Isaías 62

La nueva Jerusalén

1 Isaías dijo:

«Por amor a ustedes,

habitantes de Jerusalén,

no me callaré.

Por amor a ustedes,

no descansaré

hasta que Dios les dé la victoria.

Cuando Dios los salve,

ustedes brillarán

como el sol al amanecer.

2 »Israelitas, las naciones verán

cuando Dios los salve,

y todos los reyes de la tierra

reconocerán su grandeza.

Entonces Dios les dará

un nombre nuevo,

3 y serán en la mano de Dios

como la hermosa corona de un rey.

4 »Ya no le dirán a Jerusalén:

“Ciudad abandonada”,

sino: “La favorita de Dios”,

ni a la tierra de Israel:

“País en ruinas”,

sino: “La esposa de Dios”.

5 Porque Dios se casará con ella,

como se casa un joven con su novia;

Dios la reconstruirá y vivirá feliz con ella,

como vive feliz el marido con su esposa.

6 »Jerusalén, en tus murallas

yo he puesto guardias

que día y noche dirán:

“Ustedes, los queadorana Dios,

no se queden callados.

7 No le den a Dios

ni un minuto de descanso,

hasta que reconstruya Jerusalén

y la haga una ciudad famosa”.

8 »Dios ha jurado por sí mismo:

“Nunca más permitiré

que los enemigos de Israel

se coman su trigo,

o que los extranjeros les quiten el vino

que con tanto trabajo hicieron.

9 Israel comerá lo que coseche,

recogerá las uvas y beberá el vino nuevo,

cantando alabanzas a mi nombre

en los patios de misantotemplo”».

10 Isaías continuó diciendo:

«¡Habitantes de Jerusalén,

salgan por los portones de la ciudad,

preparen un camino para el pueblo!

Háganlo con cuidado,

quítenle las piedras

y pongan señales

que sirvan de guía a las naciones.

11 »Dios ha dado este mensaje

a todos los habitantes de la tierra:

“Digan a la ciudad de Jerusalén

que ha llegado su salvador;

díganle que Dios ha liberado a su pueblo.

12 Los israelitas serán llamados:

‘Pueblosanto, salvado por su Dios’,

y a Jerusalén la llamarán:

‘Ciudad deseada’,

‘Ciudad llena de vida’.”»

Isaías 63

La victoria de Dios sobre Edom

Isaías

1 ¿Quién es ese

que llega desde Bosrá,

la capital del reino de Edom,

con las ropas teñidas de rojo?

¿Quién es ese

que está tan bien vestido

y avanza con una fuerza terrible?

Dios

Soy yo, el Dios de Israel,

el que anuncia la victoria

y tiene poder para salvar.

Isaías

2 ¿Y por qué están rojas tus ropas,

como si hubieras pisado uvas?

Dios

3 Yo he destruido a mis enemigos;

los he aplastado como a la uvas

cuando se hace el vino;

con furia los he pisoteado,

y su sangre me manchó la ropa.

4 Consideré que ya era tiempo

de hacer justicia

y de salvar a mi pueblo.

5 Miré, y vi con sorpresa

que nadie estaba dispuesto a ayudarme.

Fue mi poder el que me dio la victoria;

6 lleno de furia aplasté a las naciones,

y su sangre corrió por el suelo.

Dios es bondadoso con su pueblo

7 Isaías dijo:

«Quiero hablar del amor de Dios,

y cantar sus alabanzas

por todos sus favores.

»Dios ha sido muy bondadoso

con el pueblo de Israel,

le ha mostrado su bondad

y su gran amor.

8 »Dios había dicho:

“Ellos son mi pueblo,

son mis hijos fieles”.

»Por eso Dios los salvó

de todos sus males.

9 No fue un enviado suyo

el que los salvó,

sino Dios en persona.

Él los libró por su amor

y su misericordia;

los levantó en sus brazos,

como siempre lo había hecho.

10 »Pero los israelitas desobedecieron

y ofendieron al Diossanto;

por eso, él los trató

como si fueran enemigos

y les declaró la guerra.

11 »Entonces ellos se acordaron

de lo que Dios había hecho

en los tiempos pasados;

se acordaron de cómo Moisés

había liberado a su pueblo,

y por eso se preguntaban:

“¿Dónde está ahora

el Dios que sacó del río Nilo a Moisés,

ellíderde los israelitas?”

»También se preguntaban:

“¿Dónde está ahora

el Dios que puso en Moisés

susantoespíritu?

12-13 ¿Dónde está ahora

el Dios que con su gran poder

acompañó a Moisés;

el Dios que se hizo famoso

cuando dividió el mar

para que su pueblo cruzara

librándolo de todo peligro?

14 ¿Dónde está el Dios

que le dio descanso a su pueblo,

como cuando el ganado

baja a pastar a la llanura?”»

Isaías terminó diciendo:

«¡Dios nuestro,

así guiaste a tu pueblo,

y te cubriste degloria!»

Israel pide ayuda a Dios

15 Israel oró a Dios y le dijo:

«Dios nuestro,

tú tienes en el cielo

tu santo y grandioso trono.

Muéstranos tu amor y tu poder;

déjanos ver tu ternura y compasión.

No seas indiferente a nuestro dolor.

16 »¡Tú eres nuestro padre!

Aunque Abraham no nos reconozca,

ni Jacob se acuerde de nosotros,

tú eres nuestro Dios y nuestro padre;

¡siempre has sido nuestro salvador!

17 »No permitas que nos alejemos de ti

ni que seamos desobedientes.

¡Por amor a nosotros,

tus fieles servidores,

y a lastribusque te pertenecen,

vuelve a mostrarnos tu bondad!

18 No permitas que los malvados

sigan pisoteando tu santo templo.

19 Desde hace mucho tiempo

nos hemos alejado de tusmandamientos;

¡vuelve a mostrarnos tu bondad!»

Isaías 64

1-2 El pueblo de Israel continuó su oración:

«¡Dios nuestro,

cómo quisiéramos

que abrieras el cielo y bajaras,

haciendo temblar las montañas

con tu presencia!

Así tus enemigos te reconocerían

como el único Dios.

»¡Cómo quisiéramos

que bajaras como el fuego

que hace hervir el agua

y quema la paja!

Así las naciones temblarían ante ti.

3 »Tus terribles hechos

nos dejaron sorprendidos;

por eso hasta las montañas

temblaron ante ti.

4 »Jamás se ha escuchado

ni se ha visto que otro dios

haya hecho grandesmilagros

a favor de los que en él confían.

5 A ti te agradan

los que hacen el bien con alegría

y se acuerdan de obedecerte.

»Tú estás enojado

porque desde hace tiempo

hemospecadoy te hemos ofendido.

6 Aun nuestras mejores obras

son como un trapo sucio;

hemos caído como hojas secas,

y nuestros pecados

nos arrastran como el viento.

7 No hay nadie que teadore

ni haga nada para apoyarse en ti.

Somos unos malvados;

por eso te has escondido

y nos has abandonado.

8 »Dios, tú eres nuestro padre;

nosotros somos el barro

y tú eres el alfarero:

¡tú eres nuestro creador!

9 »Dios, no te enojes demasiado

ni te acuerdes todo el tiempo

de nuestros pecados:

¡mira que somos tu pueblo!

10 Las ciudades de tu pueblo elegido

son ahora un desierto;

Jerusalén está en ruinas,

completamente destruida.

11 »Nuestro grandioso santuario,

donde nuestros padres te alababan,

ha sido destruido por el fuego.

¡Todo lo que tanto queríamos

ha quedado en ruinas!

12 »Y ahora, Dios nuestro,

no te quedes sin hacer nada;

no te quedes callado

ni nos humilles más».

Isaías 65

Dios condena la idolatría

1 Dios dijo:

«Yo he salido al encuentro

de gente que no me buscaba;

a un pueblo que no me había llamado,

yo le dije: “Aquí estoy”.

2 Siempre he estado dispuesto

a recibir a ese pueblo rebelde,

que va por malos caminos

y sigue sus propios caprichos.

3 Ese pueblo siempre me ofende:

ofrecesacrificiosa losídolos

y quemainciensosobre unos ladrillos.

4 »Este pueblo se sienta en los sepulcros

y pasa la noche en las cuevas

para rendirles culto a sus muertos;

hasta come carne de cerdo

y llena sus ollas con el caldo

que ha ofrecido a los ídolos.

5 »Este pueblo anda diciendo:

“No se metan con nosotros;

somos un pueblo elegido por Dios”.

»Pero son un pueblo tan molesto

como el humo en las narices,

como un fuego que arde todo el día.

6 Por eso llevo la cuenta

de todo lo que hace,

y no me quedaré callado,

sino que le daré su merecido.

7 »Castigaré a este pueblo

por todos los crímenes que ha cometido.

Me ofendió grandemente

al quemar incienso a los ídolos

sobre los montes y las colinas.

Por eso, ajustaremos cuentas,

y le daré su merecido.

Les juro que así será».

Dios da a cada uno su merecido

8 Dios también dijo:

«Cuando las uvas están jugosas,

la gente no las desecha,

porque puede sacar mucho vino.

Por eso yo,

por amor a mis servidores,

no destruiré a toda la nación.

9 Haré que Israel y Judá

tengan muchosdescendientes,

y que habiten esta tierra

llena de colinas y montañas.

Mis elegidos poseerán la tierra,

mis servidores habitarán allí.

10 En la llanura de Sarón

habrá muchas ovejas,

y en el valle de Acor

pastará el ganado

que tendrá mi pueblo fiel.

11 »Pero a ustedes,

que se apartan de mí,

que se olvidan de mi templo,

y ofrecen comida y vino

a los dioses de la buena fortuna

y del destino,

12 no les espera nada bueno.

Porque yo los llamé

y ustedes no me respondieron,

les hablé y no me obedecieron;

hicieron lo que no me gusta,

y eligieron lo que no me agrada».

13 Dios también dijo:

«Mis fieles seguidores tendrán comida,

pero ustedes,

los que se apartan de mí,

sentirán hambre;

mis seguidores tendrán agua,

pero ustedes tendrán sed.

»Mis seguidores se alegrarán,

pero ustedes quedarán avergonzados.

14 Ellos cantarán con el corazón alegre,

mientras que ustedes gritarán y llorarán

con el corazón hecho pedazos.

15 »A mis seguidores les daré

un nombre hermoso;

en cambio, el nombre de ustedes

se usará para maldecir a otros.

16 »Yo soy un Dios fiel,

y prometo que mis fieles seguidores

dejarán de sufrir.

Todo el que pida

unabendiciónen el país,

la pedirá en mi nombre,

porque yo cumplo lo que prometo;

y todo el que haga un juramento

jurará en mi nombre,

porque yo cumplo mis juramentos».

El cielo nuevo y la tierra nueva

17-18 Dios dijo:

«Llénense de alegría,

porque voy a crear algo nuevo.

Voy a crear un cielo nuevo

y una tierra nueva.

Todo lo del pasado será olvidado,

y nadie lo recordará más.

»Voy a crear una nueva Jerusalén;

será una ciudad feliz

y en ella vivirá un pueblo alegre.

19 Yo mismo me alegraré con Jerusalén

y haré fiesta con mi pueblo.

En Jerusalén no habrá más llanto

ni se oirán gritos de angustia.

20 »No habrá niños

que mueran al nacer,

ni ancianos que mueran

antes de tiempo.

Morir a los cien años

será morir joven;

no llegar a esa edad

será una maldición.

21-22 »Mi pueblo construirá casas,

y vivirá en ellas;

sembrará viñedos y campos de trigo,

y comerá pan y beberá vino.

Mi pueblo tendrá una larga vida,

y podrá disfrutar del trabajo de sus manos.

23 »Mi pueblo no trabajará en vano,

ni sus hijos morirán antes de tiempo.

Porque yo losbendeciré

a ellos, a sus hijos y a sus nietos.

24 Antes de que me llamen,

yo les responderé;

antes de que terminen de hablar,

ya los habré escuchado.

25 »El lobo y el cordero comerán juntos,

el león comerá pasto como el buey,

y la serpiente solo comerá tierra.

No habrá en toda Jerusalén

nadie que haga daño a los demás.

Les juro que así será».

Isaías 66

Dios es el creador

1 Dios dijo:

«El cielo es mi trono;

sobre la tierra apoyo mis pies.

Nadie puede hacerme una casa

donde pueda descansar.

2 Yo hice todo lo que existe,

y todo me pertenece».

El culto que desagrada a Dios

Dios continuó diciendo:

«Yo miro con bondad

a los pobres y afligidos

que respetan mi palabra.

3 Pero hay gente que meadora

ofreciendo un toro ensacrificio,

y después sale y mata a una persona.

»Hay gente que me sacrifica una oveja

y ofrece a losídolosun perro.

Hay gente que me presenta

ofrendasde cereales

y luego me ofende

ofreciendo a los ídolos sangre de cerdos.

Hay gente que me honra conincienso

y luegobendicea un ídolo.

»Esa gente hace lo que quiere,

porque así lo ha decidido;

4 pero también yo decidiré

con qué desgracias castigarlos.

»Llamé, y nadie me respondió;

hablé, y nadie me obedeció;

hicieron lo que no me gusta

y eligieron lo que no me agrada».

La nueva Jerusalén

5 Isaías dijo:

«Ustedes queadorana Dios,

escuchen su mensaje:

“Algunos de sus compatriotas,

que les tienen mucho odio

porque me adoran,

dicen burlonamente:

‘Que Dios muestre su poder,

a ver si se ponen contentos’.

¡Pero esos que los odian

serán avergonzados!

6 ”Una voz resuena en la ciudad,

una voz se oye desde el templo:

es mi voz,

que reprende a sus enemigos.

7 ”Jerusalén ha dado a luz

antes de sentir dolores de parto.

8 ¿Quién ha oído algo parecido?

¿Quién ha visto algo semejante?

Una nación no nace en un solo día.

Un pueblo no surge de repente.

En cambio la ciudad de Jerusalén,

sí nació en un día.

9 Yo no iba a impedirlo,

porque soy el Dios de la vida.

Les juro que así es”».

La felicidad de Israel

10 Dios dijo:

«Ustedes, los que aman a Jerusalén,

y han llorado con ella,

alégrense ahora y únanse a su alegría.

11 »Así Jerusalén, como una madre,

les dará un alimento delicioso,

y los dejará satisfechos.

12 Yo soy el único Dios;

yo haré que la paz

y las riquezas de las naciones

lleguen hasta Jerusalén

como un río desbordado.

»Jerusalén los llevará en sus brazos,

los alimentará y les mostrará su cariño.

13 »Yo, por mi parte,

los consolaré a ustedes,

como una madre consuela a su hijo.

Así ustedes recibirán consuelo

en la ciudad de Jerusalén».

14 Isaías dijo:

«Cuando vean todo esto,

el corazón se les llenará de alegría

y tendrán nuevas fuerzas.

Porque Dios mostrará

su poder entre sus seguidores

y su enojo entre sus enemigos.

15 Dios llegará en medio del fuego;

sus carros son como un torbellino.

Dios descargará su enojo;

su castigo será como fuego ardiente.

16 Dios juzgará al mundo entero

con el fuego y con la espada,

y serán muchos los muertos».

17-19 Dios dijo:

«Hay gente que entra en los jardines,

y allíadoraa losídolos.

Otros comen carne de cerdo, de ratas

y de otros animalesimpuros.

Pero yo sé bien

lo que esa gente hace y piensa;

por eso, de un solo golpe,

los castigaré.

»Yo mismo vendré,

y les daré una señal

a los que aún queden vivos.

Los enviaré a los pueblos y naciones

para que hablen de mi poder.

Los enviaré a Tarsis,

a Libia y a Lidia,

a Tubal y a Grecia,

y a los más lejanos países del mar.

20 »Ellos harán venir de las naciones

a todos los sobrevivientes de mi pueblo.

A unos los traerán a caballo,

a otros en carruajes,

a lomo de mulas o en camellos.

Serán unaofrendaespecial para mí.

Los traerán hasta Jerusalén

como los israelitas

traen sus ofrendas a mi templo.

Les juro que así será».

21 Dios siguió diciendo:

«A algunos de ellos los elegiré

para que seansacerdotes

y ayudantes en el templo.

22 »La descendencia y el nombre de ustedes

permanecerán para siempre,

así como permanecerán

el cielo nuevo y la tierra nueva

que yo voy a crear.

23-24 »El primer día de cada mes,

y el díasábado, de cada semana,

todos vendrán a adorarme.

»Cuando mi pueblo salga,

verá en el suelo los cadáveres

de los que se rebelaron contra mí.

Allí los gusanos nunca mueren,

y el fuego nunca se apaga.

»¡El mundo entero lo verá

y se llenará de espanto!

Les juro que así será».

Jeremías 1

Introducción

1-3 Yo soy elprofetaJeremías hijo de Hilcías. Soy del pueblo de Anatot, y vengo de una familia desacerdotes. Anatot está en el territorio de latribude Benjamín. Dios me dio el siguiente mensaje, cuando Josías hijo de Amón llevaba trece años como rey de Judá. También me dio otros mensajes durante los reinados de Joacín y de Sedequías, hijos del rey Josías. Sedequías reinó durante once años y cinco meses, pero dejó de ser rey cuando los babilonios lo derrotaron y se llevaron prisioneros a los que vivían en Jerusalén.

Dios llama a Jeremías

4 Dios me dijo:

5 «Yo te elegí antes de que nacieras;

te aparté para que hablaras en mi nombre

a todas las naciones del mundo».

6 Le contesté:

—Dios todopoderoso, yo no sé hablar en público, y todavía soy muy joven.

7-9 Pero Dios me tocó los labios y me dijo:

—No digas que eres muy joven. A partir de este momento tú hablarás por mí. Irás a donde yo te mande, y dirás todo lo que yo te diga. No tengas miedo, que yo estaré a tu lado para cuidarte.

10 Desde hoy tendrás poder sobre reinos y naciones, para destruir o derribar, pero también para levantar y reconstruir.

11-13 Luego Dios me hizo dos preguntas:

—Jeremías, dime, ¿qué ves?

Yo le respondí:

—Veo la rama de un almendro. Sus frutos son los primeros en madurar.

Entonces me dijo:

—Tienes razón. Yo soy el primero en hacer cumplir mis palabras. Pero, ¿qué más ves?

Le respondí:

—Veo en el norte una olla hirviendo, que está por volcarse hacia el sur.

14 Entonces Dios me explicó:

«Desde el norte voy a enviar un terrible castigo sobre todos los que viven en este país.

15 Ya lo he decidido. Estoy reuniendo a todos los reinos del norte, y vendrán y pondrán sus tronos a la entrada misma de Jerusalén. Atacarán a sus habitantes y a todos los que viven en Judá, y se los llevarán presos.

16 Voy a castigar a mi pueblo, porque todos ellos han sido muy malos.Adoraronídolosque ellos mismos hicieron, y les ofrecieronincienso, pero a mí me abandonaron.

17 »Así que, ¡prepárate! Ve y diles todo lo que yo te mando. No les tengas miedo, pues de lo contrario te haré temblar de miedo cuando te enfrentes a ellos.

18 Yo te haré tan fuerte como un poste de hierro, como un portón de bronce, como una ciudad amurallada. Vas a enfrentarte a todas las autoridades de Judá.

19 Esa gente peleará contra ti, pero te aseguro que no te podrán vencer, porque yo estaré a tu lado para cuidarte».

Jeremías 2

Israel se rebela contra su Dios

1 Dios me dijo:

2-3 «Jeremías, ve y diles de mi parte a todos los habitantes de Jerusalén:

“Yo recuerdo, pueblo de Israel,

que en tus primeros años

me amabas solo a mí.

Parecías una novia enamorada

y me seguiste por el desierto,

por tierras donde nada crece.

Tú eras solo mía;

¡fuiste mi primer amor!

Si alguien te hacía algún daño,

sufría las consecuencias.

Te juro que así fue”.

4-5 »Escúchenme, israelitas:

“Yo no traté mal a susantepasados,

sin embargo, ellos se alejaron de mí.

Adoraronaídolosinútiles,

y ellos mismos se volvieron inútiles.

6 Jamás preguntaron por mí,

a pesar de que fui yo

quien los liberó de Egipto,

quien los llevó por el desierto,

por un terreno seco y peligroso,

donde nadie pasa y donde nadie vive.

7 Fui yo quien los trajo a esta buena tierra,

donde hay comida en abundancia.

Pero llegaron ustedes y todo lo ensuciaron;

¡convirtieron mi tierra en un lugar asqueroso!

8 ”Lossacerdotesnunca preguntaron por mí,

los maestros deBibliajamás me conocieron,

los dirigentespecaroncontra mí,

y losprofetasno hablaron en mi nombre.

Todos ellos siguieron a otros dioses

que no sirven para nada,

y en nombre de ellos hablaron.

9 ”Por eso, a ustedes,

a sus hijos y a sus nietos,

los voy a llevar ante los jueces.

Les juro que así lo haré.

10 ”Envíen mensajeros

al desierto de Arabia,

o a las islas del Mediterráneo,

para que se fijen y averigüen

si alguna vez pasó algo parecido.

11 Jamás he conocido a una nación

que haya abandonado a sus dioses,

aun cuando sus dioses sean falsos.

Pero ustedes me cambiaron a mí,

que soy el Dios verdadero y glorioso,

por dioses que no sirven para nada.

12 El universo entero se sorprende

y tiembla de espanto.

Les juro que esto es así.

13-18 ”Ustedes, pueblo mío,

cometieron dos pecados:

me abandonaron a mí,

que soy para ustedes una fuente

de agua que les da vida,

y se hicieron sus propios estanques,

que no retienen el agua.

Yo era su guía,

pero ustedes me rechazaron.

”Israelitas,

¿qué ganan ahora con confiar

en el poder de Egipto

y en el poder de Asiria?

Ustedes son libres;

¡no nacieron siendo esclavos!

¿Por qué ahora los tratan así?

”¡Los soldados de Menfis y Tafnes

han acabado con sus gobernantes!

¡Lanzan rugidos, como leones,

y destruyen el país!

¡Han quemado las ciudades,

y ya nadie vive en ellas!

19 ”Sus propias rebeliones y maldades

demuestran que ustedes son culpables.

Pónganse a pensar, y reconozcan

lo malo y triste que es abandonarme

y no obedecerme.

Les juro que esto es así.

20 ”Hace ya mucho tiempo

que ustedes me abandonaron;

rompieron los lazos que nos unían,

y se negaron a adorarme.

Me traicionaron,

pues en lo alto de las colinas

y bajo todo árbol frondoso,

se entregaron a otros dioses.

21-22 Tan grande es la mancha de su pecado

que ni el mejor jabón del mundo

podrá quitarles esa mancha.

”Yo los he cuidado

como se cuida al mejor viñedo.

Sus antepasados me obedecieron,

pero ustedes son tan rebeldes,

que son como un viñedo

que solo produce uvas podridas.

Les aseguro que esto es así.

23-24 ”¿Cómo se atreven a decir

que no han pecado

ni han adorado a dioses falsos?

¡Miren cómo se portaron

en el valle de Ben-hinom!

¡Admitan todo lo que han hecho!

Son como una burra en celo

cuando anda en busca del macho:

se pone a olfatear el viento,

y en cuanto corre al monte

nadie la puede frenar.

Si el macho la busca,

fácilmente la encuentra.

25-26 ”Ustedes están empeñados

en seguir adorando a dioses extraños,

pero su terquedad los hará sufrir.

Por eso andan descalzos

y muriéndose de sed.

Ustedes y sus autoridades

quedarán avergonzados,

como el ladrón cuando es sorprendido.

27 ”Ustedes, israelitas,

llaman ‘padre’ a un pedazo de madera;

¡llaman ‘madre’ a una piedra!

Me dan la espalda

y no me miran a la cara,

pero en cuanto están en peligro

gritan pidiéndome ayuda.

28 ”¿Y dónde están esos dioses

que ustedes mismos se fabricaron?

¡Que vengan ellos a salvarlos

cuando se encuentren en peligro!

¡Al fin y al cabo,

ustedes tienen más dioses que ciudades!

29 ¡Por qué me acusan,

si todos ustedes me rechazan!

Les juro que es así.

30 ”No tiene caso castigar a sus hijos,

pues no aceptan mis correcciones.

¡Todos ustedes, como leones feroces,

mataron a mis profetas!

31 Pero escúchenme bien

todos los que están presentes:

¡yo no he sido cruel con ustedes

como el ardiente desierto,

ni como la terrible oscuridad de una cueva!

¿Entonces, por qué me dicen

que van a hacer lo que quieran,

y que no volverán a adorarme?

32 No hay novia que se olvide

de su vestido ni de sus joyas,

¡pero ustedes, que son mi pueblo,

hace mucho que se olvidaron de mí!

33 ”Y tú, Judá, eres muy hábil

para conseguirte amantes.

¡De ti aprenden hasta las prostitutas!

34 Tus vestidos están manchados

con la sangre de pobres e inocentes.

Y a pesar de que nunca los viste

cometer ningún delito,

35 todavía te atreves a decir

que no has pecado,

y que yo no estoy enojado contigo.

¡Pues voy a llevarte ante los jueces

por insistir en que eres inocente!

36 Tú cambias de opinión

con mucha facilidad;

pero Egipto te abandonará

como antes te abandonó Asiria.

37 Yo mismo he rechazado

a esos que llamas tus amigos.

Así que volverás de Egipto

derrotada y llena de vergüenza,

¡y de nada te servirá su ayuda!”»

Jeremías 3

1 Dios le dijo al pueblo de Judá:

«Supongamos que un hombre se divorcia, y que luego la que era su esposa se casa con otro hombre; ¿tú crees que el primer esposo volvería a casarse con esa mujer? ¡Claro que no! ¡Eso sería una vergüenza para el país! Entonces, ¿cómo es que tú pretendes volver conmigo? ¡Si tienes más dioses que los amantes que tiene una prostituta! Y esta es la pura verdad.

2 »Mira hacia las colinas desiertas,

y dime dónde no hasadoradodioses extraños.

Te sientas junto a los caminos,

y te ofreces como prostituta

a todos los que pasan.

Con tu infidelidad

has llenado de maldad el país.

3 Por eso no llegan las lluvias,

ni caen aguaceros en la primavera.

No tienes vergüenza;

eres peor que una prostituta.

4 Hasta hace poco me decías

que me querías como a un esposo,

que yo era el novio de tu juventud.

5 También me pediste calmar mi enojo,

pero no hablabas en serio,

pues seguiste haciendo lo malo».

Israel es como una esposa infiel

6 Cuando Josías era rey, Dios me dijo:

«Jeremías, ¿te has fijado en lo que ha hecho mi pueblo Israel? Se ha comportado como una esposa infiel. En los cerros altos y bajo la sombra de cualquier árboladoraa dioses extraños.

7 Después de todo lo malo que había hecho, pensé que se arrepentiría y volvería conmigo; pero no lo hizo. Y el pueblo de Judá se ha comportado igual.

8 Aunque supo que yo rechacé a Israel, me fue infiel y me puso en vergüenza al adorar a otros dioses.

9 »A Israel no le importó traicionarme; al contrario, contaminó el país y me ofendió al adorarídoloshechos de piedra y de madera.

10 Para colmo de males, Judá quiso engañarme diciendo que se había arrepentido. Pero no era verdad. Yo les juro que así fue».

11 Dios también me dijo:

«Jeremías, aunque Israel me fue infiel, al fin de cuentas resultó ser mejor que Judá.

12-13 Así que dirígete al norte y anuncia este mensaje:

“Israel, pueblo infiel, ¡vuélvete a mí!

Me olvidaré por completo de mi enojo,

y te recibiré con los brazos abiertos,

porque soy un Dios bondadoso.

Tan solo te pido que reconozcas tu culpa,

que admitas que te rebelaste contra mí,

que no has querido obedecerme,

y que bajo la sombra de cualquier árbol

has adorado a otros dioses.

Te juro que así es”.

Israel es como un hijo rebelde

14 »¡Vuelvan a mí, israelitas rebeldes! ¡Ustedes son mis hijos! De cada ciudad tomaré a uno de ustedes, y de cada familia tomaré a dos, y los traeré a Jerusalén.

15 Yo les daré gobernantes que actúen como a mí me gusta, para que los guíen consabiduríay con inteligencia.

16 »En el futuro, cuando ustedes hayan poblado el país, no se hablará más delcofre del pacto, ni nadie volverá a acordarse de él. Tampoco volverá a fabricarse uno nuevo, porque ya no será necesario. Les juro que así será.

17 »Cuando llegue ese día, la ciudad de Jerusalén será conocida como “el trono de Dios”. Todas las naciones vendrán a Jerusalén paraadorarme, y ya no se dejarán llevar por los malos deseos de su necio corazón.

18 Entonces los reinos de Israel y de Judá volverán a unirse, y desde el norte volverán a la tierra que les di como herencia a losantepasadosde ustedes.

19 »Pueblo de Israel,

yo quise tratarte como a un hijo.

Pensé en regalarte la mejor tierra,

¡el país más hermoso del mundo!

Creí que me llamarías “Padre”,

y que siempre estarías a mi lado.

20 Pero me fuiste infiel,

pues adoraste a otros dioses.

Te juro que así fue.

21 »Puede oírse por las montañas desiertas,

el llanto angustiado de los israelitas.

Eligieron el camino equivocado,

y a mí, que soy su Dios, me abandonaron.

22 »¡Vuelvan conmigo, hijos rebeldes!

¡Yo los convertiré en hijos obedientes!»

Los israelitas respondieron:

«Dios nuestro, aquí nos tienes.

A ti volvemos, porque eres nuestro Dios.

23 De nada nos sirve ir a las colinas,

ni lanzar nuestros gritos en las montañas.

Solamente en ti, Dios nuestro,

hallaremos nuestra salvación.

24 Desde que éramos jóvenes,

nuestra vergonzosa idolatría

echó a perder a nuestros hijos e hijas,

y perdimos nuestras ovejas y ganados,

y todo lo que consiguieron

nuestros antepasados.

25 Nosotros y nuestros antepasados

hemospecadocontra ti.

Desde que éramos jóvenes,

y hasta el día de hoy,

jamás te hemos obedecido.

Por eso, debemos avergonzarnos

y humillarnos por completo».

Jeremías 4

1 Entonces Dios les contestó:

«Israelitas, si piensan volver,

dejen depecar.

Desháganse de esosídolosasquerosos,

y no se aparten de mí.

2 Cuando juren en mi nombre,

sean sinceros y justos

conmigo y con los demás.

Así, por amor a ustedes

bendeciréa todas las naciones,

y ellas me cantarán alabanzas».

Peligro en el norte

3-4 Dios les dijo a los habitantes de Judá y de Jerusalén:

«Preparen su corazón

para recibir mi mensaje.

Cumplan elpactoque hice con ustedes,

pero cúmplanlo en verdad.

Mi mensaje es como una semilla;

¡no la siembren entre espinos!

Si siguen haciendo lo malo,

mi enojo se encenderá como un fuego

y nadie podrá apagarlo.

5 »¡Anuncien esto a gritos

en Judá y en todo Jerusalén!

¡Hagan sonar la trompeta por todo el país!

¡Avisen a la gente

que corra a protegerse

dentro de las ciudades amuralladas!

6 ¡Vamos, no pierdan tiempo!

¡Corran y pónganse a salvo!

¡Agiten la bandera

en dirección a Jerusalén!

»Yo estoy por mandar desde el norte

la más terrible destrucción.

7 Ya está en marcha un ejército.

Ha salido para destruir naciones,

y también destruirá su país.

Los atacará como si fuera un león

que sale de su cueva.

Las ciudades quedarán en ruinas,

y nadie podrá vivir en ellas.

8 Vístanse con ropa vieja y áspera,

y lloren y griten de dolor,

porque yo sigo enojado con ustedes.

9 »Cuando llegue ese día,

el rey y los gobernantes

se asustarán y temblarán de miedo

y también lossacerdotesy losprofetas.

Les juro que así será».

10 Yo, Jeremías, dije:

«Poderoso Dios de Israel,

¿por qué has engañado

a los que viven en Jerusalén?

¿Por qué les prometiste

que vivirían en paz,

cuando en realidad viven

en constante peligro de muerte?»

11 Y Dios contestó:

«Cuando llegue el día del castigo,

se le dirá a este pueblo de Jerusalén:

“Desde los áridos cerros del desierto

sopla un viento muy caluroso,

y se dirige a Jerusalén,

la capital de nuestro pueblo”.

No se tratará de la suave brisa

que limpia de paja el trigo;

12 el viento que yo haré soplar

será mucho más fuerte.

Ahora mismo dictaré

sentencia contra ellos.

13 »Entonces dirán los israelitas:

“¡Miren cómo avanza el enemigo!

¡Parece el nubarrón de una tormenta!

Sus carros y sus caballos de guerra

son más veloces que las águilas;

¡hasta parecen un huracán!

¿Qué será de nosotros?

¡No tenemos escapatoria!”

14 »Pero yo responderé:

“Jerusalén, todavía puedes salvarte.

Solo tienes que quitarte de la mente

todos esos malos pensamientos.

¿Hasta cuándo vas a dejar

que esos pensamientos te dominen?”

15 »Ya se anuncia la desgracia

desde la ciudad de Dan

y desde los montes de Efraín.

16 Avisen a las naciones,

y adviértanle también a Jerusalén,

que de una tierra lejana

vienen los invasores.

Lanzan gritos de guerra

contra las ciudades de Judá,

17 y las rodearán por completo,

porque ellas se rebelaron contra mí.

Les juro que así será.

18 »Jerusalén, todo esto te pasa

por tu mal comportamiento.

Tu desgracia es tan amarga,

que te hiere el corazón».

Queja de Jeremías

19 «¡No aguanto más este dolor!

¡Mi corazón está por estallar!

¡Estoy tan agitado

que no puedo quedarme callado!

Ya escucho el sonido de la trompeta;

ya oigo los gritos de batalla.

20 Tras un desastre viene otro,

y el país va quedando en ruinas.

De repente me he quedado sin casa,

pues mis campamentos fueron destruidos.

21 Solo veo banderas enemigas

y escucho sus trompetas victoriosas.

¿Hasta cuándo tendré que soportarlo?

22 »Dios dice que no lo conocemos;

que somos hijos necios

que no entendemos nada;

que somos hábiles para hacer lo malo,

pero incapaces de hacer lo bueno.

23 »Veo la tierra:

no tiene forma ni vida;

miro el cielo, y todo es oscuridad.

24 Las montañas tiemblan,

las colinas se estremecen.

25 Me fijo, y no veo a nadie;

todas las aves del cielo se han ido.

26 La tierra que antes era fértil

ahora parece un desierto.

¡Todas las ciudades están en ruinas!

Dios, en su terrible enojo,

hizo que todo esto sucediera».

Destrucción de Jerusalén

27 Dios dice:

«Toda la nación será destruida,

pero no la destruiré por completo.

28 Todo el país se pondrá muy triste,

y el cielo se cubrirá de tinieblas.

Ya he tomado una decisión,

y no voy a cambiarla;

ya lo he resuelto,

y no pienso dar marcha atrás.

29 »Cuando escuchen el ruido

de los soldados y sus caballos,

toda la gente saldrá corriendo;

algunos se meterán en el monte,

otros treparán por las rocas,

y todas las ciudades quedarán abandonadas.

¡No quedará en ellas un solo habitante!

30 »¿En qué piensan ustedes,

habitantes de Jerusalén?

Su ciudad está en ruinas,

y ustedes la visten con ropa fina.

¿Para qué le ponen joyas de oro?

¿Para qué la maquillan,

si Egipto y Asiria la han traicionado

y lo único que buscan es su muerte?»

Habla el profeta

31 «Escucho gritos de dolor.

¿Será acaso una mujer

dando a luz por primera vez?

No, no es eso;

son los gritos de Jerusalén

que ya no puede respirar,

y a gritos pide ayuda.

Con los brazos extendidos, dice:

“¡Me estoy muriendo!

¡He caído en manos de asesinos!”»

Jeremías 5

Pecado de Jerusalén

1 Dios dijo:

«Vayan por las calles de Jerusalén;

miren bien por las plazas,

y busquen a una sola persona buena,

que haga justicia y diga la verdad.

Si la encuentran,

entonces yo perdonaré a la ciudad.

2 Porque ellos juran en mi nombre,

pero nunca cumplen sus promesas».

3 Yo contesté:

«Dios de Israel,

yo sé que tú buscas gente honesta.

Pero este pueblo es muy terco

y más duro que una roca;

no ha querido arrepentirse.

Por eso lo has castigado,

pero parece que no le dolió;

y aunque lo has aplastado,

no ha querido hacerte caso.

4 Yo creía que solo la gente común

se comportaba tontamente,

y no entendía tus órdenes

ni lo que tú quieres que hagan.

5 Entonces decidí hablar con sus jefes,

pues creí que ellos sí entenderían.

Pero también ellos te desobedecieron

y no quisieron hacerte caso.

6 Esta gente hapecadomuchas veces,

y muchas otras te ha traicionado.

Sus enemigos están ahora escondidos

cerca de las ciudades de Judá

y están a punto de atacar.

Vendrán como leones feroces,

como leopardos o lobos del desierto,

¡los atacarán y los harán pedazos!

Todo el que salga de la ciudad

será despedazado».

Respuesta de Dios

7 «Israelitas,

¿qué les hace pensar

que los voy a perdonar?

¡Sus hijos me abandonaron,

y han jurado por dioses falsos!

Yo les di todo lo que necesitaban,

pero ellos me fueron infieles;

¡no hubo uno solo de ellos

que no corriera tras dioses falsos!

8 Parecen caballos en celo:

¡relinchan de ganas por la mujer ajena!

9 Este pueblo merece mi castigo

y debo vengarme de ellos.

Les juro que lo haré.

10-11 »La gente de Israel y de Judá

me traicionó, y ya no es mi pueblo.

¡Que los invada el enemigo!

¡Que les cause grandes daños!

Pero no permitiré

que los destruya del todo.

Juro que así será.

12 »Se han atrevido a negarme;

¡hasta afirman que yo no existo!

Dicen que nada malo les pasará,

que vivirán en paz

y no pasarán hambre.

13-14 Pero yo soy el Dios todopoderoso,

y mis palabras, en tus labios,

serán como un fuego

que los hará arder como leña.

»Tú, Jeremías, les dirás de mi parte:

“Susprofetasno valen nada,

pues no hablan de parte de Dios.

Y ahora, por lo que han dicho,

sufrirán la guerra y el hambre

que jamás pensaron sufrir”.

15 »Israelitas,

yo les aseguro

que voy a lanzar contra ustedes

una nación que viene de lejos.

Es una nación muy poderosa y antigua.

Ustedes no hablan su idioma,

así que no entenderán lo que digan.

16 Tiene guerreros valientes

y cuando disparan sus flechas,

es seguro que alguien muere.

17 Destruirán las ciudades amuralladas,

en las que ustedes se sienten seguros.

Se comerán sus cosechas y su comida,

matarán a sus hijos y a sus hijas,

acabarán con sus ovejas y sus vacas,

y destruirán sus viñas y sus higueras.

18 »Sin embargo, no destruiré por completo a Judá.

19 Y cuando los que sobrevivan te pregunten: “¿Por qué nos hizo todo esto nuestro Dios?”, tú, Jeremías, les contestarás: “Ustedes abandonaron a nuestro Dios, y en su propia tierraadorarona dioses extranjeros. Por eso tendrán que servir a gente extraña en un país que no será el de ustedes”.

20 »Quiero que esto lo sepan todos

en los reinos de Israel y de Judá:

21 Escucha, pueblo tonto y estúpido,

que tiene ojos pero no quiere ver,

que tiene oídos pero no quiere oír.

22 »Yo, su Dios, pregunto:

¿Ya no me quieren obedecer?

¿Ya no me tienen respeto?

Fui yo quien le puso límite al mar

y aunque sus olas se pongan bravas

y hagan mucho ruido,

no van más allá de la playa.

23 Pero este pueblo es muy rebelde;

me abandonó y se fue por mal camino.

24 Jamás se puso a pensar:

“Debemos adorar a nuestro Dios,

pues él es quien nos da la lluvia

cuando más nos hace falta;

nos la manda en otoño y primavera,

y nos deja cosechar a tiempo”.

25 Pero todo esto ha cambiado

por causa de sus muchospecados;

por eso ustedes ya no disfrutan

de todos esos beneficios.

26 Hay entre ustedes gente tan mala,

que cuando ponen trampas

no lo hacen para cazar pájaros

sino para atrapar personas.

27 Sus casas parecen jaulas;

¡pero no están llenas de pájaros,

sino repletas de cosas robadas!

Así fue como se llenaron de plata

y llegaron a ser poderosos.

28 Su maldad no tiene límites.

Están demasiado gordos

y demasiado llenos de orgullo.

No les hacen justicia a los huérfanos,

ni reconocen los derechos de los pobres.

29 ¿Y acaso piensan ustedes

que no los castigaré por todo esto?

¿Qué les hace pensar

que no me voy a vengar de ustedes?

Les juro que sí lo haré.

30 »¡Miren lo que pasa en el país!

¡Esto es algo muy terrible!

31 Los profetas solo dicen mentiras,

lossacerdotesenseñan lo que quieren,

y mi pueblo parece estar feliz.

Pero cuando llegue el desastre,

nadie acudirá en su ayuda».