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Números 21

Israel conquista y destruye Hormá

1 Había en el desierto del sur un rey cananeo que vivía en la ciudad de Arad. Cuando este rey supo que los israelitas venían por el camino de Atarim, los atacó y se llevó presos a algunos de ellos.

2 Entonces los israelitas oraron a Dios y le hicieron esta promesa: «Si nos ayudas a vencer a ese rey y a su pueblo, nosotros destruiremos por completo todas sus ciudades».

3 Dios les concedió lo que pidieron, y los ayudó a vencer a sus enemigos. Así fue como los israelitas mataron a los cananeos y destruyeron todas sus ciudades. Por eso llamaron a ese lugar Hormá.

La serpiente de bronce

4 Del monte Hor los israelitas se fueron hacia el Mar de los Juncos, pero evitaron pasar por el territorio de Edom. En el camino, la gente se desesperó

5 y comenzó a protestar contra Dios. Le decían a Moisés: «¿Para qué nos sacaste de Egipto? ¿Solo para darnos muerte en el desierto? ¡No tenemos pan ni agua, y ya estamos cansados de esa comida tan desabrida!»

6 Entonces Dios les mandó serpientes venenosas, para que los mordieran. La gente que era mordida se moría, y fueron muchos los que murieron.

7 Por eso fueron a decirle a Moisés: «Reconocemos que no hemos hecho bien al protestar contra Dios y contra ti. ¡Por favor, pídele a Dios que se lleve de aquí las serpientes!»

Moisés le pidió a Dios que perdonara a los israelitas,

8 y Dios le contestó: «Haz una serpiente de bronce y ponla en un asta. Si alguna serpiente los muerde, diles que miren a la serpiente de bronce y sanarán».

9 Y así sucedió. Moisés hizo una serpiente de bronce y la puso en un asta. Y cuando alguna serpiente mordía a alguien, esa persona miraba a la serpiente de bronce y así no le pasaba nada.

Los israelitas siguen su camino

10 Los israelitas siguieron su camino, y llegaron a Obot.

11 De allí se fueron al este del territorio de Moab y acamparon en un lugar llamado Iié-abarim, que está en el desierto.

12 Más tarde acamparon en el arroyo Zéred,

13 y de allí se fueron al otro lado del río Arnón. Ese río separa el territorio de Moab del territorio de los amorreos, y está en pleno desierto.

14 Acerca de esto, en el Libro de las Guerras de Dios hay un texto que dice:

«Viajamos por Vaheb,

en el territorio de Sufá,

y por los arroyos del río Arnón.

15 También bordeamos los arroyos

que llegan hasta el territorio de Ar

y que están en la frontera de Moab».

16 Del río Arnón, los israelitas se fueron a un lugar llamado Pozo. Allí está el pozo donde, por órdenes de Dios, Moisés reunió a los israelitas y les dio a beber agua.

17 Ese día los israelitas cantaron:

«¡Que brote agua del pozo!

¡Nosotros le cantaremos canciones!

18 Ese pozo lo hicieron los príncipes,

con sus varas y sus bastones».

Cuando se fueron del desierto, los israelitas pasaron por Mataná,

19 Nahaliel, Bamot

20 y por el valle que está en el territorio de Moab. Finalmente, llegaron a la cumbre del monte Pisgá, desde donde se ve el desierto.

Los israelitas vencen al rey Sihón

21 Los israelitas le enviaron este mensaje a Sihón, que era rey de los amorreos:

22 «Por favor, déjenos usted pasar por su territorio. Le prometemos no meternos en sus campos sembrados ni en sus viñedos, ni beber agua de sus pozos. Nos mantendremos en el camino principal hasta salir de su país».

23 Pero el rey Sihón, en vez de darles permiso de cruzar su país, reunió a su ejército y atacó a los israelitas en el desierto, cerca del pueblo llamado Jahas.

24-25 Pero los israelitas lo vencieron y se adueñaron de todo el país.

Así fue como los israelitas se quedaron a vivir en todas las ciudades amorreas, es decir, en Hesbón y en todas las ciudades que hay entre el río Arnón y el río Jaboc. En este río empieza el país de los amonitas, que está bien vigilado por su ejército.

26 En Hesbón vivía el rey Sihón, que había estado en guerra con el anterior rey de Moab y le había quitado todo ese territorio, hasta el río Arnón.

27 Como dice la canción:

«¡Reconstruyan y arreglen Hesbón,

la ciudad capital del rey Sihón!

28 »Desde Hesbón salió un fuego

y quemó todo el territorio;

desde Ar, en el territorio de Moab,

hasta las alturas del Arnón.

29 »¡Pobre de ti, Moab!

¡Qué mal te fue,

pueblo del dios Quemós!

Ese dios dejó que el rey Sihón

se llevara presos a tus hijos

y también a tus hijas.

30 »Todo Hesbón quedó destruido;

de Dibón a Nófah,

todo quedó en ruinas.

¡Hasta Medebá llegó el fuego!»

31 Así fue como los israelitas se quedaron a vivir en el territorio de los amorreos.

Israel vence al rey de Basán

32 Moisés envió espías a la ciudad de Jazer. Y los israelitas conquistaron esa ciudad y todos los pueblos cercanos, y echaron fuera a todos los amorreos que allí vivían.

33 Después se fueron al territorio de Basán, pero el rey Og fue a Edrei con todo su ejército para pelear contra ellos.

34 Entonces Dios le dijo a Moisés:

«No le tengas miedo a Og. Con mi ayuda, lo vas a vencer a él y a todo su ejército. Pero quiero que hagas con él lo mismo que hiciste con Sihón, el rey amorreo».

35 Así fue como los israelitas mataron a Og, a su ejército y a toda su gente, y se quedaron a vivir en su país.

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Números 22

La historia de Balac y Balaam

1 Los israelitas continuaron su viaje y pusieron su campamento en el valle de Moab, que está al este del río Jordán, frente a Jericó.

2-4 Balac hijo de Sipor, era el rey de Moab.

Cuando Balac supo todo lo que los israelitas les habían hecho a los amorreos, él y todo el pueblo de Moab se llenaron de miedo, pues los israelitas eran muchísimos. Entonces, la gente de Moab mandó a llamar a los jefes madianitas, y les dijeron: «Los israelitas van a acabar con todo lo que tenemos, como las vacas acaban con el pasto del campo».

5 En aquel tiempo, Balaam hijo de Beor vivía con su familia en Petor, ciudad que estaba junto al río Éufrates. Balac envió a los jefes de su país con este mensaje para Balaam:

«Un pueblo enorme que huyó de Egipto ha acampado frente a nuestro territorio,

6 y es demasiado poderoso para nosotros. ¿Podrías venir para echarles una maldición? Yo sé que cuando túbendicesa alguien, le va bien, y que cuando lo maldices, le va mal en todo. Por favor, ven y maldice al pueblo de Israel. Tal vez yo pueda vencerlo y expulsarlo de este territorio».

7 Loslíderesde Moab y de Madián le llevaron el mensaje a Balaam. También le llevaron dinero para que maldijera a los israelitas.

8 Y Balaam les dijo: «Quédense aquí esta noche. Mañana les diré lo que Dios quiere que yo haga».

Así lo hicieron.

9 Esa noche Dios se le apareció a Balaam y le preguntó:

—¿Quiénes son esos hombres que están contigo?

10 Balaam contestó:

—Vienen de Moab; son mensajeros del rey Balac.

11 El rey los ha mandado aquí para que yo eche una maldición sobre un pueblo que se escapó de Egipto. Puesto que acamparon frente al territorio de Moab, el rey quiere expulsarlos de allá.

12 Entonces Dios le ordenó a Balaam:

—No vayas con esos hombres, ni le eches la maldición a ese pueblo, pues yo haré que le vaya bien en todo.

13 Al día siguiente, Balaam se levantó y les dio a aquellos hombres el mensaje que Dios le había dado: «Regresen a su país, porque Dios no me deja ir con ustedes».

14 Los jefes de Moab regresaron y le dijeron a Balac que Balaam no había querido venir con ellos.

15 Entonces Balac envió a un grupo grande de los jefes más importantes de Moab.

16 Cuando llegaron a donde estaba Balaam, le dieron el mensaje del rey: «Ven de inmediato; no te resistas.

17 Si maldices a ese pueblo, te pagaré todo el dinero que quieras y te haré muy importante».

18 Pero a pesar de eso, Balaam dijo:

«Aunque Balac me ofrezca su palacio repleto de oro y de plata, no haré lo que me pide. ¡No puedo desobedecer al Dios de Israel!

19 Quédense aquí esta noche, y veremos qué me pide hacer Dios».

20 Esa noche Dios le dijo a Balaam: «Si esos hombres quieren que vayas con ellos, ve; pero solo harás lo que yo te diga».

21 Balaam se levantó muy temprano, ensilló su burra y se fue con los jefes de Moab.

22 Pero Dios se enojó mucho con Balaam por haberse ido con ellos. Por eso, elángelde Dios se puso en medio del camino para no dejarlo pasar.

Balaam iba montado en su burra, y sus dos ayudantes iban con él.

23 Cuando la burra vio al ángel de Dios, parado en el camino y listo para atacar a Balaam con una espada, se salió del camino. Sin pensarlo más, Balaam le pegó a la burra para que regresara al camino.

24 Entonces el ángel de Dios se puso en un camino muy angosto, en medio de los muros de piedra de dos viñedos.

25 Cuando la burra vio al ángel, se hizo a un lado y le aplastó a Balaam el pie contra el muro. Entonces Balaam volvió a pegarle.

26 Luego el ángel se adelantó y se plantó en un lugar tan angosto que nadie podía moverse ni a un lado ni al otro.

27 Cuando la burra vio al ángel, se echó al suelo y ya no quiso dar ni un paso más. Balaam se enojó muchísimo y golpeó a la burra con un palo.

28 En ese momento, Dios hizo que la burra hablara y le dijera a Balaam:

—¿Qué te he hecho? ¿Por qué me golpeaste tres veces?

Balaam respondió:

29 —¡Te burlaste de mí! ¡Si tuviera una espada en la mano, te mataría ahora mismo!

30 La burra replicó:

—¡Yo soy tu burra! ¡Toda la vida te he llevado por todos lados, y nunca te he tratado mal, como hoy lo has hecho conmigo!

—Tienes razón —contestó Balaam.

31 En ese mismo instante, Dios permitió que Balaam viera al ángel, parado en el camino y listo para atacarlo con su espada. Balaam, entonces, se arrodilló hasta tocar el suelo con su frente,

32 y el ángel de Dios le dijo:

—¿Por qué golpeaste a tu burra tres veces? Yo fui quien te cerró el camino, porque no me parece que debas ir a Moab.

33 Si tu burra no me hubiera visto ni se hubiera parado tres veces, ya te habría matado, y a ella la habría dejado con vida.

34 Balaam respondió:

—Perdóneme, Señor. Me he portado muy mal. Yo no sabía que usted intentaba detenerme en el camino. Si usted no quiere que vaya a Moab, ahora mismo regresaré a mi casa.

35 Y el ángel de Dios le contestó:

—Ve con ellos, pero solo vas a decir lo que yo te diga.

Balaam se fue entonces con los jefes que había enviado Balac.

36 Cuando Balac supo que Balaam se acercaba, salió a recibirlo a un pueblo en la frontera norte del país.

37 Allí Balac le dijo a Balaam:

—¿Por qué no viniste cuando te llamé? ¿Creíste que no te daría lo que te ofrecí?

38 Y Balaam contestó:

—Aquí me tienes, pero solo diré lo que Dios me ordene.

39 Y Balaam fue con Balac a Quiriat-husot.

40 Allí Balac presentó bueyes y ovejas comoofrendaa Dios, e hizo un banquete para Balaam y los mensajeros.

41 Al otro día, Balac llevó a Balaam a Bamot-baal. Desde allí se podía ver parte del campamento de los israelitas.

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Números 23

Balaam bendice a los israelitas

1 Entonces Balaam le dijo a Balac: «Levanta aquí siete altares para que yo presente siete toros y siete carneros comoofrendaa Dios».

2 Balac hizo lo que Balaam le pidió. Luego los dos mataron a los toros y a los carneros, y colocaron un toro y un carnero en cada altar.

3 Entonces Balaam le dijo a Balac: «Quédate aquí. Yo debo esperar a que Dios venga y me diga lo que debo hacer».

Balaam se fue a un lugar alto y solitario.

4 Mientras él estaba allí, Dios se le apareció. Entonces Balaam le dijo:

—He presentado como ofrenda en tu honor siete toros y siete carneros en siete altares que mandé a construir.

5 Dios, entonces, le dio a Balaam este mensaje:

—Regresa a donde está Balac y repite el mensaje que te he dado.

6 Balaam regresó a donde estaban los altares y se encontró con Balac y todos los jefes de Moab.

7 Allí Balaam se puso a cantar:

«Balac, rey de Moab,

me trajo de los cerros de Arabia,

para maldecir a los israelitas

y para condenarlos.

8 »Pero no puedo oponerme

a lo que Dios me dijo:

“No maldigas a mi pueblo

ni lo condenes”.

9 »Desde lo más alto de las montañas

contemplo a ese pueblo especial.

Sí, desde las alturas

contemplo a ese pueblo obediente.

10 »¡Los israelitas son gente buena!

No hay quien pueda contarlos.

¡Los israelitas son gente de paz!

¡Ojalá llegue a ser como ellos!»

11 Al oír esto, Balac se quejó con Balaam:

—¿Qué te pasa? ¡Te traje para que maldigas a mis enemigos, y has hecho todo lo contrario!

Pero Balaam contestó:

12 —Yo solo puedo decir lo que Dios me manda.

Segunda bendición de Balaam

13 Entonces Balac le dijo:

—Ven conmigo, te llevaré a otro lugar. Quizá te animes a maldecir a ese pueblo si solo ves a un grupo pequeño.

14 Balac lo llevó al campo de Sofim, a la parte más alta del monte Pisgá. Allí construyó siete altares, y en cada uno de ellossacrificóun toro y un carnero.

15 Luego Balaam le dijo a Balac: «Espérame aquí, junto a los altares, mientras yo voy a encontrarme con Dios».

16 Dios se le apareció a Balaam, y le dio este mensaje: «Regresa a donde está Balac, y repite el mensaje que te he dado».

17 Balaam regresó y encontró a Balac y a los jefes de Moab junto a los altares. Entonces Balac le preguntó:

—¿Qué te dijo Dios?

18 Y Balaam se puso a cantar:

«Balac hijo de Sipor,

¡levántate y óyeme bien!

19 »¡Dios no es como nosotros!

No dice mentira alguna

ni cambia de parecer.

Dios cumple lo que promete.

20 »Dios me ordenó

bendecir a su pueblo.

Él así lo mandó,

y no puedo evitarlo.

21 »Dios es el rey de Israel.

Él vive en medio de su pueblo.

Dios no les desea el mal

ni quiere causarles daño.

22 »Con una fuerza mayor

que la del búfalo,

Dios liberó de Egipto

a su pueblo.

23 »No hay brujería que funcione

contra el pueblo de Dios.

¡Miren todo lo bueno

que Dios ha hecho por él!

24 »Es como una manada de leones,

lista para atacar a su presa.

Israel no descansará

hasta ver vencido a su enemigo».

25 Entonces Balac le dijo a Balaam:

—¡Si no puedes maldecir a este pueblo, por lo menos no le desees que le vaya bien!

26 Pero Balaam le respondió:

—¡Ya te dije que no puedo desobedecer a Dios!

Tercera bendición de Balaam

27 Balac le volvió a decir:

—Ven. Te voy a llevar a otro lado. A lo mejor desde allí Dios te permite maldecir a los israelitas.

28 Y Balac llevó a Balaam a la parte más alta del monte Peor. Desde allí se puede ver todo el desierto.

29 Balaam le dijo a Balac:

—Construye siete altares para ofrecerle a Dios siete toros y siete carneros.

30 Cuando Balac terminó de construir los altares, Balaam presentó comoofrendaun toro y un carnero en cada altar.

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Números 24

1 Como Balaam ya sabía lo que Dios quería, no hizo nada para que se le apareciera. Más bien se quedó mirando hacia el desierto.

2 Y cuando vio a todo el pueblo de Israel en sus tiendas de campaña, el espíritu de Dios tomó control de él,

3 y Balaam se puso a cantar:

«Soy Balaam hijo de Beor,

y sé muy bien lo que Dios quiere.

¡Escuchen mi mensaje!

4 »Hablo en nombre de Dios,

el Todopoderoso.

Yo sé lo que él quiere,

pues estuve frente a él.

5 »¡Qué bonitas tiendas de campaña

tienen ustedes, los israelitas!

¡Qué hermoso es tu campamento,

pueblo de Israel!

6 »Pareces una fila de palmeras;

un jardín a orillas de un río.

Eres como flores que Dios plantó;

como árboles junto al manantial.

7 »Tú y tusdescendientes

serán como huerta junto al agua.

Tu rey será más poderoso que Agag,

y tu reino, más grande y más famoso.

8 »Dios te sacó de Egipto, Israel.

Te sacó con una fuerza increíble,

como la fuerza del búfalo.

Ahora, destruirás a tus enemigos,

los herirás con flechas

y les romperás los huesos.

9 »Como un león que descansa

después de atacar.

Así eres tú, Israel.

¡Nadie se atreverá

a molestarte!

A los que te hagan bien,

bien les irá.

Pero a los que te hagan mal,

mal les irá».

10 Al oír esto, Balac cerró el puño y con furia golpeó la palma de su otra mano. Y le dijo a Balaam:

—Te mandé llamar para que maldijeras a mis enemigos, y ya van tres veces que losbendices.

11 ¡Vete ahora mismo a tu casa! Yo había prometido hacerte rico, pero Dios no te lo ha permitido; ¡no te daré nada!

12 Balaam le respondió:

—Yo les advertí a tus mensajeros que,

13 aunque me dieras tu palacio repleto de oro y plata, no podría desobedecer a Dios. ¡Solo puedo decir lo que él me manda!

14 Ya me voy, pero antes te voy a anunciar lo que el pueblo de Israel le hará a tu pueblo en el futuro.

15 Yo soy Balaam hijo de Beor, y esta es mi canción:

»He escuchado

este mensaje con claridad;

16 sí, he escuchado

la palabra de Dios.

Mi conocimiento

viene del Dios altísimo,

y mivisiónla he recibido

del Dios todopoderoso.

17 »Lo que Dios me mostró no ha sucedido;

todavía está en el futuro.

Se levantará en Israel un rey

que brillará como una estrella.

Derrotará al pueblo de Moab;

destruirá a los que han hecho

del desierto su hogar.

18 Conquistará al país de Edom

y vencerá a todos sus enemigos.

19 »Del pueblo de Jacob

saldrá un conquistador.

Él destruirá hasta los pocos

que queden en las ciudades.

20 Dicho esto, Balaam miró hacia donde estaba el pueblo de Amalec y se puso a cantar:

«Amalec era nación poderosa;

más poderosa que todas.

Pero pronto será destruida».

21 Luego miró Balaam hacia donde estaban los quenitas, y cantó lo siguiente:

«Descendientes de Caín,

sus casas son muy fuertes

y sus refugios como una roca.

22 Pero al fin, todo será destruido

y los asirios los harán esclavos».

23 Para terminar, Balaam volvió a cantar:

«¡Pobres de los que estén vivos

cuando Dios haga todo esto.

24 Vendrán los barcos de Chipre

y destruirán a todas las ciudades

de Asiria y de Éber!»

25 Luego Balaam regresó a su casa, y Balac se fue a su país.

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Números 25

Los israelitas adoran a Baal-peor

1 Cuando estaban en Sitim, los israelitas tuvieron relaciones sexuales prohibidas con las mujeres moabitas.

2 Ellas los invitaron a sus fiestas. Allí comieron juntos y adoraron a los dioses de los moabitas.

3 Fue así como el pueblo de Israel adoró al dios Baal-peor.

Entonces Dios se enojó muchísimo,

4 y le dijo a Moisés:

«Toma presos a todos los jefes del pueblo, y cuélgalos en postes comoofrendaen mi honor. Hazlo a plena luz del día; solo así me calmaré y ya no estaré enojado contra el pueblo de Israel».

5 Enseguida Moisés fue a ver a los jueces de Israel, y les dio esta orden:

«Cada uno de ustedes debe matar a los miembros de sutribuque hayan adorado a Baal-peor».

Y así lo hicieron.

6 Pero mientras Moisés y los israelitas lloraban a la entrada del santuario, vieron que un israelita metía en su tienda de campaña a una mujer madianita.

7 Entonces Finees, el hijo de Eleazar y nieto de Aarón, tomó su lanza,

8 fue a la tienda de ese israelita, y atravesó con su lanza al israelita y a la madianita. Así se detuvo el castigo de Dios contra Israel.

9 Sin embargo, para ese entonces ya habían muerto veinticuatro mil israelitas.

Promesa de Dios a favor de Finees

10 Dios le dijo a Moisés:

11 «Finees es como yo: no permite que seadorea otros dioses en lugar mío. Por eso logró que yo calmara mi furia y que dejara de castigar a los israelitas.

12-13 Él demostró que me quiere, y logró que yo perdonara a los israelitas; por esa razón, hoy hago un trato especial con él y con susdescendientes: ellos serán siempre missacerdotes».

14 El nombre del israelita muerto era Zimrí, hijo de Salú y jefe de una familia de latribude Simeón.

15-19 La madianita que murió se llamaba Cozbí. Era hija de Sur, el jefe de una familia importante de Madián. Por eso, después de la plaga, Dios le dijo a Moisés que atacara a los madianitas y los venciera, pues ellos eran en realidad los responsables de que los israelitas adoraran al dios Baal-peor.

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Números 26

El nuevo censo

1 Dios habló con Moisés y con Eleazar, hijo delsacerdoteAarón, y les mandó lo siguiente:

2 «Vean cuántos varones israelitas hay, que tengan más de veinte años de edad. Quiero que anoten en una lista los nombres de los que puedan ir a la guerra. Esa lista debe hacerse de acuerdo a la familia a la que pertenezcan».

3 Cuando estaban en el territorio de Moab, junto al río Jordán y frente a la ciudad de Jericó, Moisés y Eleazar les ordenaron a los israelitas

4 que hicieran todo tal y como Dios les mandó. Estos son los que salieron de Egipto y fueron anotados en la lista:

5 Los hijos de Rubén, hijo mayor de Jacob, fueron:

Henoc,

Falú,

6 Hesrón y

Carmí.

7 De todas las familias de Rubén se contaron cuarenta y tres mil setecientos treinta hombres.

8 Falú tuvo un hijo: Eliab.

9 Eliab tuvo tres hijos:

Nemuel,

Datán y

Abiram.

Datán y Abiram eran parte del grupo de Coré, que se rebeló contra Dios y contra Moisés y Aarón.

10 Por esa razón, la tierra se abrió y se los tragó. Era un grupo de doscientas cincuenta personas. Todas ellas murieron quemadas, y así el pueblo vio cómo Dios castiga a los que no lo obedecen.

11 Solo los hijos de Coré permanecieron vivos.

12 Los grupos familiares que descendían de Simeón fueron:

Nemuel,

Jamín,

Jaquín,

13 Zérah y

Saúl.

14 De sus familias se contaron veintidós mil doscientos hombres.

15 Los grupos familiares que descendían de Gad fueron:

Sefón,

Haguí,

Suní,

16 Ozní,

Erí,

17 Arod y

Arelí.

18 De sus familias se contaron cuarenta mil quinientos hombres.

19-20 Los grupos familiares que descendían de Judá fueron:

Er,

Onán,

Selá,

Fares y

Zérah.

Er y Onán murieron en el territorio de Canaán, y por eso no fueron contados.

21 Fares tuvo dos hijos:

Hesrón y

Hamul.

22 De todas las familias de Judá se contaron setenta y seis mil quinientos hombres.

23 Los grupos familiares que descendían de Isacar fueron:

Tolá,

Puvá,

24 Jasub y

Simrón.

25 De todas sus familias se contaron sesenta y cuatro mil trescientos hombres.

26 Los grupos familiares que descendían de Zabulón fueron:

Séred,

Elón y

Jahleel.

27 De todas sus familias se contaron sesenta mil quinientos hombres.

28 Los grupos familiares que descendían de José fueron:

Manasés y

Efraín.

29 Manasés tuvo un hijo: Maquir.

Maquir tuvo un hijo:

Galaad.

30 Los grupos familiares de Galaad fueron seis:

Iéser,

Hélec,

31 Asriel,

Siquem,

32 Semidá y

Héfer.

33 Héfer tuvo un hijo: Selofhad.

Selofhad no tuvo hijos, sino hijas:

Mahlá,

Noá,

Hoglá,

Milcá y

Tirsá.

34 De todas las familias de Manasés se contaron cincuenta y dos mil setecientos hombres.

35 Los grupos familiares que descendían de Efraín fueron:

Sutélah,

Béquer y

Tahán.

36 Losdescendientesde Sutélah formaron el grupo familiar de Erán.

37 De todas las familias de Efraín se contaron treinta y dos mil quinientos hombres. Estos y los de latribude Manasés fueron los descendientes de José.

38 Los grupos familiares que descendían de Benjamín fueron:

Bela,

Asbel,

Ahiram,

39 Sufam y

Hufam.

40 Bela tuvo dos hijos:

Ard y

Naamán.

41 De todas las familias de Benjamín se contaron cuarenta y cinco mil seiscientos hombres.

42-43 Dan tuvo un hijo, y de sus descendientes se formó un grupo familiar: Suham. De este grupo familiar se contaron sesenta y cuatro mil cuatrocientos hombres.

44 Los grupos familiares que descendían de Aser fueron:

Imná,

Isví y

Beriá.

45 Beriá tuvo dos hijos:

Heber y

Malquiel.

46 Aser también tuvo una hija llamada Sérah.

47 De todas las familias de Aser se contaron cincuenta y tres mil cuatrocientos hombres.

48 Los grupos familiares que descendían de Neftalí fueron:

Jahseel,

Guní,

49 Jezer y

Silem.

50 De todas sus familias se contaron cuarenta y cinco mil cuatrocientos hombres.

51 Todos los israelitas que se contaron y anotaron fueron seiscientos un mil setecientos treinta hombres.

Cómo repartir el territorio

52 Dios volvió a hablar con Moisés, y le mandó:

53 «Ahora repartirán el territorio entre toda la gente que acaban de contar.

54 A las familias más grandes les darán más terrenos. A las familias más pequeñas les darán menos terrenos. Se le debe dar una parcela a cada familia anotada en la lista.

55-56 Repartirán el territorio mediante un sorteo entre las familias grandes y entre las pequeñas. Todo se repartirá por orden, de acuerdo a la tribu y a la familia a que pertenezcan».

Las familias descendientes de Leví

57-58 También contaron a todas las familias que descendían de Leví, quien tuvo tres hijos:

Guersón,

Quehat y

Merarí.

Así se formaron tres grupos familiares; y de estos, surgieron otros cinco grupos familiares:

Libní,

Hebrón,

Quehat,

Mahlí y

Musí.

Quehat tuvo un hijo: Amram.

59 Amram se casó con una hija de Leví que se llamaba Jocabed. Ella nació cuando Leví todavía estaba en Egipto. Amram y Jocabed tuvieron dos hijos y una hija:

Aarón,

Moisés y

María.

60 Aarón tuvo cuatro hijos:

Nadab,

Abihú,

Itamar y

Eleazar.

61 Pero Nadab y Abihú murieron por haber prendido elinciensodel santuario sin seguir las instrucciones exactas que Dios había dado.

62 El número total de varones descendientes de Leví, mayores de un mes, fue de veintitrés mil. A ellos no se les contó junto con los demás israelitas porque no se les dio ningún terreno.

63 Esta es la lista de todos los israelitas que contaron Moisés y elsacerdoteEleazar cuando estaban en las llanuras de Moab, junto al río Jordán y frente a la ciudad de Jericó.

64 En esta lista no aparece ninguno de los hombres que Moisés y Aarón contaron la primera vez en el desierto de Sinaí.

65 Todos ellos murieron en el desierto, como castigo de Dios. Los únicos que quedaron con vida fueron Caleb y Josué.

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Números 27

Las hijas de Selofhad

1 Había en Israel un hombre llamado Selofhad, que era hijo de Héfer, nieto de Galaad, y bisnieto de Maquir. Todos ellos eran de latribude Manasés, el hijo de José.

Selofhad tenía cinco hijas que se llamaban Mahlá, Noá, Hoglá, Milcá y Tirsá.

2 En cierta ocasión, ellas fueron a la entrada del santuario para hablar con Moisés, Eleazar, los jefes del pueblo y todos los israelitas. Y les dijeron:

3 «Nuestro padre no fue uno de los que siguieron a Coré para rebelarse contra Dios. Sin embargo, también murió en el desierto a causa de suspecados. Él nunca tuvo un hijo varón,

4 pero no es justo que por eso su nombre sea borrado de la lista de su familia. Es injusto que ahora no nos entreguen sus terrenos. Nosotras les rogamos que nos den un terreno, para vivir entre nuestros familiares».

5 Moisés fue a consultar a Dios,

6 y Dios le contestó:

7 «Las hijas de Selofhad tienen razón. Dales el terreno que era de su padre, para que puedan vivir entre sus familiares.

8 Y diles a los israelitas:

»Si un hombre muere sin haber tenido hijos varones, sus propiedades serán de su hija.

9 Si no tiene una hija, entonces esa herencia será de sus propios hermanos.

10 Y si no tiene hermanos, sus propiedades se le darán a los hermanos de su padre.

11 Y si su padre no tiene hermanos, entonces pasará su herencia al familiar más cercano. Esta es una orden que yo mismo les he dado; ustedes deben obedecerla siempre.»

Un nuevo líder en Israel

12-14 Dios le dijo a Moisés:

—Ni tú ni tu hermano Aarón reconocieron mi grandeza. Ustedes dos me desobedecieron en el desierto de Sin, cuando el pueblo se peleó conmigo y me exigió agua en Meribá. Pero sube al monte Abarim para que veas el territorio que les voy a dar a los israelitas. Sin embargo, morirás sin disfrutar de él, como sucedió con tu hermano Aarón.

15 Y Moisés le respondió:

16 —Dios mío, tú eres el que nos da vida a todos. Te pido que les des a los israelitas un líder

17 que los guíe por dondequiera que vayan. No dejes que tu pueblo ande como un rebaño de ovejas sin pastor.

18-21 Entonces Dios le ordenó a Moisés:

—Llama a Josué, que es un hombre valiente y me obedece; llévalo ante elsacerdoteEleazar y ante todo el pueblo, y en presencia de ellos pon tus manos sobre su cabeza. Así le pasarás tu autoridad y lo harás jefe principal del pueblo. Yo le diré por medio de Eleazar lo que debe hacer como jefe del ejército israelita. Ordénales a los israelitas que deben obedecer a Josué en todo.

22-23 Y Moisés hizo todo esto, tal como Dios se lo había mandado.

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Números 28

Las ofrendas diarias

1 Dios le ordenó a Moisés:

2 «Diles a los israelitas que, en el día que les he señalado, deben presentarme lasofrendasde pan y las ofrendas quemadas en mi honor. Que lo hagan como a mí me agrada;

3-8 de la siguiente manera:

»Cada díasacrificarány quemarán dos corderos de un año y sin defectos. Uno lo ofrecerán en la mañana, y el otro al atardecer. Con cada cordero llevarán un litro de vino, que derramarán en el santuario para honrarme, y dos kilos de la mejor harina, amasada con un litro de aceite de oliva. Ya en el monte Sinaí les había dicho cómo me agradan estas ofrendas.

Las ofrendas del sábado

9-10 »Junto con lasofrendasdiarias, cadasábadosacrificarány quemarán dos corderos de un año, que no tengan defectos. Cada cordero lo ofrecerán con vino y cuatro kilos de la mejor harina, amasada con aceite.

La ofrenda de cada mes

11 »Además de lasofrendasque me presentan cada día, el primer día de cada messacrificarány quemarán dos toros, un carnero y siete corderos de un año, que no tengan defectos.

12-15 »Con cada toro presentarán dos litros de vino y seis kilos de la mejor harina, amasada con aceite. Con el carnero ofrecerán litro y medio de vino y cuatro kilos de harina, y con cada cordero un litro de vino y dos kilos de harina.

»También me presentarán como sacrificio un chivo para que yo, su Dios, les perdone suspecados. Así es como me agradan estas ofrendas.

Las ofrendas de la Pascua

16-25 »El día catorce del mes de Abib de cada año, dará comienzo la fiesta de la Pascua en mi honor, y durará una semana. El primer día y el último de esa semana no trabajarán, sino que se reunirán paraadorarme. A partir del segundo día de la fiesta comerán panes sinlevadura.

»Durante los siete días que dura la fiestasacrificarány quemarán en mi honor dos toros, un carnero y siete corderos de un año, que no tengan defectos. Además deberán entregarme lasofrendasdiarias.

»Con cada toro presentarán seis kilos de la mejor harina amasada con aceite; con el carnero ofrecerán cuatro kilos de harina, y con cada cordero dos kilos.

»También me presentarán como sacrificio un chivo para que yo, su Dios, les perdone suspecados. Así es como me agradan estas ofrendas.

Las primicias

26-31 »El día en que recojan los primeros frutos de sus campos, empezarán a celebrar la fiesta de lacosecha. Ese día nadie trabajará, sino que se reunirán paraadorarme.

»Además de lasofrendasdiarias,sacrificarány quemarán en mi honor dos toros, un carnero y siete corderos de un año, que no tengan defectos.

»Con cada toro presentarán seis kilos de la mejor harina amasada con aceite de oliva; con el carnero ofrecerán cuatro kilos de harina, y con cada cordero dos kilos.

»También me presentarán como sacrificio un chivo para que yo, su Dios, les perdone suspecados.

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Números 29

La fiesta de las trompetas

1-6 »El primer día del mes de Etanim nadie en Israel trabajará, sino que se reunirán paraadorarme. En ese día tocarán las trompetas y, además de lasofrendasdiarias y mensuales, los israelitassacrificarány quemarán un toro, un carnero y siete corderos de un año, que no tengan defectos.

»Con el toro me presentarán seis kilos de la mejor harina amasada con aceite; con el carnero ofrecerán cuatro kilos de harina, y con cada cordero dos kilos.

»También me presentarán como sacrificio un chivo para que yo, su Dios, les perdone suspecados. Así es como me agradan estas ofrendas.

Ofrendas del día del perdón

7 »El día diez del mes de Etanim nadie comerá ni trabajará, sino que todo el pueblo se reunirá paraadorarme.

8-11 »Además de lasofrendasdiarias y de las que se ofrecen por lospecados, ese díasacrificarány quemarán un toro, un carnero y siete corderos de un año, que no tengan defectos.

»Con el toro me presentarán seis kilos de la mejor harina amasada con aceite; con el carnero ofrecerán cuatro kilos de harina, y con cada cordero, dos kilos.

»También me presentarán como sacrificio un chivo para que yo, su Dios, les perdone sus pecados. Así es como me agradan estas ofrendas.

Ofrendas de la fiesta de las enramadas

12 »El día quince de ese mismo mes nadie trabajará, sino que todo el pueblo se reunirá paraadorarme. Ese día dará comienzo una fiesta en mi honor, que durará siete días.

13-16 »Además de lasofrendasdiarias, el primer día de esa semanasacrificarány quemarán trece toros, dos carneros y catorce corderos de un año, que no tengan defectos.

»Con cada toro me presentarán seis kilos de la mejor harina amasada con aceite; con cada carnero ofrecerán cuatro kilos de harina, y con cada cordero, dos kilos.

»También sacrificarán un chivo para que yo, su Dios, les perdone suspecados. Así es como me agradan estas ofrendas.

17-19 »Además de las ofrendas diarias, el segundo día de esa semana sacrificarán y quemarán doce toros, dos carneros y catorce corderos de un año, que no tengan defectos.

»Con cada uno de estos animales me presentarán las ofrendas de harina amasada con aceite, según las cantidades que les indiqué, y el chivo, para que yo, su Dios, les perdone sus pecados.

20-34 »Además de las ofrendas diarias, del día tercero al séptimo de esa semana sacrificarán y quemarán la misma cantidad de animales sin defectos, y con cada uno de ellos me presentarán las ofrendas de harina amasada con aceite, según las cantidades que les he indicado. También me presentarán cada día, como sacrificio, un chivo para que yo, su Dios, les perdone sus pecados.

»La única diferencia será con los toros: el tercer día me ofrecerán once toros, pero el cuarto día me ofrecerán diez; el quinto día, nueve; el sexto día, ocho; y el séptimo día, siete. Así es como me agradan estas ofrendas.

35-38 »El octavo día, nadie en Israel trabajará, sino que todo el pueblo se reunirá para adorarme.

»Además de las ofrendas diarias, ese día sacrificarán y quemarán un toro y un carnero, y siete corderos de un año, que no tengan defectos.

»Con el toro me presentarán seis kilos de la mejor harina, amasada con aceite; con el carnero ofrecerán cuatro kilos de harina, y con cada cordero, dos kilos.

»También me presentarán como sacrificio un chivo para que yo, su Dios, les perdone sus pecados. Así es como me agradan estas ofrendas.

39 »Todas estas son las ofrendas que los israelitas deben ofrecerme en los días que les he señalado, además de las ofrendas que me hayan prometido y de las que quieran darme por su propia voluntad. Pueden sacrificar y quemar animales, ofrecerme pan y presentarme ofrendas para hacer las paces conmigo».

40 40 (30.1)Y Moisés les comunicó a los israelitas todo lo que Dios le había ordenado.

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Números 30

Las promesas a Dios

1 1 (2)Moisés les dijo a los jefes de lastribusde Israel:

«Dios me ordenó que los instruyera

2 2 (3)sobre las promesas que se le deben cumplir.

3 3 (4)»Si una joven soltera le hace una promesa a Dios,

4 4 (5)y su padre está de acuerdo con ella, la joven debe cumplirla.

5 5 (6)Pero si su padre no está de acuerdo con lo que ella prometió, entonces ella no estará obligada a cumplir su promesa, y Dios la perdonará.

6 6 (7)»Si una mujer soltera hace una promesa sin pensarlo bien, y luego se casa,

7 7 (8)y su esposo está de acuerdo con ella, la mujer deberá cumplirla.

8 8 (9)Pero si su esposo no está de acuerdo con lo que ella prometió, entonces ella no estará obligada a cumplir su promesa, y Dios la perdonará.

9 9 (10)»La mujer está obligada a cumplir lo que le haya prometido a Dios, aun cuando sea divorciada o viuda.

10 10 (11)»Si una mujer casada hace una promesa,

11 11 (12)y su esposo está de acuerdo con ella, la mujer deberá cumplirla.

12 12 (13)Pero si su esposo no está de acuerdo con lo que ella prometió, entonces ella no tendrá que cumplir su promesa, y Dios la perdonará.

13 13 (14)»El esposo siempre tendrá la última palabra con respecto a las promesas que su mujer le haga a Dios.

14 14 (15)Si el esposo sabe que su mujer ha hecho una promesa y está de acuerdo con ella, la mujer está obligada a cumplirla.

15 15 (16)Pero si el esposo primero estaba de acuerdo, y después de un tiempo le impide a su mujer que cumpla sus promesas, entonces él será culpable delante de Dios».

16 16 (17)Estas son las instrucciones que Dios le dio a Moisés acerca de las promesas que hacen las mujeres, tanto casadas como solteras.