendecir a su pueblo

1 Dios continuó diciendo:

«Yo soy el Dios de Israel.

Pídanme lluvia en época de sequía

y yo haré que llueva en abundancia.

Yo soy quien forma las tormentas

y quien hace que los campos produzcan.

2 Pero losídolosson engañosos;

los adivinos solo dicen mentiras.

Engañan a la gente con sus sueños,

y escucharlos no da ningún consuelo.

¡Por eso ustedes andan perdidos,

como un rebaño sin pastor!

3 »Yo soy el Dios de Israel,

y voy a castigar a esos pastores

porque estoy muy enojado con ellos.

Yo mismo cuidaré de mi pueblo.

Judá es ahora un rebaño de ovejas,

pero pronto voy a convertirlos

en briosos caballos de batalla.

4 De entre ellos saldrán grandes jefes

que brindarán su apoyo a mi pueblo;

serán como la estaca de una tienda,

como un arco para lanzar flechas,

¡como la piedra principal de un edificio!

5 Serán como los soldados valientes

que luchan en medio del lodo;

lucharán contra soldados de a caballo

y les ganarán la batalla,

porque yo estaré con ellos.

6 »Yo soy el Dios de Israel,

y escucho las oraciones de mi pueblo.

Yo fortaleceré a la gente de Judá

y salvaré a todos los israelitas;

los haré volver a su tierra,

y parecerá que nunca los rechacé

porque les mostraré mi compasión.

7 »Los israelitas se alegrarán

como se alegran los soldados

cuando han tomado mucho vino;

cuando sus hijos vean esto,

también se llenarán de alegría

por lo que yo haré con ellos.

8 »Cuando les dé la señal,

los llamaré y volveré a reunirlos;

y cuando los haya salvado,

volverán a ser un pueblo numeroso

como lo fueron en tiempos pasados.

9 Yo los dispersé entre las naciones,

pero aun allí se acordarán de mí,

y regresarán a su tierra

en compañía de sus hijos.

10 »Los haré volver de Egipto y Asiria,

y los haré vivir en Galaad

y en la región del monte Líbano;

pero serán muchos cuando vuelvan

y no habrá lugar para todos.

11 Angustiados, cruzarán el mar,

pero yo calmaré sus olas

y secaré por completo el río Nilo;

¡yo acabaré con el poder de Egipto,

y pondré fin al orgullo de Asiria!

12 Yo fortaleceré a mi pueblo,

y en mi nombre avanzarán sin miedo.

Yo soy el Dios de Israel,

y les juro que así será.

Zacarías 11

1 »Monte Líbano,

¡abre paso al fuego,

porque va a devorar tus cedros!

2 Ustedes, los pinos,

¡lloren por esos enormes árboles!

¡Los grandes cedros han sido derribados!

Y ustedes, robles de Basán,

¡lloren por esos grandes bosques

que han dejado de existir!

3 Los pastores lloran desesperados,

porque sus verdes pastos se quemaron;

los leones rugen furiosos,

porque los llanos del río Jordán

ahora parecen un desierto».

Los dos pastores

4 El Dios todopoderoso me dio este mensaje:

«Ve y cuida de las ovejas que serán llevadas al matadero.

5 Los que las compran las matan sin ninguna compasión; los que las venden dicen “¡Gracias a Dios ya soy rico!”; y ni siquiera sus propios pastores se compadecen de ellas.

6 »Yo haré lo mismo: ¡no tendré compasión de los habitantes de este país! Dejaré que caigan bajo el poder de las naciones vecinas y del rey que las gobierne. Y aunque su tierra sea destruida por completo, yo no iré en su ayuda. Yo soy el Dios todopoderoso, y juro que así lo haré».

7 Yo me dediqué a cuidar de las ovejas que irían al matadero, y di especial atención a las ovejas más débiles. Tenía yo dos varas de pastor; a una de ellas la llamé «Bondad», y a la otra la llamé «Unión».

8 Como los pastores no me querían, ni yo los quería a ellos, en un mes despedí a tres.

9 A las ovejas les dije: «¡Ya no quiero ser su pastor! ¡No me importa si se mueren o las matan! ¡Tampoco me importa si se comen las unas a las otras!»

10 Después tomé la vara llamada «Bondad», y la rompí. Con eso di a entender a los que estaban allí que Dios había roto supactocon todas las naciones.

11 Los comerciantes de ovejas vieron lo que hice, y entendieron que eso era un mensaje de Dios para ellos, en el que yo representaba a Dios y las ovejas representaban al pueblo.

12 Luego les dije a los comerciantes: «Quiero que me paguen mi sueldo. Pero si no quieren pagarme, no lo hagan». Entonces ellos me pagaron treinta monedas de plata.

13 Dios me dijo: «¡Treinta monedas de plata es muy poco por todo lo que yo he hecho a favor de mi pueblo! ¡Toma las monedas, y tíralas en el cofre de lasofrendas!»

Tomé entonces las monedas, y cumplí con lo que Dios me ordenó hacer.

14 Después de eso, rompí la vara llamada «Unión», y así se rompió el lazo fraternal que unía a Israel con Judá.

Los malos pastores

15 Dios me dio este otro mensaje:

«Ahora vas a representar a esos pastores que no se preocupan por sus ovejas.

16 Porque voy a poner este país al cuidado de un rey que no se preocupará por su pueblo. Será como un pastor descuidado: no se preocupará por las ovejas que se apartan del camino, ni buscará a las ovejas perdidas, ni curará a las ovejas lastimadas, ni alimentará a las ovejas hambrientas. Ese rey solo se ocupará de los ricos y poderosos que le dan de comer.

17 »¡Qué mal le va a ir al pastor inútil,

que no cuida del rebaño!

¡Ojalá que con una espada

le corten una mano,

y que con un cuchillo

le saquen los ojos!»

Zacarías 12

Dios destruirá a los enemigos de Jerusalén

1 Dios me dio este mensaje para los israelitas:

«Yo soy el Dios todopoderoso.

Yo fui quien extendió los cielos

y afirmó las bases de la tierra.

Yo soy quien dio vida

a todos los seres humanos.

2-3 »Cuando las naciones vecinas quieran atacar a Jerusalén y a las ciudades de Judá, yo las haré fracasar. Su ataque será tan torpe que mi pueblo pensará que están borrachos.

»Cuando llegue ese día, todas las naciones se unirán para acabar con Jerusalén. Pero yo haré que Jerusalén sea como una piedra enorme; ¡todo el que trate de moverla será aplastado por ella!

4 »Yo estaré vigilando al pueblo de Judá, así que ese día dejaré ciegos a todos los caballos de las naciones, y espantaré a sus jinetes.

5 Cuando los jefes de Judá vean esto, dirán convencidos: “¡El único Dios todopoderoso es el Dios de los que vivimos en Jerusalén! ¡Nuestro Dios es nuestra fortaleza!”

6-7 »Ese día convertiré a los jefes de Judá en fuego, y con ese fuego consumiré por completo a todas las naciones vecinas, pero a la ciudad de Jerusalén no le pasará nada. Salvaré a las familias de Judá, pues para mí son tan importantes como la familia de David y como los que viven en Jerusalén. Que nadie piense lo contrario.

8-9 »Yo estoy dispuesto a destruir a cualquier nación que ataque a Jerusalén. De tal manera protegeré a sus habitantes que, ese día, los más débiles entre ellos serán tan poderosos como David; además, losdescendientesde David volverán a gobernar como si mi propioángellos dirigiera.

10 »Yo haré que los descendientes de David oren y se pongan muy tristes al mirar al que atravesaron con una lanza. También haré que lloren los habitantes de Jerusalén. Y será tan grande su tristeza que llorarán como si hubieran perdido a su único hijo.

11 Ese día llorarán en Jerusalén, como cuando lloran la muerte del dios Hadad-rimón en la llanura de Meguido.

12-14 Todos en el país estarán de luto, y cada familia llorará por separado. Llorarán hombres y mujeres entre los descendientes de David, Natán, Leví y Simí, y entre todas las demás familias.

Zacarías 13

Dios purificará a su pueblo

1-3 »Ese día yo perdonaré a mi pueblo. Losdescendientesde David y los habitantes de Jerusalén siempre encontrarán perdón en mí. Borraré de la tierra a todos losídolos, y nunca más serán recordados. Acabaré también con susprofetas, que hablaban guiados por malos espíritus. Cuando alguien quiera engañarlos, diciendo que habla de mi parte, sus propios padres lo condenarán a morir, y ellos mismos lo matarán. Yo soy el Dios todopoderoso, y juro que así se hará.

4-5 »Ese día los profetas se avergonzarán de haber anunciado mensajes falsos, y nunca más volverán a engañar a otros. En vez de llamarse profetas, dirán que son campesinos y que desde jóvenes han cultivado la tierra.

6 Y si alguien les pregunta por las cicatrices que tienen en las manos, dirán que se cortaron en casa de unos amigos, y no en los cultos de dioses extraños».

Castigo y perdón

7 El Dios todopoderoso afirma:

«¡Despiértate, espada,

y mata a mi rey escogido!

¡Mata a mi mejor amigo!

Así mi pueblo se dispersará

y yo acabaré con susdescendientes.

8-9 »De la gente de este país

morirán dos terceras partes,

y el resto quedará con vida;

pero los castigaré para hacerlos cambiar,

y volverán a obedecerme.

Yo soy el Dios de Israel,

y juro que así será.

»Cuando me llamen, les responderé;

yo los reconoceré como mi pueblo,

y ellos me reconocerán como su Dios».

Zacarías 14

La victoria final de Dios

1-2 Ciudad de Jerusalén, ya viene el día en que Dios reunirá contra ti a todas las naciones. Te atacarán y te conquistarán; se llevarán todo lo que haya en tus casas, y en las calles se lo repartirán. A tus mujeres las violarán, y a la mitad de tus habitantes se los llevarán a otro país, pero dejarán en ti a un pequeño grupo de gente.

3-4 Cuando llegue ese día, Dios mismo luchará contra esas naciones. Pondrá su campamento en el Monte de los Olivos, que está al este de Jerusalén. Partirá en dos el monte para formar un gran valle, que se extenderá de este a oeste. Una mitad del monte quedará en la parte norte, y la otra mitad quedará en la parte sur.

5 Dios hará esto para que ustedes puedan huir por en medio, pues el valle llegará hasta Asal. Huirán como en los días del terremoto, cuando Ozías era rey de Judá. Entonces vendrá mi Dios, junto con todos susángeles.

6-7 Ese día será tan especial, que no habrá diferencia entre el día y la noche, pues hasta en la noche habrá luz de día. ¡Solo Dios sabe cómo será ese día!

8 Entonces de Jerusalén saldrá un río que nunca se secará. Sus aguas correrán en época de lluvia y en época de sequía; la mitad de sus aguas se vaciará en el Mar Muerto, y la otra mitad en el mar Mediterráneo.

9 Cuando llegue ese día, un solo Dios reinará en toda la tierra. ¡Ese Dios es nuestro Dios!

10-11 De norte a sur, todo el país se volverá una llanura. Solo la ciudad de Jerusalén permanecerá en su monte, y todo en ella seguirá siendo igual, tanto en el Portón de Benjamín como en el Portón de la Esquina, lo mismo en la torre de Hananel que en las bodegas del rey. Sus habitantes vivirán tranquilos, porque nadie volverá a destruirla.

12-13 Pero Dios castigará a las naciones que atacaron a Jerusalén. Hará que se llenen de miedo, y que empiecen a pelear entre ellas mismas; ¡aun en vida se les pudrirán la carne, los ojos y la lengua!

14 Entonces la gente de Judá vendrá a Jerusalén para luchar contra esas naciones, y les quitará grandes cantidades de oro y plata, y muchos vestidos.

15 Dios castigará también a los caballos, camellos y burros, y a todas las bestias que haya en los campamentos enemigos.

16-19 Después de esto, los que atacaron a Jerusalén y hayan quedado con vida vendrán a la ciudad cada año paraadorara nuestro Rey, el Dios todopoderoso, y para celebrar la fiesta de lasenramadas. Pero si Egipto, o alguna otra nación, no viene a Jerusalén, Dios impedirá que llueva en esa nación, y así la castigará.

20-21 Cuando llegue ese día, todo será propiedad exclusiva del Dios todopoderoso y quedará solo a su servicio. ¡Hasta los cascabeles de los caballos estarán marcados como propiedad exclusiva de Dios! Serán propiedad de Dios los tazones que se usan en el altar, las ollas que se usan en la cocina del templo, y todas las ollas que haya en Jerusalén y en Judá. La gente que vaya al templo para presentarofrendas, deberá cocinar en esas ollas. Así nadie volverá a hacer negocios en el templo del Dios todopoderoso.

Malaquías 1

Dios ama a su pueblo

1-3 Yo soy Malaquías. Dios me dio la orden de comunicarles a ustedes, los israelitas, este mensaje:

«Israelitas, Dios los ama».

Y ustedes preguntan:

«¿Y cómo nos demuestra ese amor?»

Dios les responde:

«Recuerden, israelitas, que yo preferí a Jacob y no a Esaú, a pesar de que Esaú era su hermano mayor. Recuerden también que yo convertí en un desierto la tierra de Esaú, a pesar de que era una región montañosa. Ahora solo viven allí los chacales.

4 Si losdescendientesde Esaú intentan reconstruir su país, yo les aseguro que volveré a destruir lo que ellos construyan. La tierra de Esaú será conocida como “el país de la maldad”, y su pueblo será conocido como “el pueblo con el que Dios siempre está enojado”. Yo soy el Dios todopoderoso, y les juró que así será.

5 Ustedes lo verán con sus propios ojos, y entonces dirán: “¡La grandeza de nuestro Dios va más allá de nuestras fronteras!”»

Mensaje contra los sacerdotes

6-8 Sacerdotes, nuestro poderoso Dios me manda a decirles a ustedes:

«Los hijos respetan a sus padres, y los esclavos respetan a sus amos. ¡Pues yo soy su Padre y su Amo, y sin embargo ustedes los sacerdotes no me respetan! ¡Me tratan como si no valiera nada!»

Ustedes los sacerdotes se defienden, y preguntan:

«¿Por qué nos acusa Dios? ¿Cuándo le hemos faltado al respeto? ¿Cuándo lo hemos ofendido?»

Pero el Dios todopoderoso les responde:

«Me ofenden cuando desprecian mi altar, cuando me presentan comoofrendaanimalesimpuros, que no valen nada porque están ciegos, cojos y enfermos. ¿No creen que eso está mal? Si esos mismos animales se los ofrecieran a su gobernador, ¡se ofendería y no los aceptaría!

9 »¿Y después de presentarme esa clase de ofrendas, todavía esperan que yo los escuche y les tenga compasión? Pues yo soy el Dios todopoderoso y quiero que les quede claro lo siguiente:

10 ¡Prefiero que se cierren las puertas de mi templo! Ya no me traigan esta clase de ofrendas, porque estoy muy molesto con ustedes y no se las voy a aceptar.

11 »En todas las naciones del mundo hay quienes reconocen mi grandeza, y por eso me presentan ofrendas aceptables.

12 Pero ustedes los sacerdotes hacen todo lo contrario: me faltan al respeto, y desprecian mi altar y las ofrendas que allí se me presentan».

13 Ustedes los sacerdotes se quejan, y dicen:

«Nuestro trabajo es muy pesado».

Pero el Dios todopoderoso les dice:

«¿Creen ustedes que voy a recibir con gusto esos animales cojos y enfermos, que ustedes me traen como ofrenda? Eso es un insulto, pues para colmo me traen animales con defectos.

14 ¡Maldito sea el que me prometa uno de sus mejores animales, y luego me presente un animal defectuoso! ¡Yo soy el gran Rey, y todas las naciones me respetan! Yo soy el Dios todopoderoso, y les juro que así lo haré.

Malaquías 2

Dios castigará a los sacerdotes

1 »Esta advertencia va para ustedes, lossacerdotes:

2-3 Si no me obedecen ni aprenden a respetarme, yo los maldeciré. Si no me sirven con sinceridad, cambiaré en maldición misbendicionespara ustedes. Además, les quitaré el poder y les untaré en la cara el estiércol de los animales que me ofrecen. ¡Entonces los barrerán a ustedes junto con ese estiércol! Yo soy el Dios todopoderoso, y les juro que así lo haré.

4-5 »Si les advierto esto, es para que sepan que quiero cumplir elpactoque hice con Leví, elantepasadode ustedes. Con ese pacto me comprometí a darle vida y paz; Leví, por su parte, se comprometió a respetarme y honrarme, y así lo hizo. Yo soy el Dios todopoderoso, y les juro que así fue.

6 Leví nunca engañó a la gente, sino que les enseñó la verdad; siempre vivió en armonía conmigo, y fue una persona tan honesta que a muchos los apartó de la maldad.

7 »Ustedes los sacerdotes son mis mensajeros. Su deber es enseñar mismandamientosa los que me buscan.

8 Pero ustedes han dejado de hacer el bien; con su mal ejemplo han hechopecara mucha gente, y han desobedecido el pacto que hice con Leví. Yo soy el Dios todopoderoso, y les juro que así es.

9 »Si yo he hecho que el pueblo los desprecie y les pierda el respeto, es porque ustedes no me han obedecido, ni tratan con justicia a todos por igual».

Los matrimonios mixtos

10 Yo, Malaquías, les digo:

«Todos nosotros tenemos un mismoantepasado. Y a todos nosotros nos creó un solo Dios. Si esto es así, ¿por qué nos engañamos los unos a los otros? ¿Por qué no cumplimos con elpactoque Dios hizo con nuestros antepasados?

11 ¡Todos en Judá y en Israel hemos sido infieles a Dios! ¡Todos hemos hecho actos vergonzosos en Jerusalén, en el templo mismo que Dios tanto ama! Los hombres de Judá se casan con mujeres queadorana otros dioses,

12-14 y todavía se preguntan por qué Dios ya no recibe con gusto susofrendas. Pues ahora, ¡que acabe Dios con quienes hacen eso, no importa que le traigan ofrendas y que llenen de lágrimas su altar! ¡Y que acabe también con quienes ven esto y no hacen nada para impedirlo!

»Dios ha visto lo que han hecho todos ustedes: Cuando eran jóvenes, se casaron y se comprometieron a ser fieles a su esposa. Pero no han cumplido con su compromiso.

15-16 Nuestro Dios nos creó para que fuéramos un solo cuerpo y un solo espíritu. Nos creó así para que fuéramos un puebloconsagradoa él. Nuestro Dios odia a quienes son violentos y abandonan a su esposa. Por lo tanto, ¡tengan cuidado y no le sean infieles a su esposa!

17 »Nuestro Dios ya está cansado de sus quejas. Y lo cansan cuando dicen que Dios no es justo porque ve con buenos ojos a los malvados».

Malaquías 3

Dios enviará a su mensajero

1-2 El Dios todopoderoso ha dicho:

«¡Miren al mensajero de mipacto! Ustedes esperan su llegada, y él ya se ha puesto en marcha. Lo estoy enviando delante de mí, para que me prepare el camino. Cuando menos lo esperen, yo entraré en mi templo. Yo soy el Dios todopoderoso, a quien ustedes buscan.

»Mi mensajero ya viene. Pero, cuando llegue, nadie va a poder resistir su presencia. ¡Ese día nadie va a poder mantenerse en pie! Mi mensajero es como el fuego que purifica los metales; es como el jabón que limpia la mugre.

3-4 Cuando llegue, se sentará a borrar lospecadosde losdescendientesde Leví, como si purificara oro y plata en el fuego. Así ellos podrán presentar lasofrendasde la gente de Judá y de Jerusalén. Las presentarán como a mí me agrada, y yo las recibiré con alegría, como antes las recibía».

Dios juzgará a su pueblo

5 El Dios todopoderoso ha dicho:

«Voy a iniciar un juicio contra ustedes. Actuaré como testigo contra los que practican la brujería, contra los que sonadúlteros, contra los que hacen juramentos falsos, contra los que explotan a sus trabajadores, contra los que abusan de las viudas y de los huérfanos, contra los que maltratan a los que no son israelitas, y contra los que me faltan al respeto.

6 »Óiganme, israelitas: Si ustedes no han sido destruidos es porque yo soy el Dios todopoderoso y mi amor no cambia.

7 En cambio ustedes, desde los días de susantepasados, siempre han desobedecido mismandamientos. Pero si ustedes se arrepienten y vuelven a mí, yo también me volveré a ustedes. Yo soy el Dios todopoderoso, y les aseguro que así lo haré.

»Ustedes me preguntan: “¿Y de qué tenemos que arrepentirnos?”

8 Yo les respondo: “No es fácil que alguien me robe; sin embargo, ¡ustedes me han robado!”

»Todavía se atreven a preguntarme: “¿Y qué te hemos robado?” Pues escúchenme bien: ¡Me han robado porque han dejado de darme el diezmo y lasofrendas!

9 Todos ustedes, como nación, me han robado; por eso yo los maldigo a todos ustedes, también como nación.

10 »Traigan a mi templo sus diezmos, y échenlos en el cofre de las ofrendas; así no les faltará alimento. ¡Pónganme a prueba con esto! Verán que abriré las ventanas del cielo, y les enviaré abundantes lluvias.

11-12 Además, alejaré de sus campos lasplagasde insectos que destruyen sus cosechas y sus viñedos. Tendrán entonces un país muy hermoso, y todas las naciones los considerarán muy dichosos. Yo soy el Dios todopoderoso, y les juro que así lo haré.

13 »Pero ustedes hablan mal de mí, y todavía preguntan: “¿Y qué de malo hemos dicho?”

14 Pues esto es lo que han dicho: “No vale la pena servir al Dios todopoderoso. Aun sipecamoscontra él, no tiene caso que nos pongamos tristes, ni vale la pena obedecer sus mandamientos.

15 Bien sabemos que los orgullosos viven felices, y que a los malvados siempre les va bien; nunca les pasa nada malo, ni siquiera cuando ofenden a Dios y lo ponen a prueba”».

El libro de Dios

16 Cuando los queadorana Dios y lo respetan oyeron lo que Dios dijo, hablaron entre sí. Dios se dio cuenta de esto, y les prestó atención, y entonces mandó que se anotaran en un libro sus nombres para recordarlos.

17 Además, Dios dijo acerca de ellos:

«Ya viene el día en que ellos volverán a ser míos. Serán mi tesoro especial, y no les haré ningún daño; los trataré como trata un padre a los hijos que le sirven.

18 Entonces ustedes verán, una vez más, que hay diferencia entre el bueno y el malo, entre el que adora a Dios y el que no lo adora».

Malaquías 4

Dios juzga a su pueblo

1 1 (3.19)Dios dice:

«Ya está cerca el día

en que los orgullosos y malvados

arderán como la paja

y se quemarán por completo

a causa de mi enojo.

Yo soy el Dios todopoderoso,

y les juro que así será.

2 2 (3.20)»Para ustedes, que me respetan,

la justicia brillará como el sol

y les traerá mi salvación.

Entonces ustedes saltarán de alegría,

como saltan los terneros

cuando salen del establo.

3 3 (3.21)Ya tengo preparado ese día,

y ustedes aplastarán a los malvados

como aplastan el polvo que pisan.

Yo soy el Dios todopoderoso,

y les juro que así será.

Un consejo final

4 4 (3.22)»Israelitas,

recuerden que en el monte Horeb

yo les di por medio de Moisés

mis enseñanzas ymandamientos.

¡No se olviden de obedecerlos!

5 5 (3.23)»Antes de que llegue el día

en que yo los castigaré,

les enviaré alprofetaElías.

6 6 (3.24)Él hará que los padres

se reconcilien con sus hijos

y vivan en paz.

Pero si no se reconcilian,

yo vendré y destruiré la tierra».

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Tobit

Tobit 1

Principio de la historia

1 Yo soy Tobit hijo de Tobiel, y esta es mi historia. Mi familia es de la tribu de Neftalí, y estos son mis antepasados:

Jahseel,

Ragüel,

Rafael,

Gabael,

Aduel,

Ananiel y

Tobiel.

2 Soy de un pueblo llamado Tisbé, en la parte norte de Galilea. Al norte de este pueblo está Quedes de Neftalí; Sefat está al sur, y al sureste, Hasor. Pero en la época en que el rey Salmanasar gobernaba en Asiria, fui tomado prisionero y me llevaron a Nínive.

3 Toda mi vida he sido un hombre justo y honrado. Siempre he ayudado a mi familia, y también ayudé a mucha gente de mi pueblo cuando nos llevaron prisioneros a Nínive, la capital de Asiria.

4 Cuando yo era joven y vivía en mi tierra, mi tribu les retiró su apoyo a los descendientes del rey David y dejó de ir a Jerusalén. Dios había elegido a esta ciudad de entre todas las ciudades de Israel, para que allí le presentáramos ofrendas. Por eso en Jerusalén se construyó un templo, el cual se dedicó a Dios para que fuera su habitación para siempre.

5 Sin embargo, todos los de mi tribu, incluyendo a mi familia, en vez de ir a Jerusalén, iban a la ciudad de Dan, en las colinas de Galilea, para ofrecerle sacrificios al toro que Jeroboam, rey de Israel, había colocado allí.

6 Según nuestras leyes, todo israelita debía ir a Jerusalén y participar de las fiestas ordenadas por nuestro Dios, pero en muchas ocasiones, yo era el único que lo hacía. Llevaba los primeros frutos de mis cosechas, las primeras crías de mis animales y la primera lana de mis ovejas.

7 Todo esto se lo entregaba a los sacerdotes, junto con la décima parte del ganado, del trigo, del vino y del aceite. Los frutos de mis árboles los distribuía de la siguiente manera: Una parte se la daba a los ayudantes de los sacerdotes que servían a Dios en el templo de Jerusalén; otra parte, la cual acumulaba por seis años, la cambiaba por dinero, el cual usaba en Jerusalén para adorar a Dios.

8 Cada tres años, repartía una tercera parte entre los huérfanos, las viudas y los extranjeros que habían aceptado nuestra religión y vivían en nuestro país. Esta última parte la comíamos juntos, tal y como lo indica la ley de Moisés. Así me lo había enseñado Débora, mi abuela por parte de padre. Para ese entonces, mi padre Ananiel había muerto y me había dejado huérfano.

9 Cuando ya fui mayor, me casé con una parienta mía, llamada Ana. Tuvimos un hijo y le puse por nombre Tobías.

10 Tiempo después, los asirios me sacaron de mi pueblo y me llevaron preso a Nínive, capital de Asiria. Al llegar allí descubrí que todos los israelitas, incluyendo a mis parientes, comían los alimentos que están prohibidos por nuestra ley.

11 Pero yo tuve mucho cuidado, y no seguí su ejemplo.

12-14 Como yo siempre tenía en cuenta al Dios altísimo para todo, él hizo que Salmanasar, rey de Asiria, se fijara en mí. Entonces el rey me nombró como el encargado de hacer todas sus compras, para lo cual tuve que viajar muchas veces al país de Media. Esto lo hice hasta que el rey murió. En uno de esos viajes dejé guardados en casa de Gabael unos sacos con trescientos treinta kilos de plata. Gabael era hermano de Gabrí, y vivía en un pueblo de Media llamado Ragues.

15-17 Mientras Salmanasar reinaba, yo hice muchas buenas obras en favor de los israelitas: alimenté a los que no tenían qué comer, di ropa a los desnudos, y enterré a los que morían y eran arrojados como basura fuera de las murallas de Nínive.

Cuando Salmanasar murió, su hijo Senaquerib reinó en su lugar. Entonces los caminos fueron cerrados, y ya no pude volver al país de Media.

18 En cierta ocasión, cuando el rey Senaquerib estaba en Judea, ofendió a Dios. Entonces Dios lo castigó y el rey tuvo que huir de Judea. Al llegar a Nínive, cobró venganza y mató a muchos israelitas. Como yo no soportaba que los muertos quedaran tirados, iba a escondidas y los levantaba para enterrarlos. Cuando el rey iba a buscarlos, ya no los encontraba.

19 Pero un hombre de Nínive fue y le contó que yo era quien enterraba los cadáveres. Así que tuve que esconderme por un tiempo, y cuando supe que me buscaban para matarme, me dio mucho miedo y huí.

20 Lo que no pude evitar fue que me quitaran todos mis bienes, y que se los entregaran al rey. Lo único que no me quitaron fue a mi esposa Ana y a mi hijo Tobías.

21-22 Cuarenta días después, Senaquerib fue asesinado por dos de sus hijos, quienes huyeron a las montañas de Ararat. Su hijo Esarhadón reinó en su lugar, y dejó que mi sobrino Ajicar continuara como administrador del reino y jefe de los coperos. Ajicar, que era hijo de mi hermano Anael, habló con el rey Esarhadón para que me dejara volver a Nínive, y el rey aceptó.