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Mateo 21

Jesús entra en Jerusalén

1 Jesús y susdiscípulosllegaron al pueblo de Betfagé y se detuvieron junto al Monte de los Olivos, ya muy cerca de la ciudad de Jerusalén.

2 Al llegar allí, Jesús dijo a dos de sus discípulos:

«Vayan a ese pueblo que se ve desde aquí. Tan pronto como entren, van a encontrar una burra atada, junto con un burrito. Desátenlos y tráiganmelos.

3 Si alguien les dice algo, ustedes responderán: “El Señor los necesita; enseguida se los devolverá.”»

4 Esto sucedió para que se cumpliera lo que Dios había anunciado por medio delprofeta:

5 «Díganle a la gente de Jerusalén:

¡Miren, ahí viene su rey!

Él es humilde,

viene montado en un burro,

en un burrito.»

6 Los dos discípulos fueron al pueblo e hicieron lo que Jesús les había ordenado.

7 Llevaron la burra y el burrito, y pusieron sus mantos sobre ellos. Jesús se montó y fue hacia Jerusalén.

8 Muchas personas empezaron a extender sus mantos en el camino por donde iba a pasar Jesús. Otros cortaron ramas de árboles y también las pusieron como alfombra en el suelo.

9 Y toda la gente, tanto la que iba delante de él como la que iba detrás, gritaba:

«¡Sálvanos,Mesíasnuestro!

¡Bendito tú, que vienes en el nombre de Dios!

Por favor, ¡sálvanos, Dios altísimo!»

10 Cuando Jesús entró en la ciudad de Jerusalén, toda la gente se alborotó, y decía:

—¿Quién es este hombre?

11 Y los que venían con Jesús contestaban:

—¡Es Jesús, elprofeta! Él es de Nazaret, el pueblo de Galilea.

Jesús y los comerciantes del templo

12 Cuando Jesús entró en la ciudad de Jerusalén, fue al templo y empezó a sacar a todos los que estaban vendiendo y comprando cosas. Derribó las mesas de los que cambiaban dinero de otros países por dinero del templo, y también tiró los cajones de los que vendían palomas.

13 Y les dijo: «Dios dice en laBiblia: “mi casa será llamada: ‘Casa de oración’.” Pero ustedes la han convertido en cueva de ladrones.»

14 Luego algunos ciegos, y otros que no podían caminar, se acercaron a Jesús, y él los sanó.

15 Lossacerdotesprincipales y losmaestros de la Leyse enojaron mucho al ver losmilagrosque él hacía, y al oír que los niños le gritaban alabanzas a Jesús, elMesías.

16 Por eso le dijeron:

—¿Acaso no oyes lo que estos niños están diciendo?

Jesús les contestó:

—Los oigo bien. ¿No recuerdan lo que dice la Biblia?:

“Los niños pequeños,

los que aún son bebés,

te cantarán alabanzas.”

17 Luego Jesús salió de Jerusalén y se fue al pueblo de Betania. Allí pasó la noche.

Jesús y la higuera

18 Muy de mañana, Jesús fue otra vez a la ciudad de Jerusalén. En el camino tuvo hambre,

19 y vio por allí una higuera. Pero cuando se acercó, no encontró ningún higo para comer. El árbol solo tenía hojas. Entonces, Jesús le dijo: «¡Nunca volverás a dar higos!»

En aquel mismo instante, el árbol se secó.

20 Y cuando losdiscípulosvieron lo que pasó, se asombraron y preguntaron a Jesús:

—¿Cómo fue que el árbol se secó tan rápidamente?

21-22 Jesús les contestó:

—Les aseguro que si ustedes tienen confianza y no dudan del poder de Dios, todo lo que pidan en sus oraciones sucederá. Hasta podrían hacer lo mismo que yo hice con la higuera, y más todavía. Si le dijeran a esta montaña: “Quítate de aquí y échate en el mar”, ella los obedecería.

La autoridad de Jesús

23 Jesús entró en el templo y comenzó a enseñar a la gente. Lossacerdotesprincipales y loslíderesdel país se acercaron a Jesús y le preguntaron:

—¿Quién te dio autoridad para hacer todo esto?

24-25 Jesús les contestó:

—Yo también voy a preguntarles algo: ¿Quién le dio autoridad a Juan el Bautista parabautizar? ¿Dios o alguna otra persona? Si me responden eso, yo les diré quién me dio autoridad para hacer todo lo que han visto.

Ellos comenzaron a discutir y se decían unos a otros: «Si respondemos que Dios le dio autoridad a Juan, Jesús nos preguntará por qué no le creímos.

26 Por otro lado, nos da miedo decir que fue un ser humano quien se la dio; porque la gente cree que Juan era unprofetaenviado por Dios.»

27 Entonces respondieron:

—No lo sabemos.

Jesús les dijo:

—Pues yo tampoco les diré quién me da autoridad para hacer todo esto.

Los dos hijos

28 Jesús también les dijo:

—¿Qué opinan ustedes de esto que voy a contarles? Un hombre tenía dos hijos, y le dijo al mayor de ellos: “Hijo, ve a trabajar en la viña.”

29 »Él le respondió: “¡No quiero ir!”

»Pero después cambió de idea y fue a trabajar.

30 »Luego el hombre también le dijo a su hijo menor que fuera a trabajar, y él le respondió: “¡Sí, señor, iré!”

»Pero el muchacho en verdad no fue.

31 ¿Cuál de los dos hijos hizo lo que el padre quería?

Lossacerdotesy loslíderescontestaron:

—El hijo mayor hizo lo que el padre le pidió.

Jesús les dijo:

—Les aseguro que la gente de mala fama, como los cobradores deimpuestosy las prostitutas, entrará alreino de Diosantes que ustedes.

32 Porque Juan el Bautista vino y les enseñó a hacer lo bueno y a obedecer a Dios, pero ustedes no le hicieron caso. En cambio, los cobradores y las prostitutas sí le hicieron caso. Y ustedes, aunque vieron eso, no cambiaron de idea, sino que siguieron sin creer en él.

La viña alquilada

33 »Escuchen este otro ejemplo: El dueño de un terreno sembró una viña, y alrededor de ella construyó un cerco. Preparó un lugar para hacer vino con las uvas que cosechara, y construyó una torre para vigilar el terreno. Luego, alquiló la viña a unos hombres y se fue de viaje.

34 »Cuando llegó el tiempo de la cosecha, el dueño del terreno envió a unos sirvientes para pedir la parte de la cosecha que le correspondía.

35 Pero los que alquilaron la viña trataron mal a los sirvientes. A uno de ellos lo golpearon, a otro lo mataron, y a otro le tiraron piedras.

36 »Entonces el dueño envió más sirvientes que al principio, pero los hombres los trataron igual.

37 Finalmente, el dueño envió a su hijo, porque pensó: “Esos hombres sí respetarán a mi hijo.”

38 »Pero cuando los hombres vieron que había llegado el hijo del dueño, dijeron entre ellos: “Este muchacho heredará la viña cuando el dueño muera. Vamos a matarlo; así nos quedaremos con todo.”

39 »Los hombres agarraron al muchacho, lo sacaron de la viña y lo mataron.

40 »Cuando venga el dueño de la viña, ¿qué piensan ustedes que hará con esos hombres?

41 Ellos contestaron:

—El dueño matará sin compasión a esos malvados. Luego les alquilará la viña a otros hombres que le entreguen la parte de la cosecha que le corresponde.

42 Jesús les dijo:

—¿No recuerdan lo que dice laBiblia?:

“La piedra que rechazaron

los constructores del templo

es ahora la piedra principal.

Esto nos deja maravillados,

pues Dios es quien lo hizo.”

43 »Les aseguro que Dios les quitará a ustedes el derecho de pertenecer a su reino, y se lo dará a los que lo obedecen en todo.

44 Cualquiera que caiga sobre la piedra que despreciaron los constructores, quedará hecho pedazos. Y si la piedra cae sobre alguien, lo dejará hecho polvo.

45 Cuando lossacerdotesprincipales y losfariseosescucharon estas comparaciones y ejemplos, se dieron cuenta de que Jesús hablaba de ellos.

46 Entonces quisieron apresarlo, pero no se atrevieron a hacerlo. Y es que tenían miedo de la gente, porque la gente pensaba que Jesús era unprofeta.

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Mateo 22

La fiesta de bodas

1 Una vez más, Jesús les puso un ejemplo a lossacerdotes, a loslíderesjudíos y a losfariseos:

2 «En elreino de Diospasa lo mismo que cuando un rey hizo una fiesta para celebrar la boda de su hijo.

3 El rey envió a sus sirvientes para que llamaran a los invitados a la fiesta. Pero los invitados no quisieron ir.

4 Entonces el rey envió a otros sirvientes con este mensaje: “La comida ya está lista. He mandado preparar la carne de mis mejores terneros. ¡Vengan a la fiesta!”

5 »Pero los invitados no hicieron caso, y cada uno se fue a hacer otras cosas. Uno fue a ver sus terrenos, otro fue a atender su negocio,

6 y los otros agarraron a los sirvientes del rey y los mataron a golpes.

7 »El rey se enojó mucho, y envió a sus soldados para que mataran a esos invitados y quemaran la ciudad donde vivían.

8 Luego, el rey dijo a sus sirvientes: “La fiesta de bodas está lista, y aquellos invitados no merecían venir.

9 Vayan por las calles, e inviten a todos los que encuentren para que vengan a la fiesta de bodas.”

10 »Los sirvientes fueron a las calles de la ciudad e invitaron a muchas personas, unas malas y otras buenas; y así el salón de la fiesta se llenó de invitados.

11 »Cuando el rey entró al salón para conocer a los invitados, vio a uno que no estaba bien vestido para la fiesta,

12 y le dijo: “¡Oye, tú! ¿Cómo hiciste para entrar, si no estás vestido para la fiesta?”

»Pero él no contestó nada.

13 Entonces el rey les ordenó a sus sirvientes: “Átenlo de pies y manos, y échenlo afuera, a la oscuridad; allí la gente llora y rechina de terror los dientes.”

14 »Esto pasa porque son muchos los invitados a participar en el reino de Dios, pero son muy pocos aquellos a los que Dios acepta.»

Una trampa para Jesús

15 Un día, losfariseosse reunieron y decidieron ponerle una trampa a Jesús, para hacer que dijera algo malo.

16 Mandaron a algunos de sus seguidores, junto con unos partidarios del rey Herodes, para que dijeran a Jesús:

—Maestro, sabemos que siempre dices la verdad. Tú le enseñas a la gente que debe obedecer a Dios en todo. No te importa lo que digan los demás acerca de tus enseñanzas, porque tú no hablas para quedar bien con ellos.

17 Dinos ahora qué opinas: ¿Está bien que le paguemosimpuestosal emperador de Roma, o no?

18 Pero como Jesús conocía las malas intenciones que tenían, les dijo:

—¡Hipócritas! ¿Por qué quieren ponerme una trampa?

19 Muéstrenme una de las monedas que se usan para pagar el impuesto.

Entonces le trajeron una moneda de plata,

20 y Jesús les preguntó:

—¿De quién es la imagen que está en la moneda? ¿De quién es el nombre que tiene escrito?

21 Ellos contestaron:

—Del emperador romano.

Jesús les dijo:

—Pues denle al emperador lo que es del emperador, y a Dios lo que es de Dios.

22 Los fariseos quedaron asombrados al escuchar la respuesta, y se fueron.

Los saduceos hablan con Jesús

23 Ese mismo día, unossaduceosfueron a ver a Jesús. Los saduceos no creían que los muertos pueden volver a vivir,

24 y por eso le preguntaron:

—Maestro, Moisés escribió que, si un hombre muere sin tener hijos con su esposa, el hermano de ese hombre debe casarse con la viuda y tener hijos con ella. De acuerdo con laLey, esos hijos le pertenecen al hermano muerto y llevan su nombre.

25 »Pues bien, aquí vivieron una vez siete hermanos. El hermano mayor se casó, y tiempo más tarde murió sin tener hijos. Entonces el hermano que seguía se casó con la mujer que dejó el mayor,

26 pero, tiempo después, también él murió sin tener hijos. Con el tercer hermano pasó lo mismo. Y así pasó con los siete hermanos.

27 Finalmente, murió la mujer.

28 »Ahora bien, cuando Dios haga que los muertos vuelvan a vivir, ¿de quién será esposa esta mujer, si estuvo casada con los siete?

29 Jesús contestó:

—Ustedes están equivocados. Ni saben lo que dice laBiblia, ni conocen el poder de Dios.

30 Cuando Dios haga que los muertos vuelvan a vivir, nadie se va a casar, porque todos serán como losángelesdel cielo.

31 Y en cuanto a si los muertos vuelven a vivir, ustedes pueden leer en la Biblia lo que Dios le dijo a Moisés:

32 “Yo soy el Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, tusantepasados”. Por tanto, Dios no es Dios de muertos, sino de vivos, pues para Dios todos ellos están vivos.

33 Al oír las enseñanzas de Jesús, la gente que estaba allí se quedó asombrada.

Los dos mandamientos más importantes

34 Cuando losfariseosse dieron cuenta de que Jesús había dejado callados a lossaduceos, se reunieron y fueron a ver a Jesús.

35 Uno de ellos, que sabía mucho acerca de la ley de los judíos, quiso ponerle una trampa y le preguntó:

36 —Maestro, ¿cuál es elmandamientomás importante de todos?

37-38 Jesús le respondió:

—El primer mandamiento, y el más importante, es el que dice así: “Ama a tu Dios con todo lo que piensas y con todo lo que eres.”

39 Y el segundo mandamiento en importancia es parecido a ese, y dice así: “Cada uno debe amar a su prójimo como se ama a sí mismo.”

40 Toda la enseñanza de laBibliase basa en estos dos mandamientos.

La pregunta acerca del Mesías

41 Mientras losfariseostodavía estaban reunidos, Jesús les preguntó:

42 —¿A qué familia pertenecerá elMesías?

Ellos respondieron:

—A la familia del rey David.

43-45 Jesús les dijo:

—Con la ayuda del Espíritu Santo, David escribió:

“Dios le dijo a mi Señor el Mesías:

‘Siéntate a la derecha de mi trono

hasta que yo derrote a tus enemigos.’”

»A ver, explíquenme: Si el rey David llama Señor al Mesías, ¿cómo puede el Mesías ser sudescendiente? ¡Hasta David lo considera más importante que él mismo!

46 Nadie pudo responderle a Jesús, y desde ese momento ya nadie se atrevió a hacerle más preguntas.

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Mateo 23

Advertencias de Jesús

1 Tiempo después, Jesús les dijo a la gente y a susdiscípulos:

2 «Losfariseosy losmaestros de la Leyson los que más conocen la ley de Moisés.

3 Ustedes deben hacer todo lo que ellos digan; pero no hagan lo que ellos hacen, porque enseñan una cosa y hacen otra.

4 Imponenmandamientosmuy difíciles de cumplir, pero no hacen ni el más mínimo esfuerzo por cumplirlos.

5 Todo eso lo hacen para que la gente los vea y los admire. Por eso escriben frases de laBibliaen papelitos que guardan en cajitas de cuero, y se las ponen en la frente y en los brazos. Cada vez hacen más grandes esas cajitas y los flecos que le ponen a la ropa, para que la gente piense que son muy obedientes a Dios.

6 Cuando van a lasinagogao asisten a fiestas, les encanta que los traten como si fueran los más importantes.

7 Les gusta que la gente los salude en el mercado con gran respeto, y que los llame maestros.

8 »Pero ustedes no esperen que la gente los llame maestros, porque ustedes son como hermanos, y tienen solamente un maestro.

9 No le digan padre a nadie, porque el único padre que ustedes tienen es Dios, que está en el cielo.

10 Tampoco esperen que la gente los trate comolíderes, porque yo, elMesías, soy su único líder.

11 El más importante de ustedes deberá ser el sirviente de todos.

12 Porque los que se creen más importantes que los demás serán tratados como los menos importantes. Y los que se comportan como los menos importantes serán tratados como los más importantes.»

¡Qué mal les va a ir!

13-14 Jesús les dijo a losfariseosy a losmaestros de la Ley:

«¡Qué mal les va a ir, hipócritas! Ustedes les cierran la puerta delreino de Diosa los demás. Y ni entran ustedes ni dejan que otros entren.

15 »¡Qué mal les va a ir, hipócritas! Ustedes van por todas partes tratando de ganar un seguidor y, cuando lo consiguen, lo hacen dos veces más merecedor delinfiernoque ustedes mismos.

16 »¡Qué mal les va a ir! Se supone que ustedes deben enseñar al pueblo a obedecer a Dios, pero ni ustedes mismos lo hacen. Enseñan que se puede no cumplir una promesa, si se jura solo por el templo; pero que se debe cumplir esa promesa, si se jura por el oro del templo.

17 ¡Ustedes no saben nada, son unos tontos! No se dan cuenta de que el templo es más importante que el oro, y que el templo hace que el oro sea valioso ante Dios.

18 »También enseñan que se puede no cumplir una promesa, si se jura solo por el altar del templo; pero que se debe cumplir esa promesa si se jura por laofrendaque está sobre el altar.

19 ¡Ignorantes! El altar de Dios es más importante que la ofrenda, y hace que la ofrenda sea valiosa ante Dios.

20 Cuando una persona hace una promesa, y jura por el altar del templo que la cumplirá, está jurando no solo por el altar, sino también por todo lo que hay sobre el altar.

21 Y si alguien jura por el templo, no solo está jurando por el templo, sino también por Dios, que vive allí.

22 Si jura por el cielo, también jura por Dios, porque el trono de Dios está en el cielo.

23 »¡Qué mal les va a ir a ustedes, maestros de la Ley y fariseos! ¡Hipócritas! Se preocupan por dar como ofrenda la décima parte de la menta, del anís y del comino que cosechan en sus terrenos. Pero no obedecen las enseñanzas más importantes de la ley: ser justos con los demás, tratarlos con amor, y obedecer a Dios en todo. Hay que hacer esas tres cosas, sin dejar de obedecer los demásmandamientos.

24 ¡Ustedes, comolíderes, no saben nada! Cumplen los detalles más insignificantes de la ley, pero no cumplen lo más importante de ella. Ustedes son como los que, al beber vino, sacan el mosquito pero se tragan el camello que hay en el vino.

25-26 »¡Qué mal les va a ir, hipócritas! Parecen buena gente, pero en realidad son malos, no ayudan a nadie, y roban a los demás. ¡Tontos! Sean buenos de verdad, porque si no lo hacen, serán como un vaso o un plato limpio por fuera, pero lleno de suciedad por dentro. Pero si el vaso o el plato se limpian por dentro, todo estará limpio de verdad.

27-28 »¡Qué mal les va a ir! Aparentan ser gente buena y honrada, pero en realidad son hipócritas y malvados. Son como una tumba pintada de blanco, que por fuera se ve limpia, pero que por dentro está llena de huesos y de suciedad.

29 »¡Pobrecitos de ustedes, qué mal les va a ir, hipócritas! Construyen monumentos para recordar a losprofetasmuertos, y ponen adornos en las tumbas de las personas buenas.

30 Dicen que, si hubieran vivido en aquel tiempo, no habrían estado de acuerdo con los que mataron a los profetas.

31 Pero, en realidad, demuestran ser iguales a ellos.

32 ¡Terminen, pues, de hacer lo que ellos comenzaron!

33 »¡Ustedes son unos mentirosos y unos malvados! Son tan malos como el veneno de una serpiente. ¡Por eso no se escaparán de ir al infierno!

34 Yo les enviaré profetas,sabiosy maestros, pero a algunos de ellos ustedes los matarán o los clavarán en una cruz, a otros los golpearán en lassinagogas, y a otros los perseguirán por todas las ciudades.

35 Por eso, serán culpables de la muerte de toda persona buena en el mundo; comenzando por la muerte de Abel hasta terminar con la muerte del profeta Zacarías, que era hijo de Berequías. A este profeta lo mataron entre el templo y el altar de lossacrificios.

36 Les aseguro que todos ustedes serán castigados por esto.

Jesús sufre por la gente de Jerusalén

37 »¡Gente de Jerusalén, gente de Jerusalén! Ustedes matan a losprofetasy a los mensajeros que Dios les envía. Muchas veces quise protegerlos, como protege la gallina a sus pollitos debajo de sus alas, pero ustedes no me dejaron.

38 Su templo quedará abandonado.

39 Les aseguro que a partir de este momento no volverán a verme, hasta que digan: “BenditoelMesíasque viene en el nombre de Dios”.»

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Mateo 24

El templo será destruido

1 Cuando Jesús salió del templo, susdiscípulosse le acercaron para mostrarle los edificios del templo.

2 Entonces él les dijo: «¿Ven ustedes todos estos edificios? Les aseguro que todos ellos serán destruidos. ¡Ni una sola pared quedará en pie!»

Prepárense para el fin

3 Después, Jesús y susdiscípulosse fueron al Monte de los Olivos. Jesús se sentó y, cuando ya estaban solos, los discípulos le preguntaron:

—¿Cuándo será destruido el templo? ¿Cómo sabremos que tú vendrás otra vez, y que ha llegado el fin del mundo? ¿Cuáles serán las señales?

4 Jesús les respondió:

—¡Cuidado! No se dejen engañar.

5 Muchos vendrán, y se harán pasar por mí, y le dirán a la gente: “Yo soy elMesías”. Usarán mi nombre y lograrán engañar a muchos.

6 »Ustedes oirán que en algunos países habrá guerras, y que otros países están a punto de pelearse. Pero no se asusten; esas cosas pasarán, pero todavía no será el fin del mundo.

7 Porque los países pelearán unos contra otros, la gente no tendrá qué comer, y en muchos lugares habrá terremotos.

8 Eso es solo el principio de todo lo que el mundo sufrirá.

9 »Ustedes serán llevados presos, y entregados a las autoridades para que los maltraten y los maten. Todo el mundo los odiará por ser mis discípulos.

10 Muchos de mis seguidores dejarán de creer en mí; uno traicionará al otro y sentirá odio por él.

11 Llegarán muchos falsosprofetasy engañarán a muchas personas.

12 La gente será tan mala que la mayoría dejará de amarse.

13 Pero yosalvaréa todos mis seguidores que confíen en mí hasta el final.

14 El fin del mundo llegará cuando lasbuenas noticiasdelreino de Diossean anunciadas en toda la tierra, y todo el mundo las haya escuchado.

Una señal para huir

15 Jesús siguió hablando con susdiscípulosacerca del fin del mundo, y les dijo:

—El que lea esto debe tratar de entender lo que dijo elprofetaDaniel. Él anunció que algún día se presentaría unaofrendaasquerosa en el templo.

»Cuando vean que en el LugarSantopasa lo que anunció Daniel, entonces huyan.

16 Los que estén en la región de Judea que corran hacia las montañas;

17 el que esté en la azotea de su casa que no baje a sacar nada;

18 y el que esté en el campo que no vaya a su casa a buscar ropa.

19 ¡Que mal les va a ir a las mujeres que en ese momento estén embarazadas, y a las que tengan hijos recién nacidos!

20 Oren a Dios y pídanle que esto no suceda en tiempo de invierno, o en un día de descanso,

21 porque ese día la gente sufrirá muchísimo. Nunca, desde que Dios creó el mundo hasta ahora, la gente ha sufrido tanto como sufrirá ese día; y jamás volverá a sufrir así.

22 Dios ama a quienes él ha elegido, y por eso el tiempo de sufrimiento no será muy largo. Si no fuera así, todos morirían.

23 »Si en esos días alguien les dice: “Miren, aquí está elMesías”, o “allí está el Mesías”, no le crean.

24 Porque vendrán falsos profetas y falsos mesías, y harán cosas tan maravillosas que engañarán a la gente. Si pueden, también engañarán a los que Dios ha llamado a seguirlo.

25 Ya antes les había dicho a ustedes

26 que si otros vienen y les anuncian: “¡El Mesías está en el desierto!”, no vayan. Y si les dicen: “¡El Mesías está escondido allí!”, no lo crean.

27 Cuando yo, elHijo del hombre, venga, no me esconderé. Todos me verán, pues mi venida será como un relámpago que ilumina todo el cielo.

28 Todo el mundo sabe que donde se juntan los buitres, allí hay un cadáver. Así será cuando yo venga: todos lo sabrán.

El regreso del Hijo del hombre

29 Jesús continuó diciendo:

—Cuando pase ese tiempo de sufrimiento:

“El sol se pondrá oscuro,

y la luna dejará de brillar.

Las estrellas caerán,

y temblarán los poderes

que están en el cielo.”

30 »Entonces todos verán en el cielo una señal, la cual indicará que yo, elHijo del hombre, vengo de nuevo. Y cuando me vean venir entre las nubes del cielo, con mucho poder ygloria, todos los países del mundo temblarán de miedo.

31 Y enviaré por todo el mundo a misángelescon una gran trompeta, para que reúnan a mis seguidores.

La lección de la higuera

32 »Aprendan la enseñanza que da la higuera. Cuando a este árbol le salen ramas tiernas y hojas nuevas, ustedes saben que ya se acerca el verano.

33 Del mismo modo, cuando vean que todo está pasando como les he dicho, sabrán que pronto vendré de nuevo.

34 Les aseguro que todo esto pasará antes de que mueran algunos de los que ahora están vivos.

35 El cielo y la tierra dejarán de existir, pero mis palabras permanecerán para siempre.

36 »Nadie sabe el día ni la hora en que yo vendré; no lo saben ni siquiera losángelesdel cielo. Es más, tampoco yo lo sé. Solo Dios, mi Padre, lo sabe.

37 »Cuando yo, elHijo del hombre, venga otra vez, la gente estará viviendo como en la época de Noé.

38 En ese tiempo la gente seguía comiendo, bebiendo y casándose, hasta el momento mismo en que Noé entró en la casa flotante; y luego vino la inundación.

39 La gente no sabía lo que pasaba, hasta el momento en que llegó el diluvio y todos se ahogaron. Algo así pasará cuando yo, el Hijo del hombre, venga otra vez.

40 Si en ese momento hay dos hombres trabajando en el campo, me llevaré a uno y dejaré al otro.

41 Si dos mujeres están moliendo granos, me llevaré a una y dejaré a la otra.

42 Por eso, estén siempre alerta, pues ustedes no saben el día en que yo, su Señor, vendré otra vez.

43 Les aseguro que si el dueño de una casa supiera a qué hora va a llegar el ladrón, vigilaría la casa y no permitiría que el ladrón entrara.

44 Del mismo modo, ustedes deben estar atentos y preparados, porque yo, el Hijo del hombre, llegaré cuando menos lo esperen.

Los sirvientes

45 »¿Quién es el sirviente responsable y atento? Es aquel a quien el amo deja a cargo de toda su familia, para darles de comer a su debido tiempo.

46 ¡Qué feliz es el sirviente si su dueño lo encuentra cumpliendo sus órdenes!

47 Les aseguro que el dueño lo pondrá a administrar todas sus posesiones.

48 Pero supongamos que un sirviente malo piensa: “Mi amo salió de viaje y tardará mucho en volver”,

49 y comienza a golpear a sus compañeros, y a comer y beber con borrachos.

50 Cuando vuelva su amo, en el día y la hora en que el sirviente menos lo espere,

51 lo castigará como se castiga a todos los que engañan a sus amos. Entonces llorará y le rechinarán de terror los dientes.

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Mateo 25

Las diez muchachas

1 »En elreino de Diospasará lo mismo que sucedió en una boda. Cuando ya era de noche, diez muchachas tomaron sus lámparas de aceite y salieron a recibir al novio.

2 Cinco de ellas eran descuidadas, y las otras cinco, responsables.

3 Las cinco descuidadas no llevaron aceite suficiente,

4 pero las cinco responsables llevaron aceite para llenar sus lámparas de nuevo.

5 »Como el novio tardó mucho en llegar, a las diez muchachas les dio sueño y se durmieron.

6 Como a la media noche, se oyeron gritos: “¡Ya viene el novio, salgan a recibirlo!”

7 »Las muchachas se levantaron y comenzaron a preparar sus lámparas.

8 Entonces las cinco muchachas descuidadas dijeron a las responsables: “Compartan con nosotras el aceite que ustedes traen, porque nuestras lámparas se están apagando”.

9 »Las cinco responsables contestaron: “No tenemos bastante aceite para darles también a ustedes. Es mejor que vayan a comprarlo.”

10 »Mientras las cinco muchachas descuidadas fueron a comprar aceite, llegó el novio. Entonces, las cinco muchachas responsables entraron con él a la fiesta de bodas, y la puerta se cerró.

11 Cuando las cinco descuidadas volvieron, encontraron todo cerrado y gritaron: “¡Señor, Señor, ábranos la puerta!”

12 »Pero el novio les contestó: “No sé quiénes son ustedes. No las conozco.”

13 »Por eso ustedes, misdiscípulos, deben estar siempre alerta, porque no saben ni el día ni la hora en que yo volveré.

Los tres empleados

14 »En elreino de Diospasará lo mismo que sucedió cierta vez, cuando un hombre decidió irse de viaje. Llamó a sus empleados y les encargó su dinero.

15 El hombre sabía muy bien lo que cada uno podía hacer. Por eso, a uno de ellos le entregó cinco mil monedas, a otro dos mil, y a otro mil. Luego se fue de viaje.

16 »El empleado que había recibido cinco mil monedas hizo negocios con ellas, y logró ganar otras cinco mil.

17 El que recibió dos mil monedas ganó otras dos mil.

18 Pero el que recibió mil monedas fue y las escondió bajo tierra.

19 »Mucho tiempo después, el hombre que se había ido de viaje regresó, y quiso arreglar cuentas con sus empleados.

20 Llegó el que había recibido cinco mil monedas, se las entregó junto con otras cinco mil y le dijo: “Señor, usted me dio cinco mil monedas, y aquí tiene otras cinco mil que yo gané.”

21 »El hombre le dijo: “¡Excelente! Eres un empleado bueno, y se puede confiar en ti. Ya que cuidaste bien lo poco que te di, ahora voy a encargarte cosas más importantes. Vamos a celebrarlo.”

22 »Después llegó el empleado que había recibido dos mil monedas, y le dijo: “Señor, usted me dio dos mil monedas, y aquí tiene otras dos mil que yo gané.”

23 »El hombre le contestó: “¡Excelente! Eres un empleado bueno, y se puede confiar en ti. Ya que cuidaste bien lo poco que te di, ahora voy a encargarte cosas más importantes. Vamos a celebrarlo.”

24 »Por último, llegó el empleado que había recibido mil monedas, y dijo: “Señor, yo sabía que usted es un hombre muy exigente, que pide hasta lo imposible.

25 Por eso me dio miedo, y escondí el dinero bajo tierra. Aquí le devuelvo exactamente sus mil monedas.”

26 »El hombre le respondió: “Eres un empleado malo y perezoso. Si sabías que soy muy exigente,

27 ¿por qué no llevaste el dinero al banco? Así, al volver, yo recibiría el dinero que te di, más los intereses.”

28 »Entonces el hombre dijo a sus ayudantes: “Quítenle a este las mil monedas, y dénselas al que tiene diez mil.

29 Porque al que tiene mucho se le dará más, y le sobrará; pero al que no tiene nada, hasta lo poco que tiene se le quitará.

30 Y a este empleado inútil, échenlo afuera, a la oscuridad; allí tendrá tanto miedo que llorará y le rechinarán de terror los dientes.”

El juicio final

31 »Cuando yo, elHijo del hombre, regrese, vendré como un rey poderoso, rodeado de misángeles, y me sentaré en mi trono.

32 Gente de todos los países se presentará delante de mí, y apartaré a los malos de los buenos, como el pastor que aparta las cabras de las ovejas.

33 A los buenos los pondré a mi derecha, y a los malos a mi izquierda.

34 Entonces yo, el Rey, les diré a los buenos: “¡Mi Padre los habendecido! ¡Vengan, participen del reino que mi Padre preparó desde antes de la creación del mundo!

35 Porque cuando tuve hambre, ustedes me dieron de comer; cuando tuve sed, me dieron de beber; cuando tuve que salir de mi país, ustedes me recibieron en su casa;

36 cuando no tuve ropa, ustedes me la dieron; cuando estuve enfermo, me visitaron; cuando estuve en la cárcel, ustedes fueron a verme.”

37 »Y los buenos me preguntarán: “Señor, ¿cuándo te vimos con hambre y te dimos de comer? ¿Cuándo tuviste sed y te dimos de beber?

38 ¿Alguna vez tuviste que salir de tu país y te recibimos en nuestra casa, o te vimos sin ropa y te dimos qué ponerte?

39 No recordamos que hayas estado enfermo, o en la cárcel, y que te hayamos visitado.”

40 »Yo, el Rey, les diré: “Lo que ustedes hicieron para ayudar a una de las personas menos importantes de este mundo, a quienes yo considero como hermanos, es como si lo hubieran hecho para mí.”

41 »Luego les diré a los malvados: “¡Aléjense de mí! Lo único que pueden esperar de Dios es castigo. Váyanse al fuego que nunca se apaga, al fuego que Dios preparó para el diablo y sus ayudantes.

42 Porque cuando tuve hambre, ustedes no me dieron de comer; cuando tuve sed, no me dieron de beber;

43 cuando tuve que salir de mi país, ustedes no me recibieron en sus casas; cuando no tuve ropa, ustedes tampoco me dieron qué ponerme; cuando estuve enfermo y en la cárcel, no fueron a verme.”

44 »Ellos me responderán: “Señor, nunca te vimos con hambre o con sed. Nunca supimos que tuviste que salir de tu país, ni te vimos sin ropa. Tampoco supimos que estuviste enfermo o en la cárcel. Por eso no te ayudamos.”

45 »Entonces les contestaré: “Como ustedes no ayudaron ni a una de las personas menos importantes de este mundo, yo considero que tampoco me ayudaron a mí.”

46 »Esta gente malvada recibirá un castigo interminable, pero los que obedecen a Dios recibirán la vida eterna.»

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Mateo 26

Un plan contra Jesús

1 Cuando Jesús terminó de enseñar, dijo a susdiscípulos:

2 «Ustedes saben que dentro de dos días va a celebrarse la fiesta de la Pascua. Durante la fiesta, yo, elHijo del hombre, seré apresado y moriré clavado en una cruz.»

3 En esos días, lossacerdotesprincipales y loslíderesdel país se reunieron en el palacio de Caifás, que era jefe de los sacerdotes.

4 Todos ellos se pusieron de acuerdo para ponerle una trampa a Jesús, apresarlo y matarlo.

5 Pero algunos decían: «No hay que hacerlo durante la fiesta, para que la gente no se enoje contra nosotros ni se arme un gran alboroto.»

Una mujer perfuma a Jesús

6 Jesús estaba en el pueblo de Betania, en casa de Simón, el que había tenidolepra.

7 Mientras Jesús comía, llegó una mujer con un frasco de perfume muy caro. La mujer se acercó a Jesús y derramó el perfume sobre su cabeza.

8 Losdiscípulosse enojaron y dijeron:

—¡Qué desperdicio!

9 Ese perfume pudo haberse vendido, y con el dinero hubiéramos ayudado a muchos pobres.

10 Jesús los escuchó, y enseguida les dijo:

—No critiquen a esta mujer. Ella me ha tratado con mucha bondad.

11 Cerca de ustedes siempre habrá gente pobre, pero muy pronto yo no estaré aquí con ustedes.

12 Esta mujer derramó perfume sobre mi cabeza, sin saber que estaba preparando mi cuerpo para mi entierro.

13 Les aseguro que en cualquier lugar donde se anuncien las buenas noticias de Dios, se contará la historia de lo que hizo esta mujer y se guardará la memoria de ella.

Judas traiciona a Jesús

14 Ese mismo día, Judas Iscariote, que era uno de los docediscípulosde Jesús, fue a ver a lossacerdotesprincipales

15 y les dijo: «¿Cuánto me pagan si los ayudo a atrapar a Jesús?»

Ellos le ofrecieron treinta monedas de plata.

16 Y desde ese momento, Judas buscó una buena oportunidad para entregarles a Jesús.

Una cena inolvidable

17 El primer día de la fiesta de lospanes sin levadura, losdiscípulosse acercaron a Jesús y le dijeron:

—¿Dónde quieres que preparemos la cena de la Pascua?

18 Jesús les respondió:

—Vayan a la ciudad, busquen al amigo que ustedes ya conocen, y denle este mensaje: “El Maestro dice: yo sé que pronto moriré; por eso quiero celebrar la Pascua en tu casa, con mis discípulos.”

19 Los discípulos fueron y prepararon todo, tal y como Jesús les mandó.

20 Al anochecer, mientras Jesús y sus discípulos comían,

21 él les dijo:

—Uno de ustedes me va a entregar a mis enemigos.

22 Los discípulos se pusieron muy tristes, y cada uno de ellos le dijo:

—Señor, no estarás acusándome a mí, ¿verdad?

23 Jesús respondió:

—El que ha mojado su pan en el mismo plato en que yo estoy comiendo, es el que va a traicionarme.

24 LaBibliadice claramente que yo, elHijo del hombre, tengo que morir. Sin embargo, al que me traiciona va a pasarle algo muy terrible. ¡Más le valdría no haber nacido!

25 Judas, el que después entregó a Jesús, también le preguntó:

—Maestro, ¿hablas de mí?

Jesús le contestó:

—Tú lo has dicho.

26 Mientras estaban comiendo, Jesús tomó un pan y dio gracias a Dios. Luego lo partió, lo dio a sus discípulos y les dijo:

«Tomen y coman; esto es mi cuerpo.»

27 Después tomó una copa llena de vino y dio gracias a Dios. Luego la pasó a sus discípulos y les dijo:

«Beban todos ustedes de este vino.

28 Esto es mi sangre, y con ella Dios hace un trato con todos ustedes. Esa sangre servirá para perdonar lospecadosde mucha gente.

29 Esta es la última vez que bebo de este vino con ustedes. Pero cuando estemos juntos otra vez, en el reino de mi Padre, entonces beberemos del vino nuevo.»

30 Después de eso, cantaron un himno y se fueron al Monte de los Olivos.

Pedro promete no dejar a Jesús

31 Cuando llegaron al Monte de los Olivos, Jesús les dijo a losdiscípulos:

—Esta noche ustedes van a perder su confianza en mí. Porque laBibliadice:

“Mataré a mi mejor amigo,

y así mi pueblo se dispersará.”

32 »Pero cuando Dios me devuelva la vida, iré a Galilea antes que ustedes.

33 Entonces Pedro le dijo:

—Aunque todos te abandonen, yo no te abandonaré.

34 Jesús le respondió:

—Pedro, no estés muy seguro de eso; antes de que el gallo cante, tres veces dirás que no me conoces.

35 Pedro le contestó:

—Aunque tenga que morir contigo, yo nunca diré que no te conozco.

Los demás discípulos dijeron lo mismo.

Jesús ora con mucha tristeza

36 Después, Jesús fue con susdiscípulosa un lugar llamado Getsemaní, y les dijo: «Quédense aquí, mientras yo voy allí a orar.»

37 Jesús invitó a Pedro, a Santiago y a Juan para que lo acompañaran. Luego empezó a sentir una tristeza muy profunda,

38 y les dijo: «Estoy muy triste. Siento que me voy a morir. Quédense aquí conmigo y no se duerman.»

39 Jesús se alejó un poco de ellos, se arrodilló hasta tocar el suelo con la frente, y oró a Dios: «Padre, ¡cómo deseo que me libres de este sufrimiento! Pero no será lo que yo quiera, sino lo que quieras tú.»

40 Jesús regresó a donde estaban los tres discípulos, y los encontró durmiendo. Entonces le dijo a Pedro: «¿No han podido quedarse despiertos conmigo, ni siquiera una hora?

41 No se duerman; oren para que puedan resistir la prueba que se acerca. Ustedes están dispuestos a hacer lo bueno, pero no pueden hacerlo con sus propias fuerzas.»

42 Jesús se fue a orar otra vez, y en su oración decía:

—Padre, si tengo que pasar por este sufrimiento, estoy dispuesto a obedecerte.

43 Jesús regresó de nuevo a donde estaban los tres discípulos, y otra vez los encontró completamente dormidos, pues estaban muy cansados.

44 Nuevamente se apartó de ellos y oró por tercera vez, repitiendo las mismas palabras con que había orado antes.

45 Luego volvió Jesús a donde estaban los tres discípulos y les dijo: «¿Todavía están durmiendo? Ya vienen los malvados para apresarme a mí, elHijo del hombre.

46 ¡Levántense y vengan conmigo, que allí viene el que me va a entregar!»

Los enemigos apresan a Jesús

47 Todavía estaba hablando Jesús cuando llegó Judas, uno de los docediscípulos. Con él venían muchos hombres armados con palos y cuchillos. Lossacerdotesprincipales y loslíderesdel país los habían enviado.

48 Judas ya les había dicho: «Al que yo bese, ese es Jesús; ¡arréstenlo!»

49 Judas se acercó a Jesús y le dijo:

—¡Hola, Maestro!

Y lo besó.

50 Jesús le dijo:

—Amigo, haz pronto lo que tienes que hacer.

Los hombres, por su parte, arrestaron a Jesús.

51 Entonces uno de los que acompañaban a Jesús sacó su espada, y con ella le cortó una oreja al sirviente del jefe de los sacerdotes.

52 Pero Jesús le dijo:

—Guarda tu espada, porque al que mata con espada, con espada lo matarán.

53 ¿No sabes que yo puedo pedirle ayuda a mi Padre, y que de inmediato me enviaría todo un ejército deángelespara defenderme?

54 Deja que todo pase como está sucediendo ahora; solo así puede cumplirse lo que dice laBiblia.

55 Jesús se volvió a la gente y le preguntó:

—¿Por qué han venido con palos y cuchillos, como si yo fuera un criminal? Todos los días estuve enseñando en el templo, y allí nunca me apresaron.

56 Pero todo esto debe suceder para que se cumpla lo que anunciaron losprofetas.

En ese momento, todos los discípulos abandonaron a Jesús y huyeron.

El juicio contra Jesús

57-58 Pedro siguió a Jesús desde lejos y llegó hasta el patio del palacio. Allí se sentó con los guardias para no perderse de nada. Los que arrestaron a Jesús lo llevaron al palacio de Caifás, el jefe de lossacerdotes. Allí estaban reunidos losmaestros de la Leyy loslíderesdel pueblo.

59 Los sacerdotes principales y todos los de laJunta Supremabuscaban gente que mintiera contra Jesús, para poder condenarlo a muerte.

60 Sin embargo, aunque muchos vinieron con mentiras, no pudieron condenarlo.

61 Por fin, hubo dos que dijeron: «Este hombre dijo que es capaz de destruir el templo de Dios, y de construirlo de nuevo en tres días.»

62 El jefe de los sacerdotes dijo a Jesús:

—¿Oíste bien de qué te acusan? ¿Qué puedes decir para defenderte?

63 Pero Jesús no respondió nada. Entonces el jefe de los sacerdotes le dijo:

—Dinos por Dios, quien vive para siempre, si eres tú elMesías, el Hijo de Dios.

64 Jesús le respondió:

—Tú lo has dicho. Y déjame decirte que, dentro de poco tiempo, ustedes verán cuando yo, elHijo del hombre, venga en las nubes del cielo con el poder y la autoridad que me da Dios todopoderoso.

65-66 Al escuchar esto, el jefe de los sacerdotes se desgarró la ropa para mostrar su enojo, y dijo:

—¿Qué les parece? ¡Ha insultado a Dios, y ustedes mismos lo han oído! ¡Ya no necesitamos más pruebas!

—¡Que muera! —contestaron todos.

67 Entonces algunos le escupieron en la cara y otros lo golpearon. Aun otros le pegaban en la cara,

68 y le decían: «Mesías, ¡adivina quién te pegó!»

Pedro niega conocer a Jesús

69 Mientras sucedía todo esto, Pedro estaba sentado en el patio del palacio. De pronto, una sirvienta se le acercó y le dijo:

—Tú siempre estabas con Jesús, el de Galilea.

70 Y delante de todos, Pedro le contestó:

—Eso no es cierto; ¡no sé de qué me hablas!

71 Pedro salió por la puerta del patio, pero otra sirvienta lo vio y dijo a los que estaban allí:

—Este también estaba con Jesús, el que vino de Nazaret.

72 Pedro lo negó de nuevo y dijo:

—¡Les juro que no conozco a ese hombre!

73 Un poco más tarde, algunos de los que estaban por allí se acercaron a Pedro y le dijeron:

—Estamos seguros de que tú eres uno de los seguidores de Jesús; hablas como los de Galilea.

74 Pedro les contestó con más fuerza:

—¡Ya les dije que no conozco a ese hombre! ¡Que Dios me castigue si no estoy diciendo la verdad!

En ese momento un gallo cantó,

75 y Pedro se acordó de lo que Jesús le había dicho: «Antes de que el gallo cante, vas a decir tres veces que no me conoces.» Entonces Pedro salió de aquel lugar y se echó a llorar con mucha tristeza.

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Mateo 27

Jesús en el palacio de Pilato

1 Al amanecer, todos lossacerdotesprincipales y loslíderesdel país hicieron juntos un plan para matar a Jesús.

2 Lo ataron, lo sacaron del palacio de Caifás y lo entregaron a Poncio Pilato, el gobernador romano.

Judas se mata

3 Cuando Judas supo que habían condenado a muerte a Jesús, se sintió muy mal por haberlo traicionado. Entonces fue a donde estaban lossacerdotesprincipales y loslíderesdel país, les devolvió las treinta monedas de plata,

4 y les dijo:

—Hepecadocontra Dios porque entregué a Jesús, y él es inocente.

Ellos le contestaron:

—¡Y eso qué nos importa! ¡Es problema tuyo!

5 Entonces Judas tiró las monedas en el templo, y fue y se ahorcó.

6 Los sacerdotes principales recogieron las monedas y dijeron: «Estas monedas son el precio de la vida de un hombre; la ley no nos permite que las pongamos en la caja de lasofrendas.»

7 Entonces decidieron comprar con ese dinero el terreno conocido como «Campo del Alfarero», para enterrar allí a los extranjeros.

8 Por eso, aquel terreno se conoce con el nombre de «Campo de Sangre».

9 Así se cumplió lo que había dicho elprofetaJeremías:

«La gente de Israel puso el precio

que se pagó por la vida de aquel hombre:

¡Treinta monedas de plata!

10 Y ellos tomaron las monedas,

y compraron el Campo del Alfarero,

como Dios me lo había ordenado.»

Jesús y Pilato

11 Cuando llevaron a Jesús ante Pilato, este le preguntó:

—¿Eres en verdad el rey de los judíos?

Jesús respondió:

—Tú lo dices.

12 Lossacerdotesprincipales y loslíderesdel país acusaban a Jesús delante de Pilato, pero Jesús no respondía nada.

13 Pilato le preguntó:

—¿No oyes todo lo que dicen contra ti?

14 Y como Jesús no respondió nada, el gobernador se quedó muy asombrado.

¡Que lo claven en una cruz!

15 Durante lafiesta de la Pascua, el gobernador tenía la costumbre de poner en libertad a uno de los presos; el que el pueblo quisiera.

16 En ese tiempo estaba encarcelado un bandido muy famoso, que se llamaba Jesús Barrabás.

17 Pilato le preguntó a la gente que estaba allí: «¿A quién quieren ustedes que ponga en libertad: a Jesús Barrabás, o a Jesús, a quien llaman elMesías?»

18 Pilato preguntó esto porque sabía que, por envidia, lossacerdotesprincipales y loslíderesacusaban a Jesús.

19 Mientras Pilato estaba juzgando el caso, su esposa le mandó este mensaje: «No te metas con ese hombre, porque es inocente. Por causa de él, anoche tuve un sueño horrible.»

20 Mientras tanto, los sacerdotes principales y los líderes convencieron a los que estaban allí, para que pidieran la libertad de Barrabás y la muerte de Jesús.

21 El gobernador volvió a preguntarle al pueblo:

—¿A cuál de los dos quieren que ponga en libertad?

Y todos respondieron:

—¡A Barrabás!

22 Entonces Pilato les dijo:

—¿Y qué quieren que haga con Jesús, a quien llaman el Mesías?

—¡Que muera en una cruz! —respondieron a coro.

23 El gobernador les preguntó:

—Díganme, ¿qué mal ha hecho este hombre?

Pero la multitud gritó con más fuerza:

—¡Que muera en una cruz!

24 Pilato vio que ya no le hacían caso, y que aquello podía terminar en un alboroto muy peligroso. Entonces mandó que le llevaran agua, se lavó las manos delante de la gente y dijo:

—Yo no soy culpable de la muerte de este hombre. Los culpables son ustedes.

25 Y la gente le contestó:

—¡Nosotros y nuestros hijos seremos responsables por la muerte de este hombre!

26 Entonces Pilato puso en libertad a Barrabás, luego ordenó que golpearan a Jesús en la espalda con un látigo, y que después lo clavaran en una cruz.

Todos se burlaron de Jesús

27 Los soldados de Pilato llevaron a Jesús al patio del cuartel y llamaron al resto de la tropa.

28 Allí desvistieron a Jesús y le pusieron un manto rojo,

29 le colocaron en la cabeza una corona hecha con ramas de espinos, y le pusieron una vara en la mano derecha. Luego se arrodillaron ante él, y en son de burla le decían: «¡Viva el rey de los judíos!»

30 Lo escupían y, con la misma vara que le habían dado, le pegaban en la cabeza.

31 Cuando se cansaron de burlarse de él, le quitaron el manto, le pusieron su propia ropa y se lo llevaron para clavarlo en la cruz.

32 Los soldados salieron con Jesús. En el camino encontraron a un hombre llamado Simón, que era del pueblo de Cirene, y obligaron a ese hombre a cargar la cruz de Jesús.

33 Cuando llegaron a un lugar llamado Gólgota, que quiere decir «La Calavera»,

34 le dieron vino mezclado con una hierba amarga, la cual servía para aliviar los dolores. Jesús lo probó, pero no quiso beberlo.

35-38 Los soldados clavaron a Jesús en la cruz, y luego hicieron un sorteo para ver quién de ellos se quedaría con su ropa. También colocaron un letrero por encima de la cabeza de Jesús, para explicar por qué lo habían clavado en la cruz. El letrero decía: «Este es Jesús, el Rey de los judíos».

Junto con Jesús clavaron también a dos bandidos, y los pusieron uno a su derecha y el otro a su izquierda. Luego, los soldados se sentaron para vigilarlos.

39 La gente que pasaba por allí insultaba a Jesús y se burlaba de él, haciéndole muecas

40 y diciéndole: «Tú dijiste que podías destruir el templo y construirlo de nuevo en tres días. ¡Si tienes tanto poder, sálvate a ti mismo! ¡Si eres el Hijo de Dios, baja de la cruz!»

41 También lossacerdotesprincipales, losmaestros de la Leyy loslíderesdel pueblo se burlaban de él. Decían:

42 «Estesalvóa otros, pero no puede salvarse a sí mismo. Dice que es el rey de Israel. ¡Pues que baje de la cruz y creeremos en él!

43 Dijo que confiaba en Dios, y que era el Hijo de Dios. ¡Pues si en verdad Dios lo ama, que lo salve ahora!»

44 Y también insultaban a Jesús los bandidos que fueron clavados a su lado.

Jesús muere

45 Desde el mediodía hasta las tres de la tarde, el cielo se puso oscuro.

46 A esa hora, Jesús gritó con mucha fuerza: «¡Elí, Elí!, ¿lemá sabactani?»

Eso quiere decir: «¡Dios mío, Dios mío! ¿Por qué me has abandonado?»

47 Algunos de los que estaban allí, lo oyeron y dijeron: «¡Está llamando alprofetaElías!»

48 Uno de ellos buscó enseguida una esponja, la empapó con vinagre, la ató en el extremo de un palo largo y se la acercó a Jesús, para que bebiera.

49 Los demás que observaban le dijeron: «Déjalo, vamos a ver si Elías viene asalvarlo.»

50 Jesús lanzó otro fuerte grito, y murió.

51 En aquel momento, la cortina del templo se partió en dos, de arriba abajo, la tierra tembló y las rocas se partieron;

52 las tumbas se abrieron, y muchos de los que confiaban en Dios y ya habían muerto, volvieron a vivir.

53 Después de que Jesúsresucitó, esas personas entraron en Jerusalén y mucha gente las vio.

54 El oficial romano y los soldados que vigilaban a Jesús sintieron el terremoto y vieron todo lo que pasaba. Temblando de miedo dijeron: «¡Es verdad, este hombre era el Hijo de Dios!»

55 Había allí muchas mujeres que miraban desde lejos. Ellas habían seguido y ayudado a Jesús durante su viaje desde Galilea.

56 Entre esas mujeres estaban María Magdalena; María, madre de Santiago y de José; y la esposa de Zebedeo.

El entierro de Jesús

57 Al anochecer, un hombre rico llamado José se acercó al lugar. Era del pueblo de Arimatea y se había hecho seguidor de Jesús.

58 José le pidió a Pilato que le permitiera llevarse el cuerpo de Jesús, para enterrarlo. Pilato ordenó que se lo dieran.

59 José tomó el cuerpo de Jesús, lo envolvió en una sábana limpia

60 y lo puso en una tumba. Era una tumba nueva, que hacía poco tiempo él había ordenado construir en una gran roca. José tapó la entrada de la tumba con una piedra muy grande, y se fue.

61 Frente a la tumba se quedaron sentadas María Magdalena y la otra María.

62 El día siguiente erasábado, el día de descanso de los judíos. Lossacerdotesprincipales y losfariseosfueron a ver a Pilato

63 y le dijeron:

—Señor, nos acordamos de que, cuando ese mentiroso de Jesús aún vivía, dijo: “Tres días después de que me maten resucitaré.”

64 Ahora susdiscípulospueden robar el cuerpo y empezar a decir a la gente que Jesúsresucitó. Ese engaño sería peor que cuando él dijo que era elMesías. Para que no pase esto, ordene usted que unos guardias vigilen cuidadosamente la tumba hasta después del tercer día.

65 Pilato les dijo:

—Ustedes tienen soldados a su servicio; vayan y protejan la tumba lo mejor que puedan.

66 Entonces ellos fueron a la tumba, y ataron la piedra que tapaba la entrada para que no se moviera. También dejaron allí a los soldados para que vigilaran.

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Mateo 28

¡Él está vivo!

1 El domingo al amanecer, cuando ya había pasado el tiempo del descanso obligatorio, María Magdalena y la otra María fueron a ver la tumba de Jesús.

2 De pronto, hubo un gran temblor. Unángelde Dios bajó del cielo, movió la piedra que cerraba la tumba, y se sentó sobre ella.

3 El ángel brillaba como un relámpago, y su ropa era blanca como la nieve.

4 Al verlo, los guardias se asustaron tanto que empezaron a temblar y se quedaron como muertos.

5 El ángel les dijo a las mujeres:

«No se asusten. Yo sé que están buscando a Jesús, el que murió en la cruz.

6 No está aquí; ha resucitado, tal y como lo había dicho. Vengan a ver el lugar donde habían puesto su cuerpo.

7 Y ahora, vayan de inmediato a contarles a susdiscípulosque él ya haresucitado, y que va a Galilea para llegar antes que ellos. Allí podrán verlo. Este es el mensaje que les doy.»

8 Las mujeres se asustaron mucho, pero también se alegraron, y enseguida corrieron a darles la noticia a los discípulos.

9 En eso, Jesús les salió al encuentro y las saludó. Ellas se acercaron a él, le abrazaron los pies y loadoraron.

10 Entonces Jesús les dijo: «No tengan miedo. Corran a avisarles a mis discípulos, para que vayan a Galilea; allí me verán.»

La mentira que contaron los soldados

11 Las mujeres fueron a buscar a losdiscípulos. Mientras tanto, algunos de los soldados que cuidaban la tumba regresaron a la ciudad. Allí les contaron a lossacerdotesprincipales todo lo que había pasado.

12 Entonces los sacerdotes y loslíderesdel país decidieron pagarles mucho dinero a los soldados, para que no dijeran lo que en verdad había sucedido.

13 Les dijeron:

«Vayan y digan a la gente que los discípulos de Jesús vinieron por la noche, cuando ustedes estaban dormidos, y que se robaron el cuerpo de Jesús.

14 Si el gobernador llega a saber esto, nosotros hablaremos con él, y a ustedes no se les culpará de nada.»

15 Los soldados aceptaron el dinero y le contaron a la gente lo que los sacerdotes principales les habían indicado. Esta misma mentira es la que se sigue contando entre los judíos hasta el momento de escribir esta historia.

La misión de los discípulos

16 Los oncediscípulosse fueron a Galilea, al cerro que Jesús les había indicado.

17 Cuando se encontraron con él, loadoraron, aunque algunos de ellos todavía dudaban de que realmente fuera Jesús.

18 Pero él se acercó y les dijo:

«Dios me ha dado todo el poder para gobernar en todo el universo.

19 Ustedes vayan y hagan más discípulos míos en todos los países de la tierra. Bautícenlos en el nombre del Padre, del Hijo y del Espíritu Santo.

20 Enséñenles a obedecer todo lo que yo les he enseñado. Yo estaré siempre con ustedes, hasta el fin del mundo.»