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Salmos

Salmos 31

Tú eres quien me protege

(1) Himno de David.

1 1 (2)Dios de Israel,

tú eres un Dios justo;

no me dejes pasar vergüenza.

¡Sálvame, pues confío en ti!

2 2 (3)Préstame atención,

ven pronto a socorrerme.

Protégeme como una enorme roca,

rodéame como una alta muralla.

3 3 (4)¡Tú eres la roca que me protege!

¡Tú eres la muralla que me salva!

Guíame y dirígeme,

pues así lo prometiste.

4 4 (5)No me dejes caer en la trampa

que me han puesto mis enemigos;

¡tú eres mi protector!

5 5 (6)Tú eres un Dios fiel.

¡Sálvame!

¡Mi vida está en tus manos!

6 6 (7)Odio a los queadoranídolos,

pues estos no sirven para nada;

¡pero yo en ti confío!

7 7 (8)Tu bondad me llena de alegría,

pues me viste sufrir y me cuidaste,

8 8 (9)me libraste de mis enemigos,

y me diste libertad.

9 9 (10)Dios mío, tenme compasión,

pues estoy muy angustiado,

siento dolor en todo el cuerpo

y mis ojos ya no aguantan más.

10 10 (11)Toda mi vida he sufrido,

toda mi vida he llorado;

mi maldad me debilita,

mis huesos no me sostienen.

11 11 (12)Amigos y enemigos

me ven como poca cosa;

al verme en la calle

se espantan y huyen de mí.

12 12 (13)Me tienen olvidado,

como si ya me hubiera muerto;

¡parezco un vaso hecho pedazos!

13 13 (14)Mucha gente habla mal de mí,

y hasta mí llegan sus chismes

de que parezco un fantasma.

Todos se han puesto en mi contra,

y hasta quieren matarme.

14 14 (15)¡Pero tú eres mi Dios!

¡En ti he puesto mi confianza!

15 15 (16)Mi vida está en tus manos;

¡sálvame de mis enemigos!,

¡sálvame de los que me persiguen!

16 16 (17)Yo estoy a tu servicio:

¡muéstrame tu buena voluntad!

¡Por tu gran amor, sálvame!

17 17 (18)Dios mío,

mira que te estoy llamando;

no me dejes pasar vergüenza.

¡Que pasen vergüenza los malvados!

¡Échalos a la tumba!

18 18 (19)¡Calla a esos mentirosos,

que me desprecian y me humillan!

19 19 (20)Tú eres muy bondadoso

con la gente que te honra;

a la vista de todo el mundo

derramas tu bondad

sobre los que en ti confían.

20 20 (21)Tu presencia los pone a salvo

de los planes malvados;

tú los proteges de la maldad

como protege la gallina a sus pollitos.

21 21 (22)¡Benditoseas, Dios mío!

Cuando yo estuve en problemas

me mostraste tu gran amor.

22 22 (23)Estaba yo tan confundido

que hasta llegué a pensar

que no querías ni verme.

Pero a gritos pedí tu ayuda,

y tú escuchaste mis ruegos.

23 23 (24)Ustedes, los que aman a Dios,

¡demuéstrenle su amor!

Nuestro Dios protege

a los que merecen su confianza,

pero a los orgullosos

les da su merecido.

24 24 (25)Todos ustedes,

los que confían en Dios,

¡anímense y sean valientes!

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Salmos 32

La bendición del perdón

(1a) Poema de David.

1 1 (1b)Dios mío,

tu perdón nos llega a todos

como una bendición;

tu perdón borra

nuestrospecadosy rebeldías.

2 Tú bendices y declaras inocentes,

a los que no actúan con malicia.

3 Mientras no te confesé mi pecado,

las fuerzas se me fueron acabando

de tanto llorar.

4 Me castigabas día y noche,

y fui perdiendo fuerzas,

como una flor que se marchita

bajo el calor del sol.

5 Pero te confesé mi pecado,

y no oculté mi maldad.

Me decidí a reconocer

que había sido rebelde contigo,

y tú, mi Dios, me perdonaste.

6 Por eso los que te amamos

oramos a ti en momentos de angustia.

Cuando vengan los problemas,

no nos podrán alcanzar.

7 Tú eres mi refugio;

tú me libras del peligro,

por eso, con voz fuerte,

canto y festejo mi liberación.

8 Tú me dijiste:

«Yo te voy a instruir;

te voy a enseñar

cómo debes portarte.

Voy a darte buenos consejos

y a cuidar siempre de ti.

9 Los mulos y los caballos

son tercos y no quieren aprender;

para acercarse a ellos

y poderlos controlar,

hay que ponerles rienda y freno.

¡No seas tú como ellos!»

10 A los malvados les esperan

muchos sufrimientos,

pero a los que confían en ti

los cubres con tu gran amor.

11 Ustedes, pueblo de Dios,

¡alábenlo y hagan fiesta!

Y ustedes, los de corazón sincero,

¡canten a Dios con alegría!

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Salmos 33

Alabanzas al Dios creador

1 Ustedes, pueblo de Dios,

¡canten a Dios con alegría!

En labios de gente sincera,

suenan bien las alabanzas.

2 ¡Alaben a Dios con himnos

y con música de arpas!

3 ¡Alábenlo con buena música!

Cántenle canciones

nunca antes escuchadas,

y lancen gritos en su honor.

4-5 Dios es digno de confianza;

Dios ama lo que es justo y recto.

Por todas partes se pueden ver

sus grandes actos de bondad.

6 Con su sola palabra

Dios hizo los cielos,

el sol, la luna y las estrellas,

7 y juntó en un solo lugar

el agua de todos los mares.

8 Habitantes de toda la tierra,

¡honren a Dios!

Habitantes del mundo entero,

¡muéstrenle reverencia!

9 Él creó todo lo que existe

por medio de su palabra.

Bastó una orden suya

para que todo quedara firme.

10 Dios no deja que las naciones

lleven a cabo sus planes;

Dios no deja que los pueblos

realicen sus planes malvados.

11 Pero Dios cumple sus propios planes,

y realiza sus propósitos.

12 ¡Dios mío,

túbendicesal pueblo

que te reconoce como Dios!

¡Tú bendices a la nación

que te acepta como dueño!

13-14 Desde tu trono en el cielo

te fijas en toda la gente;

desde tu trono vigilas

a todos los habitantes del mundo.

15 Tú creaste la mente humana

y sabes bien lo que todos hacen.

16 No hay rey que se salve

por tener muchos soldados,

ni hay valiente que se libre

por tener mucha fuerza.

17 De nada sirven los caballos

para ganar una guerra,

pues a pesar de su fuerza

no pueden salvar a nadie.

18 Pero tú cuidas siempre

de quienes te respetan

y confían en tu amor.

19 En tiempos de escasez,

no los dejas morir de hambre.

20 Tú nos das tu ayuda,

nos proteges como escudo.

Por eso confiamos en ti.

21 Nuestro corazón se alegra

porque en ti confiamos.

22 Dios nuestro,

¡que nunca nos falte tu amor,

pues eso esperamos de ti!

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Salmos 34

Dios cuida de los suyos

(1) Este salmo lo compuso David cuando se presentó ante el rey Abimelec y quiso hacerle creer que estaba loco. Por eso Abimelec le ordenó que saliera de su presencia.

1-2 1-2 (2-3)Dios mío,

¡yo estoy muy orgulloso de ti!

¡Todo el tiempo tebendeciré!

¡Mis labios siempre te alabarán!

Ustedes, los humildes,

¡oigan esto y alégrense conmigo!

3 3 (4)¡Únanse a mí,

y juntos alabemos

la grandeza de Dios!

4 4 (5)Le pedí a Dios que me ayudara,

y su respuesta fue positiva:

¡me libró del miedo que tenía!

5 5 (6)Los que a él acuden

se llenan de alegría

y jamás pasan vergüenzas.

6 6 (7)Yo, que nada valgo,

llamé a Dios, y él me oyó,

y me salvó de todas mis angustias.

7 7 (8)Dios envía a suángel

para que salve del peligro

a todos los que lo honran.

8-10 8-10 (9-11)Dios bendice

a los que en él confían.

Ustedes, pueblo de Dios,

vengan y prueben su bondad;

verán que a quienes loadoran

nunca les falta nada.

Los ricos pasarán hambre,

pero a los que confían en Dios

nunca les faltará nada bueno.

11 11 (12)Vengan conmigo, queridos niños;

¡préstenme atención!

Voy a enseñarles a honrar a Dios.

12 12 (13)Si quieren gozar de la vida

y vivir una vida feliz,

13 13 (14)dejen de hablar mal de otros

y de andar diciendo mentiras;

14 14 (15)aléjense del mal y hagan lo bueno,

y procuren vivir siempre en paz.

15 15 (16)Dios siempre cuida a los suyos

y escucha sus oraciones,

16 16 (17)pero a los que hacen lo malo

les vuelve la espalda

y borra de este mundo su recuerdo.

17 17 (18)Dios escucha a los suyos

y los libra de su angustia.

18 18 (19)Dios siempre está cerca

para salvar a los que no tienen

ni ánimo ni esperanza.

19 19 (20)Los que son de Dios

podrán tener muchos problemas,

pero él los ayuda a vencerlos.

20 20 (21)Dios cuida de ellos

y no sufrirán daño alguno.

21 21 (22)Los malvados tendrán que sufrir

las consecuencias de su maldad,

pues Dios habrá de castigar

a los que odian a su pueblo.

22 22 (23)Dios siempre salva a los suyos;

los que confían en él

no sufrirán ningún castigo.

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Salmos 35

Dios escucha la oración

(1a) Himno de David.

1 1 (1b)Dios mío,

ataca a los que me atacan,

combate a los que me combaten.

2-3 Prepárate para la lucha

y ven en mi ayuda.

¡Preséntales batalla

a los que me persiguen!

¡Prométeme que me salvarás!

4 Pon en completa vergüenza

a los que quieren matarme,

haz que huyan avergonzados

los que buscan mi mal.

5 ¡Que el viento los arrastre

como si fueran paja!

¡Que tuángellos persiga!

6 ¡Que se tropiecen y resbalen

en los caminos por donde andan!

¡Que tu ángel los persiga!

7 No tenían ningún motivo

para tenderme una trampa.

8 ¡Pues que les venga el desastre

antes de que se den cuenta!

¡Que caigan en la trampa

que quisieron tenderme!

9 Yo me quedaré muy contento

con que tú me libres de ellos,

10 y diré con todas mis fuerzas:

«¡No hay otro Dios como tú!

Tú, Dios nuestro,

libras a los pobres e indefensos

del poder de quienes los maltratan».

11 Unos testigos malvados

se levantan para acusarme,

¡pero yo no sé nada

de lo que me preguntan!

12 Lo que más me duele

es que yo los traté bien

y ahora ellos me tratan mal.

13 Cuando se enfermaban,

yo me afligía por ellos.

Tan grande era mi tristeza

que no comía ni me arreglaba.

Más bien, le pedía a Dios

que el enfermo fuera yo.

14 Andaba yo muy triste

y con la cabeza inclinada,

como si hubiera muerto mi madre,

mi hermano o mi amigo.

15-16 Pero cuando me vieron caído,

esos testigos lo festejaron.

Como si fueran unos extraños

a los que yo no conociera,

se pusieron en mi contra

y hablaron mal de mí;

¡sus ojos reflejaban odio!

17 Dios mío,

¿no piensas hacer nada?

¡Esos malvados me quieren destruir!

¡Sálvame la vida,

que es lo único que tengo!

18 Así te alabaré y te daré gracias

delante de todo tu pueblo,

tu pueblo fuerte y numeroso.

19 No dejes que me hagan burla

mis terribles enemigos;

no dejes que se burlen de mí,

pues no tienen por qué odiarme.

20 No hablan de vivir en paz,

sino que inventan mentiras

contra la gente tranquila.

21 Sin pensarlo dos veces, dicen:

«Tú cometiste ese crimen;

¡nosotros mismos lo vimos!»

22 Mi Señor y Dios,

¡tú me conoces mejor que ellos!

¡No te alejes de mí,

ni te niegues a escucharme!

23 ¡Despierta y defiéndeme!

¡Levántate y hazme justicia!

24 Tú eres un Dios justo:

defiéndeme como sabes hacerlo.

¡No dejes que se burlen de mí!

25 No les permitas que digan:

«¡Se cumplió nuestro deseo!

¡Hemos acabado con él!»

26 Pon en completa vergüenza

a todos los que festejan mi mal,

cubre de vergüenza y deshonra

a los que me creen poca cosa,

27 pero haz que griten de alegría

los que desean mi bien.

Permíteles que siempre digan:

«¡Dios es muy grande!

¡Busca el bien de quien le sirve!»

28 Yo, por mi parte,

siempre te alabaré

y diré que eres un Dios de bondad.

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Salmos 36

La inmensa bondad de Dios

(1) Himno de David, fiel servidor de Dios.

1 1 (2)Elpecadorsolo piensa

en cómo hacer lo malo.

No ve ninguna razón

para respetar a Dios.

2 2 (3)Se cree digno de alabanza,

y no reconoce su maldad.

3 3 (4)Cuando habla, miente y ofende;

jamás piensa en hacer el bien.

4 4 (5)Aun cuando está acostado,

solo piensa en hacer lo malo;

no deja su mal camino

ni se aparta de la maldad.

5 5 (6)Dios mío,

tu amor es tan grande

que llega hasta el cielo;

tan grande es tu bondad

que llega hasta las nubes.

6 6 (7)Tus decisiones son justas,

son firmes como las montañas

y profundas como el mar.

¡Hombres y animales

están bajo tu cuidado!

7 7 (8)Dios mío,

¡tu amor es incomparable!

Bajo tu sombra protectora

todos hallamos refugio.

8 8 (9)Con la abundancia de tu casa

nos dejas satisfechos;

en tu río debendiciones

apagas nuestra sed.

9 9 (10)Solo en ti se encuentra

la fuente de la vida,

y solo en tu presencia

podemos ver la luz.

10 10 (11)¡Bendice con tu amor

a todos los que te aman!

¡Salva con tu justicia

a los que son sinceros!

11 11 (12)¡No dejes que los orgullosos

me pongan el pie encima!

¡No permitas que los malvados

hagan conmigo lo que quieran!

12 12 (13)Fíjense en los malvados:

¡han rodado por los suelos,

y no volverán a levantarse!

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Salmos 37

Triunfo del bueno, fracaso del malvado

(1a) Himno de David.

1 1 (1b)No te enojes

por causa de los malvados,

ni sientas envidia

de los malhechores,

2 pues son como la hierba

que al cortarla pronto se seca.

3 Tú debes confiar en Dios.

Dedícate a hacer el bien,

establécete en la tierra

y mantente fiel a Dios.

4 Entrégale a Dios tu amor,

y él te dará lo que más deseas.

5 Pon tu vida en sus manos,

confía plenamente en él,

y él actuará en tu favor;

6 así todos verán con claridad

que tú eres justo y recto.

7 Calla en presencia de Dios,

y espera paciente a que actúe;

no te enojes

por causa de los que prosperan

ni por los que hacen planes malvados.

8 No des lugar al enojo

ni te dejes llevar por la ira;

eso es lo peor que puedes hacer.

9 Los malvados serán destruidos,

pero los que esperan en Dios

recibirán la tierra prometida.

10 Dentro de poco no habrá malvados;

podrás buscar y rebuscar,

pero no encontrarás uno solo.

11 En cambio, la gente humilde

recibirá la tierra prometida

y disfrutará de mucha paz.

12 Los malvados, en su enojo,

miran con rabia a los buenos

y buscan hacerles mal;

13 pero Dios se burla de ellos,

pues sabe que pronto serán destruidos.

14 Los malvados sacan la espada

y preparan sus arcos y flechas

para matar a la gente pobre,

a los que viven honradamente.

15 ¡Pero sus arcos y sus flechas

quedarán hechos pedazos,

y será su propia espada

la que les parta el corazón!

16 Más vale un pobre honrado

que muchos ricos malvados.

17 Dios pondrá fin

al poder de los malvados,

pero apoyará a los que son honrados.

18 Dios conoce la conducta

de los que viven honradamente;

la tierra prometida

será de ellos para siempre.

19 Cuando lleguen los días malos

no pasarán vergüenzas;

cuando otros no tengan comida,

a ellos les sobrará.

20 Los malvados serán destruidos;

¡se desvanecerán como humo!

Los enemigos de Dios se marchitarán

como si fueran flores silvestres.

21 Los malvados piden prestado

y nunca pagan sus deudas,

pero los justos prestan

y dan con generosidad.

22 Los que Dios habendecido

vivirán en la tierra prometida,

pero los que él ha maldecido

serán eliminados.

23 Cuando a Dios le agrada

la conducta de un hombre,

lo ayuda a mantenerse firme.

24 Tal vez tenga tropiezos,

pero no llegará a fracasar

porque Dios le dará su apoyo.

25 Ni antes cuando era joven,

ni ahora que ya soy viejo,

he visto jamás gente honrada

viviendo en la miseria,

ni tampoco que sus hijos

anden pidiendo pan.

26 Cuando la gente honrada regala algo,

siempre lo hace con generosidad;

sus hijos son una bendición.

27 Así que aléjate de la maldad

y haz siempre lo bueno,

así te quedarás para siempre

en la tierra prometida.

28-29 Dios ama la justicia

y jamás abandonará a su pueblo.

¡Siempre lo protegerá!

Los suyos vivirán para siempre

en la tierra prometida,

pero los malvados y sus hijos

serán destruidos por completo.

30 Cuando los buenos hablan,

lo hacen siempre consabiduría,

y siempre dicen lo que es justo.

31 Siempre tienen presentes

las enseñanzas de su Dios;

por eso jamás tienen tropiezos.

32 Los malvados espían a los buenos

para matarlos cuando menos lo esperan,

33 pero Dios no permite

que caigan en sus manos;

y si los llevan a juicio,

no permite que los condenen.

34 Pero tú, confía en Dios

y cumple su voluntad.

Él te pondrá muy en alto

y te dará la tierra prometida.

¡Ya verás con tus propios ojos

cuando los malvados sean destruidos!

35 A mí me ha tocado ver

a gente malvada y grosera,

que se extiende por todos lados

como si fuera un árbol frondoso.

36 Pero esa gente pronto pasa;

en un instante deja de existir;

cuando la buscas, ya no la encuentras.

37 Fíjate bien en la gente honrada,

observa a los que hacen lo bueno;

para esta gente de paz

hay un futuro brillante,

38 pero lospecadores

serán todos destruidos;

¡el único futuro de los malvados

es su total destrucción!

39 Dios salva a los buenos.

Cuando llegan los días malos,

Dios es su único refugio.

40 Dios les brinda su ayuda

y los salva de los malvados;

les da la victoria

porque en él confían.

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Salmos 38

¡Ven en mi ayuda!

(1) Himno de David para cantarlo cuando se presentan las

ofrendas

de

incienso

.

1 1 (2)Dios mío,

si estás enojado, no me reprendas;

si estás furioso, no me castigues.

2 2 (3)Me has herido con tu enojo,

has descargado tu mano sobre mí.

3 3 (4)Tan grande ha sido tu disgusto

que nada sano tengo en el cuerpo;

tan grande ha sido mipecado

que no tengo paz en los huesos.

4 4 (5)Ya no aguanto mi maldad;

¡no soporto carga tan pesada!

5 5 (6)Tan necio he sido,

que hasta mis llagas apestan;

¡están llenas de pus!

6 6 (7)Me siento cansado,

y totalmente deprimido;

todo el día ando muy triste.

7 7 (8)Estoy ardiendo en fiebre;

nada en mi cuerpo está sano.

8 8 (9)Estoy muy débil y adolorido;

tengo la mente aturdida.

¡Por eso me quejo!

9 9 (10)Dios mío, pongo ante ti

mis más grandes deseos;

¡no te los puedo esconder!

10 10 (11)Mi corazón late con ansias,

las fuerzas me abandonan,

la vista se me nubla.

11 11 (12)Mis amigos más queridos

se quedan lejos de mí

por causa de mis males;

mis parientes cercanos

se mantienen a distancia.

12 12 (13)Los que quieren matarme

me ponen trampas;

los que buscan mi mal

amenazan con destruirme,

¡no hay un solo momento

en que no hagan planes contra mí!

13-14 13-14 (14-15)Pero yo cierro los oídos

y hago como que no los oigo;

me hago el mudo y no digo nada.

15 15 (16)Mi Señor y Dios,

yo en ti confío;

tú serás quien les responda.

16 16 (17)Solo una cosa te pido:

si acaso llego a caer,

no les concedas el gusto

de burlarse de mí.

17 17 (18)Casi me doy por vencido;

este dolor no me deja en paz.

18 18 (19)Debo reconocer mi maldad;

me llena de angustia haber pecado.

19 19 (20)Mis enemigos son poderosos,

son muchos y me odian sin razón.

20 20 (21)Yo los traté bien,

y ahora ellos me tratan mal;

procuré su bienestar,

y ahora ellos me atacan.

21-22 21-22 (22-23)Mi Señor y Dios,

¡tú eres mi salvador!

No me abandones;

no te alejes de mí,

¡ven pronto en mi ayuda!

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Salmos 39

La vida es corta

(1) Himno de David y de Jedutún.

1 1 (2)Yo me había propuesto

cuidar mi conducta

y nopecarcon mis palabras,

y hasta taparme la boca

en presencia de gente malvada.

2 2 (3)Así que guardé silencio

y no dije una sola palabra.

Pero eso no me ayudó en nada,

pues mi angustia era mayor:

3 3 (4)¡el corazón me ardía en el pecho!

Mientras más pensaba en esto,

más frustrado me sentía;

al fin abrí la boca y dije:

4 4 (5)«Dios mío,

hazme saber cuál será mi fin,

y cuánto tiempo me queda de vida;

hazme saber cuán corta es mi vida.

5 5 (6)Me has dado una vida muy breve,

¡tan breve que no es nada para ti!

¡Nadie dura más que un suspiro!

6 6 (7)Nuestra vida es pasajera;

de nada nos sirve

amontonar riquezas

si al fin y al cabo

otros se quedarán con ellas.

7 7 (8)»Siendo esto así, Dios mío,

¿qué es lo que puedo esperar?

¡En ti he puesto mi esperanza!

8 8 (9)Líbrame de todos mis pecados;

¡no dejes que esos necios

se burlen de mí!

9 9 (10)»Yo he guardado silencio,

no he abierto la boca;

¡nadie puede pedirte cuentas

de lo que decides hacer!

10 10 (11)Deja ya de castigarme,

pues tus golpes me aniquilan.

11 11 (12)Tú castigas a la gente

y corriges su maldad;

destruyes como polilla

lo que ellos más valoran.

¡Nadie dura más que un suspiro!

12 12 (13)»Dios mío,

oye mi oración,

escucha mi queja,

no desatiendas mi llanto.

Para ti soy un peregrino;

estoy de paso por esta vida,

como misantepasados.

13 13 (14)Ya no me mires así,

y antes de abandonar este mundo

dame un poco de alegría».

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Salmos 40

Dios es mi libertador

(1) Himno de David.

1 1 (2)Toda mi esperanza

la tengo puesta en Dios,

pues aceptó atender mis ruegos.

2 2 (3)Mi vida corría peligro,

y él me libró de la muerte;

me puso sobre una roca,

me puso en lugar seguro.

3 3 (4)Me enseñó un nuevo himno

para cantarle alabanzas.

Muchos, al ver esto,

se sintieron conmovidos

y confiaron en mi Dios.

4 4 (5)Diosbendice

a los que en él confían,

a los que rechazan a los orgullosos

queadorandioses falsos.

5 5 (6)Mi Señor y Dios,

me faltan palabras para contar

los muchos planes y maravillas

que has hecho en nuestro favor.

Quisiera mencionarlos todos,

pero me resulta imposible.

6 6 (7)Tú no pidessacrificios

a cambio de tu perdón;

tan solo nos pides obediencia.

7 7 (8)Por eso te he dicho:

«Aquí me tienes».

Así me lo enseña

laLeyde Moisés.

8 8 (9)Dios mío,

cumplir tu voluntad

es mi más grande alegría;

¡tus enseñanzas las llevo

muy dentro de mí!

9-10 9-10 (10-11)Dios mío, tú bien sabes

que no he guardado silencio.

Siempre he dicho que eres justo.

A todo el mundo le he dicho

que tú eres fiel y salvas.

No le he ocultado a tu pueblo

tu gran fidelidad.

11 11 (12)Y tú, Dios mío,

no me dejes sin tus cuidados;

por tu gran fidelidad,

nunca dejes de protegerme.

12 12 (13)Son tantas mis maldades

que no las puedo contar;

me dominan,

me tienen acorralado,

ya no puedo ver,

ya no me quedan fuerzas.

¡Tengo máspecados

que pelos en la cabeza!

13 13 (14)Dios mío,

¡líbrame, por favor!,

¡ven pronto en mi ayuda!

14 14 (15)Confunde y avergüenza

a todos los que quieren matarme;

haz que huyan derrotados

todos los que desean mi mal;

15 15 (16)derrota y avergüenza

a los que se burlan de mí.

16 16 (17)Pero deja que se alegren

los que en tu templo te adoran;

que digan siempre

los que aman tu salvación:

«¡Nuestro Dios es poderoso!»

17 17 (18)Y a mí, Señor y Dios,

¡no me olvides,

pues estoy pobre e indefenso!

No te tardes,

pues tú eres quien me ayuda;

¡tú eres mi libertador!