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2 Crónicas 31

1 Cuando terminó la celebración, todos los israelitas fueron a las ciudades de Judá, y a los territorios de lastribusde Benjamín, Efraín y Manasés, y destrozaron las imágenes que la genteadoraba. También destruyeron las imágenes de la diosa Astarté, y los pequeños templos de las colinas. No descansaron hasta acabar con todo eso. Luego regresaron a sus ciudades, cada uno a su hogar.

Ofrendas para los sacerdotes y sus ayudantes

2 Después Ezequías organizó en grupos a lossacerdotesy a sus ayudantes, de acuerdo al turno y al trabajo que les tocaba hacer. Unos presentaban lasofrendaspara agradar a Dios o para pedir perdón por lospecados. Otros daban gracias y alababan a Dios, y otros servían como vigilantes de las entradas del templo.

3 El rey tomó de su propio ganado los animales para hacer lossacrificiosque Dios ordena en su ley: las ofrendas de la mañana y las de la tarde que se presentaban todos los días de la semana, las ofrendas de lossábados, las de cada mes, y las que se ofrecen a Dios en las fiestas de cada año.

4 Luego el rey le pidió a la gente que vivía en Jerusalén, que también diera ofrendas para que los sacerdotes y sus ayudantes tuvieran todo lo necesario para vivir, y así ellos pudieran dedicarse por completo a servir a Dios como él lo ordena.

5 En cuanto los israelitas se enteraron de la petición del rey, dieron en abundancia de lo mejor que tenían: de su cosecha de trigo, vino, aceite y miel, y de todo lo que habían recogido de sus campos. También entregaron la décima parte de todo lo que tenían, que resultó ser una gran cantidad de cosas.

6-7 Era el mes de Siván, cuando la gente de Israel y de Judá empezó a llevar a Jerusalén la décima parte de sus reses, de sus ovejas y de lo que habían apartado para Dios. Después de cuatro meses dejaron de guardar y acomodar sus ofrendas.

8 Cuando Ezequías y los principales jefes vieron esa gran cantidad de ofrendas,bendijerona Dios y a su pueblo Israel.

9 Entonces Ezequías les pidió a los sacerdotes y a sus ayudantes que le informaran sobre lo que se estaba haciendo con esas ofrendas.

10 Azarías, que era el jefe de los sacerdotes, ydescendientede Sadoc, le respondió:

«Dios ha bendecido a su pueblo, y es tanto lo que desde el principio han traído al templo, que no nos ha faltado comida; por el contrario, ha sobrado mucho».

11 Entonces Ezequías mandó que prepararan las bodegas del templo de Dios,

12 y allí guardaron todos los diezmos y ofrendas que la gente había traído. Para cuidar de todo eso, nombraron a Conanías y a su hermano Simí, que eran ayudantes de los sacerdotes.

13 Bajo sus órdenes estaban los vigilantes, que también fueron nombrados por el rey y por Azarías, que era el jefe principal del templo de Dios. Sus nombres eran:

Jehiel,

Azazías,

Náhat,

Asael,

Jerimot,

Jozabad,

Eliel,

Ismaquías,

Máhat,

Benaías.

14-19 Coré hijo de Imná, de latribude Leví, tenía a su cargo la vigilancia de la entrada este del templo, y era el responsable de cuidar las ofrendas que la gente daba voluntariamente a Dios. También se encargaba de repartirlas entre los sacerdotes y sus ayudantes.

Coré tenía seis ayudantes que, con toda honradez, repartían las ofrendas entre los sacerdotes y los ayudantes que vivían en las ciudades y campos de pastoreo del territorio de Judá. Los sacerdotes que recibían esa ayuda debían ser descendientes de Aarón, y los ayudantes debían estar en la lista oficial de ayudantes al servicio de Dios. Estos eran los seis ayudantes:

Edén,

Minjamín,

Jesús,

Semaías,

Amarías,

Secanías.

La repartición se hacía de la siguiente manera: en un libro estaban escritos los nombres de todos los sacerdotes y los ayudantes mayores de tres años. La lista de los sacerdotes seguía el orden de la familia a la que pertenecían, y la lista de los ayudantes tenía una sección con todos aquellos mayores de veinte años, según el turno y el trabajo que hacían. Como estos estaban totalmente dedicados a servir a Dios, en el libro también estaban registrados los nombres de todos sus familiares, es decir, de sus esposas, hijos e hijas.

Y así, todos los sacerdotes y levitas que iban al templo para cumplir con sus trabajos diarios, según el turno y trabajo que les tocaba hacer, recibían la parte que les correspondía.

20-21 Ezequías tuvo éxito en la organización del trabajo del templo, porque todo lo hizo con el único deseo de agradar a Dios, y porque siempre actuó de acuerdo con su ley. Por eso Dios consideró que todo lo que Ezequías hizo en el territorio de Judá, lo había hecho con sinceridad.

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2 Crónicas 32

Senaquerib ataca Judá

1 Después de que Ezequías hizo todo esto, con lo que demostró su obediencia y fidelidad a Dios, vino Senaquerib, rey de Asiria, e invadió el territorio de Judá. Y aunque las ciudades tenían murallas, las rodeó para conquistarlas.

2 Cuando Ezequías se dio cuenta de que Senaquerib había decidido atacar también a Jerusalén,

3 reunió a los principales jefes del pueblo y a sus soldados más valientes, y les propuso tapar los pozos que estaban fuera de la ciudad. De esa manera los asirios no tendrían agua para beber. Todos estuvieron de acuerdo en hacerlo,

4 y de inmediato reunieron a mucha gente para tapar todos los pozos, y cortar el paso del río que cruzaba la ciudad. Así, cuando el rey de Asiria llegara, no tendría suficiente agua.

5 Luego, Ezequías cobró ánimo y mandó reparar la muralla de la ciudad. Construyó torres sobre ella, y también edificó otra muralla exterior. Además, fortaleció el relleno de tierra del lado este de la Ciudad de David, y fabricó una gran cantidad de lanzas y escudos.

6 Luego puso a los jefes del ejército al mando del pueblo, y los reunió en el patio principal que estaba frente a la entrada de la ciudad para darles ánimo. Les dijo:

7 «¡Tengan confianza y sean valientes! ¡No se desanimen ni les tengan miedo al rey de Asiria y a su gran ejército! Nosotros somos más poderosos.

8 El rey de Asiria confía en su ejército; pero nosotros tenemos a Dios de nuestra parte, y él peleará por nosotros».

Al oír al rey, el pueblo cobró valor.

9 Mientras Senaquerib, rey de Asiria, atacaba con todas sus tropas la ciudad de Laquis, envió mensajeros a Jerusalén para que dieran este mensaje a Ezequías y a toda la gente de Judá:

10 «¿Cómo pueden estar tan tranquilos? ¡Los tengo rodeados con mi ejército! ¿A qué se atienen?

11 ¿No será que Ezequías los ha engañado al decirles que su Dios los librará de mi poder? Lo único que Ezequías hará es matarlos de hambre y de sed.

12 »¿No cometió Ezequías el error de quitar los altares dondeadorabana Dios? ¿No fue él quien les ordenó que solamente lo adoraran en un altar?

13 »¿Acaso no se han enterado de lo que yo y misantepasadoshemos hecho con todas las naciones? ¡Ningún dios ha podido detenernos!

14-15 ¿Qué les hace pensar que su Dios sí podrá hacerlo? Si ninguno de esos dioses pudo librar a su pueblo de mi poder, ¡mucho menos podrá hacerlo el Dios de ustedes! ¡No se dejen engañar por Ezequías!»

16 Estos y muchos insultos más lanzaron los mensajeros del rey de Asiria contra Dios y contra su servidor Ezequías.

17-18 Los insultaban a gritos y en el idioma de Judá, para meterles miedo a los que estaban en la muralla de Jerusalén. Pensaban que así sería más fácil conquistar la ciudad.

Además, Senaquerib escribió cartas en las que también insultaba al Dios de Israel. En ellas decía: «Si los dioses de las demás naciones no pudieron librarlas de mi poder, mucho menos podrá el Dios de Ezequías librar a su pueblo».

19 Senaquerib y sus mensajeros pensaban que Dios era como los dioses de las naciones de la tierra, que son fabricados por los hombres.

20 Ante esta situación, el rey Ezequías y elprofetaIsaías hijo de Amós, clamaron a Dios y le pidieron ayuda.

21 En respuesta, Dios envió unángelque mató a los valientes soldados y jefes del ejército del rey de Asiria. A Senaquerib no le quedó más remedio que regresar a su país lleno de vergüenza. Y cuando entró al templo de su dios, sus propios hijos lo mataron.

22 Así fue como Dios libró a Ezequías y a los habitantes de Jerusalén del poder de Senaquerib, rey de Asiria. También los libró del poder de todos sus enemigos, y les permitió vivir en paz con los pueblos vecinos.

23 En agradecimiento por todo eso, muchos llevaron a Jerusalénofrendaspara Dios, y valiosos regalos para el rey Ezequías. Desde ese día, el rey se hizo muy famoso en todas las naciones.

Ezequías se enferma gravemente

24 En esos días, Ezequías se puso tan enfermo que estaba a punto de morirse. Sin embargo, le pidió a Dios que lo sanara, y Dios le dio una señal de que así lo haría.

25 Pero Ezequías fue tan orgulloso que no le dio gracias a Dios por su ayuda. Entonces Dios se enojó tanto que decidió castigar a Ezequías, y también a todos los de Judá y de Jerusalén.

26 Sin embargo, Ezequías y los que vivían en Jerusalén se arrepintieron de su orgullo. Así, mientras Ezequías estuvo con vida, Dios dejó en paz a los habitantes de Judá y de Jerusalén.

Las riquezas de Ezequías

27-29 Dios permitió que Ezequías llegara a tener grandes riquezas y honores. Y fue tanto lo que llegó a poseer, que se construyó lugares para guardar las enormes cantidades que tenía de oro, plata, piedras preciosas, perfumes, escudos y objetos valiosos.

También construyó bodegas para almacenar los cereales, el vino y el aceite. Ordenó construir establos para las muchas clases de ganado que tenía, y también hizo corrales para los rebaños. Además, ordenó construir varias ciudades.

30 Ezequías también mandó tapar el paso del agua que salía del pozo de Guihón, y luego hizo construir un canal para llevar el agua hasta el lado oeste de la Ciudad de David.

Todo lo que Ezequías hizo tuvo éxito.

Ezequías recibe a los enviados de Babilonia

31 En cierta ocasión, loslíderesde Babilonia enviaron gente para averiguar lo que había pasado con Ezequías y la señal que Dios le había dado. Entonces Dios dejó que Ezequías atendiera ese asunto por sí mismo, pues quería saber si lo respetaba y obedecía.

Muerte de Ezequías

32 La historia de Ezequías y de cómo obedeció a Dios, está escrita en el libro delprofetaIsaías hijo de Amós, y en el libro de la historia de los reyes de Israel y de Judá.

33 Cuando Ezequías murió, lo enterraron en el cementerio de los reyes, en una tumba especial para los reyes más respetados por el pueblo. Toda la gente de Judá, y los que vivían en Jerusalén, hicieron un gran funeral en su honor. Manasés, su hijo, reinó en su lugar.

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2 Crónicas 33

Manasés, rey de Judá

1 Manasés comenzó a reinar a los doce años. La capital de su reino fue Jerusalén, y su reinado duró cincuenta y cinco años.

2 Manasés no obedeció a Dios, pues practicó las costumbres vergonzosas de las naciones que Dios había expulsado del territorio de los israelitas.

3 Reconstruyó los pequeños templos que su padre Ezequías había destruido, hizo imágenes de la diosa Astarté y edificó altares paraadorara Baal, y adoró a todos los astros del cielo.

4-5 Manasés construyó altares para esos astros en los patios del templo de Dios, aun cuando Dios había dicho que ese templo sería su casa en Jerusalén por siempre.

6-7 Puso la imagen de unídoloen el templo de Dios, practicó la hechicería y la brujería, y se hizo amigo de brujos y espiritistas. También hizo quemar a su hijo como unsacrificioen el valle de Ben-hinom. Su comportamiento fue tan malo, que Dios se enojó mucho. Dios les había dicho a David y a su hijo Salomón: «De todas las ciudades de Israel, he elegido a Jerusalén, para poner allí mi templo y vivir en él para siempre.

8 Si los israelitas obedecen todos losmandamientosque le di a Moisés, no los expulsaré del país que les he dado».

9 Pero los israelitas no obedecieron a Dios, y Manasés les enseñó a cometer peorespecadosque los que habían cometido las naciones que Dios había destruido cuando los israelitas llegaron a la región.

10 Dios les hizo ver a Manasés y a su pueblo que estaban equivocados, pero ellos no le hicieron caso.

Castigo y arrepentimiento de Manasés

11 Entonces Dios hizo que los jefes del ejército del rey de Asiria atacaran a los israelitas. Los asirios apresaron a Manasés y lo humillaron, pues le pusieron un gancho en la nariz, lo ataron con cadenas de bronce y se lo llevaron prisionero a Babilonia.

12 Allí, mientras sufría tal humillación, Manasés le rogó a Dios que lo perdonara. Se humilló tanto delante del Dios de susantepasados,

13 que Dios escuchó su oración y lo perdonó. Además, le permitió volver a Jerusalén para reinar sobre Judá. Solo así pudo Manasés comprender que su Dios era el Dios verdadero.

Manasés hace cambios

14 Después de esto, Manasés construyó una muralla más alta alrededor de la Ciudad de David. Esta empezaba al oeste de Guihón, pasaba por el arroyo y llegaba al Portón del Pescado, y finalmente rodeaba el monte Ófel. Luego puso a los jefes de su ejército en todas las ciudades de Judá que tenían murallas.

15 También quitó los dioses extranjeros y elídoloque había puesto en el templo de Dios. Además, destruyó todos los altares que había construido en Jerusalén y en el cerro donde estaba el templo, y los arrojó fuera de la ciudad.

16 Manasés restauró el altar de Dios, y presentóofrendaspara pedir perdón y dar gracias a Dios. Finalmente, le ordenó a toda la gente de Judá que solamenteadoraray sirviera al Dios de Israel.

17 El pueblo obedeció a Manasés, presentando ofrendas a su Dios, aunque también siguieron haciéndolo en los pequeños templos de las colinas.

Muerte de Manasés

18-19 La historia de Manasés está escrita en el libro de la historia de los reyes de Israel, y en la Historia de losprofetas. Allí se puede leer acerca de su oración y la respuesta que Dios le dio, y también acerca de suspecadosy su desobediencia. Allí aparece la lista de los pequeños templos de las colinas, en donde edificó altares y puso imágenes de Astarté y deídolos, y allí se narra también cómoadoróManasés a esos ídolos, y cuáles fueron los mensajes que recibió de Dios por medio de los profetas.

20 Cuando Manasés murió, lo enterraron en el jardín de su palacio. Su hijo Amón reinó en su lugar.

Amón, rey de Judá

21 Amón tenía veintidós años cuando comenzó a reinar sobre Judá. La capital de su reino fue Jerusalén, y su reinado duró dos años.

22 Amón no obedeció a Dios, sino que siguió el mal ejemplo de su padre Manasés, puesadoróa losídolosque su padre había fabricado, y les ofreciósacrificios.

23 Pero Amón no se humilló ante Dios, como lo había hecho Manasés, sino que se comportó peor aún.

24 Un día sus servidores se rebelaron contra él y lo mataron en su palacio.

25 Luego el pueblo mató a esos servidores de Amón, y puso como rey a su hijo Josías.

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2 Crónicas 34

Josías, rey de Judá

1 Josías comenzó a reinar a los ocho años. La capital de su reino fue Jerusalén, y su reinado duró treinta y un años.

2 Josías obedeció a Dios en todo, pues siguió fielmente el ejemplo de suantepasadoDavid.

3-7 A la edad de dieciséis años, el rey Josías empezó a obedecer al Dios de su antepasado David. Cuatro años después, comenzó a quitar los altares en los que el puebloadorabaal dios Baal. También quitó las imágenes de la diosa Astarté, las imágenes y losídolosque había por todo el territorio de Judá y en Jerusalén.

Josías ordenó que destruyeran todo eso hasta hacerlo polvo, y que luego esparcieran el polvo sobre las tumbas de quienes habían ofrecidosacrificiosen ellos. Después mandó quemar los huesos de lossacerdotesde esos dioses, y los quemaron sobre los altares que ellos mismos habían usado para quemarincienso. Al terminar, también destruyeron esos altares.

Esto mismo hizo Josías en todo Israel y Judá, y no solo en las ciudades, sino también en los poblados cercanos.

Se encuentra el libro de la Ley

8 Después, a los dieciocho años de su reinado, Josías le ordenó a Safán hijo de Asalías, a Amasías, gobernador de la ciudad, y a su secretario Joah hijo de Joacaz, que repararan el templo de Dios.

9 Ellos fueron a ver a Hilquías, el jefe de lossacerdotes, y le entregaron el dinero que había en el templo de Dios. Ese dinero era el que los vigilantes de las entradas del templo habían recogido entre la gente de lastribusde Manasés, Efraín y Benjamín, y también entre la gente de Judá y de Jerusalén, y el resto del territorio israelita.

10 El dinero fue entregado después a los encargados de la construcción del templo para que pagaran

11 a los carpinteros y a los constructores. Con ese mismo dinero compraron la madera y las piedras que necesitaban para las reparaciones. El templo estaba en ruinas, porque los reyes de Judá lo habían descuidado.

12 Los encargados de la construcción del templo eran hombres honestos, dirigidos por los siguientes ayudantes de los sacerdotes:

Jáhat,

Abdías,

Zacarías,

Mesulam.

Los dos primeros erandescendientesde Merarí, y los otros dos, descendientes de Quehat.

Los ayudantes de los sacerdotes

13 vigilaban el trabajo de los cargadores, y dirigían a todos los obreros, sin importar el trabajo que realizaran.

Algunos ayudantes de los sacerdotes eran muy buenos músicos, y otros eran secretarios, inspectores o vigilantes de las entradas del templo.

14 En el momento en que estaban sacando el dinero del templo, el sacerdote Hilquías encontró el libro de laLeyde Dios, que había sido dada por medio de Moisés.

15 Entonces Hilquías le dijo al secretario Safán: «¡Encontré el libro de la Ley en el templo de Dios!» Y se lo dio.

16 Safán le llevó el libro al rey, junto con este informe:

«Tus ayudantes están haciendo todo lo que les encargaste:

17 Juntaron el dinero que había en el templo, y se lo dieron a los encargados de la construcción.

18 Además, el sacerdote Hilquías encontró un libro y me lo entregó».

Entonces Safán se lo leyó al rey.

19 Y cuando el rey escuchó lo que decía el libro de la Ley, rompió su ropa en señal de tristeza.

20 Después les dio esta orden a Hilquías, a Ahicam hijo de Safán, a Abdón hijo de Micaías, al secretario Safán y a su ayudante personal Asaías:

21 «Vayan a consultar a Dios, para que sepamos qué debemos hacer en cuanto a lo que dice este libro. ¡Dios debe estar furioso con nosotros, pues nuestrosantepasadosno obedecieron lo que está escrito aquí!»

22 Ellos fueron a ver a laprofetisaHuldá, que vivía en el Segundo Barrio de Jerusalén. Huldá era la esposa de Salum hijo de Ticvá y nieto de Harhás. Salum era el encargado de cuidar la ropa del rey. Cuando la consultaron,

23-25 Huldá les contestó:

«El rey Josías debe enterarse del desastre que el Dios de Israel va a mandar sobre este lugar y sus habitantes. Así lo dice el libro que le han leído al rey. Dios está muy enojado, pues lo han abandonado paraadorara otros dioses. ¡Ya no los perdonará más!

26-28 Pero díganle al rey que Dios ha visto su arrepentimiento y humildad, y que sabe lo preocupado que está por el castigo que se anuncia en el libro. Como el rey ha prestado atención a todo eso, Dios no enviará este castigo por ahora. Dejará que el rey muera en paz y sea enterrado en la tumba de sus antepasados. Luego el pueblo recibirá el castigo que se merece».

Los mensajeros fueron a contarle al rey lo que había dicho Dios por medio de la profetisa Huldá.

29-30 Entonces el rey mandó a llamar a loslíderesde Judá y de Jerusalén, para que se reunieran en el templo con él. A la cita acudieron todos los hombres de Judá, los habitantes de Jerusalén, los sacerdotes y sus ayudantes. Toda la nación, desde el más joven hasta el más viejo, fue al templo. Allí, el rey les leyó lo que decía el libro delpactoque habían encontrado.

31 Después se puso de pie, junto a una columna, y se comprometió a obedecer siempre todos losmandamientosde Dios, y a cumplir fielmente el pacto que estaba escrito en el libro.

32 Luego hizo que todos los que estaban allí presentes, y que eran de Jerusalén y de la tribu de Benjamín, se comprometieran a obedecer ese pacto. Y ellos cumplieron el pacto del Dios de sus antepasados.

33 Josías destruyó todos los odiososídolosque había en el país, y les ordenó a los israelitas que adoraran solamente al Dios de Israel. Mientras Josías vivió, su pueblo obedeció al Dios de sus antepasados.

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2 Crónicas 35

Josías celebra la Pascua

1 El día catorce del mes de Abib, Josías ordenó dar inicio a la celebración de laPascuaen Jerusalén,sacrificandoel cordero de la fiesta.

2 A lossacerdoteslos organizó de acuerdo a sus tareas, y los animó para que hicieran bien su trabajo en el templo de Dios.

3 A los ayudantes de los sacerdotes que se dedicaban a la enseñanza de la ley de Dios, les ordenó lo siguiente:

«Ya no es necesario que transporten de un lugar a otro elcofre del pactode Dios. Pónganlo en el templo que el rey Salomón construyó. De ahora en adelante trabajarán en el templo, al servicio de su Dios y su pueblo Israel.

4 »Sigan las instrucciones que el rey David y su hijo Salomón nos dieron, y organícense de acuerdo a sus familias y a sus turnos de trabajo.

5 Así, un grupo de ayudantes de cada familia tendrá su oportunidad de servir en el templo. Cada grupo representará a las demás familias israelitas.

6 Cumplan con la ceremonia de preparación y sacrifiquen el cordero de la Pascua, para que así sus compatriotas tengan todo lo necesario para celebrar la fiesta, tal y como Dios lo ordenó por medio de Moisés».

7 Entonces Josías les dio a todos los que estaban allí treinta mil animales de su propio ganado, para que celebraran la Pascua. Entre los animales iban corderos y cabritos, además de otros tres mil novillos que también ofreció.

8 Al ver esto, los asistentes del rey también regalaron animales, para que el pueblo, los sacerdotes y sus ayudantes celebraran la Pascua.

Además, Hilquías, Zacarías y Jehiel, que eran los asistentes del rey y estaban a cargo del templo de Dios, les dieron a los sacerdotes dos mil seiscientos corderos y trescientos novillos.

9 Conanías y sus hermanos Semaías y Natanael, así como Hasabías, Jehiel y Jozabad, jefes de los ayudantes de los sacerdotes, dieron cinco mil corderos y quinientos novillos.

10 Una vez que los sacerdotes estuvieron listos y sus ayudantes se organizaron por grupos, de acuerdo a las órdenes del rey, empezaron la celebración de la Pascua.

11-13 Los sacerdotes sacrificaron los animales de la Pascua y rociaron el altar con la sangre. Los ayudantes les quitaron la piel a los animales, y les sacaron la grasa para darle a cada familia la parte que le correspondía quemar ante Dios. Luego asaron los animales para la fiesta, y el resto de lasofrendasde Dios las cocinaron en ollas, calderos y sartenes. Todo eso lo repartieron entre la gente del pueblo, y así cumplieron con lo que había ordenado Moisés.

14-15 Los ayudantes de los sacerdotes no solo tuvieron que cocinar su propia parte, sino también la que les tocó a todos aquellos que estuvieron muy ocupados como para hacerlo por sí mismos. Los sacerdotes, por ejemplo, estuvieron ocupados hasta el anochecer, presentando la grasa y las ofrendas que fueron quemadas. Los cantores estuvieron ocupados siguiendo las indicaciones que habían dejado David, Asaf, Hemán y Jedutún, elprofetadel rey. Y los encargados de vigilar las entradas del templo tampoco pudieron dejar su puesto.

16 Así fue como organizaron todo lo que se necesitó para celebrar la Pascua, y para quemar sobre el altar las ofrendas presentadas a Dios. Todo se hizo según las instrucciones del rey Josías.

17 Durante siete días, los israelitas celebraron la fiesta de la Pascua y de lospanes sin levadura.

18-19 Cuando Josías cumplió dieciocho años de gobernar, tanto él como los sacerdotes y el pueblo celebraron la Pascua en Jerusalén. Nunca antes se había festejado la Pascua de esa manera; ni en la época en que gobernó el profeta Samuel, ni en la época de los reyes que gobernaron Israel antes de Josías.

La muerte de Josías

20 Mucho tiempo después de que Josías reparara el templo, Necao, rey de Egipto, salió en plan de guerra hacia Carquemis, junto al río Éufrates. Josías pensó que Necao quería atacarlo;

21 pero Necao envió mensajeros a decirle:

«No tengo nada contra ti, rey de Judá. No he salido a pelear contra ti, sino contra una nación enemiga. Además, Dios me ha ordenado hacer esto con prontitud. No te opongas a los planes de Dios, porque él podría destruirte».

22 Pero Josías no se dio cuenta de que Dios le estaba hablando por medio de Necao. Así que se puso su armadura y fue a pelear contra Necao en el valle de Meguido.

23 En medio de la batalla, una flecha alcanzó al rey Josías, y sus ayudantes lo sacaron del campo, pues estaba herido de muerte.

24 Lo sacaron del carro de combate en el que estaba, lo pasaron a otro de sus carros, y lo llevaron a Jerusalén. Sin embargo, poco después murió. Lo enterraron junto a la tumba de susantepasados, y todos en Judá y Jerusalén lamentaron en gran manera la muerte de Josías.

25 Jeremías compuso un canto que expresaba su gran tristeza por la muerte de Josías. Lo mismo hicieron los cantores y cantoras; y hasta el momento en que esto se escribió, era costumbre en Israel recordar a Josías con esas canciones tan tristes. La letra de estas canciones está escrita en el «Libro de las lamentaciones».

26-27 La historia de Josías está escrita en el libro de la historia de los reyes de Israel y de Judá. En ese libro se puede leer acerca de todo lo que hizo Josías, y de cómo obedeció la ley de Dios.

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2 Crónicas 36

Joacaz, rey de Judá

1-2 El pueblo eligió a Joacaz para que reinara en lugar de Josías, su padre. Joacaz tenía veintitrés años cuando comenzó a gobernar. La capital de su reino fue Jerusalén, pero su reinado solo duró tres meses,

3-4 pues el rey de Egipto no le permitió gobernar, y se lo llevó prisionero. Este rey obligó a todo el país a pagar unimpuestode treinta y tres kilos de oro y tres mil trescientos kilos de plata. Luego nombró a Eliaquim como rey de Judá en Jerusalén, que era la capital. Eliaquim era hermano de Joacaz, pero el rey de Egipto le cambió el nombre, y le llamó Joacín.

Joacín, rey de Judá

5 Joacín tenía veinticinco años cuando comenzó a gobernar sobre Judá. La capital de su reino fue Jerusalén, y su reinado duró once años.

Joacín no obedeció a Dios.

6 Nabucodonosor, rey de Babilonia, peleó contra él, lo encadenó y se lo llevó prisionero a Babilonia.

7 También se llevó con él una parte de los utensilios del templo de Dios, y los puso en el templo de su dios en Babilonia.

8 La historia de Joacín narra su terrible comportamiento, y está escrita en el libro de la historia de los reyes de Israel y de Judá. Joaquín, su hijo, reinó en su lugar.

Joaquín, rey de Judá

9 Joaquín tenía ocho años cuando comenzó a gobernar sobre Judá. La capital de su reino fue Jerusalén, y su reinado solo duró tres meses y diez días. Joaquín no obedeció a Dios.

10 En la primavera de ese año, el rey Nabucodonosor ordenó que llevaran a Joaquín preso a Babilonia. En su lugar, Nabucodonosor nombró como rey de Judá a Sedequías, que era hermano de Joaquín. También se llevaron a Babilonia los utensilios de más valor que había en el templo de Dios.

Sedequías, rey de Judá

11 Sedequías tenía veintiún años cuando comenzó a gobernar sobre Judá. La capital de su reino fue Jerusalén, y su reinado duró once años.

12 Sedequías no obedeció a Dios, ni le hizo caso alprofetaJeremías cuando este le dio mensajes de parte de Dios.

13 Fue muy orgulloso y terco; nunca quiso arrepentirse ni obedecer al Dios de Israel.

Sedequías fue tan rebelde que tampoco obedeció al rey Nabucodonosor ni cumplió con el juramento que le había hecho.

14 De la misma manera se comportaron los principalessacerdotesy el pueblo. Traicionaron a Dios en gran manera, pues siguieron las odiosas costumbres de los países queadorabandioses falsos. También se comportaron de manera terrible en el templo de Dios, el cual había sido dedicado a su adoración.

15 A pesar de eso, Dios amó a su pueblo y a su templo, y les envió muchos mensajeros para llamarles la atención.

16 Pero la gente siempre se burlaba de los mensajeros de Dios y de los profetas, y no les hacían caso. Y así siguieron hasta que Dios ya no aguantó más y, muy enojado, decidió castigarlos.

Dios castiga a su pueblo

17 Dios hizo que Nabucodonosor atacara Jerusalén y la derrotara. El rey Nabucodonosor mató a los jóvenes en el templo, y luego mató a muchos de los habitantes de Jerusalén, sin importar si eran hombres o mujeres, niños o ancianos.

18 Nabucodonosor se llevó a Babilonia todos los utensilios y tesoros del templo de Dios. También se apoderó de los tesoros del rey y de sus asistentes.

19 Luego derribó la muralla de Jerusalén, les prendió fuego al templo de Dios y a los palacios, y destruyó todos los objetos de valor.

20 Los israelitas que quedaron con vida fueron llevados presos a Babilonia, donde fueron esclavos del rey y de susdescendientes. Así permanecieron, hasta que el reino de Persia se convirtió en un país poderoso y conquistó Babilonia.

21 Así fue como se cumplió lo que Dios había anunciado por medio delprofetaJeremías. El territorio de Judá quedó abandonado setenta años, y solo así pudo disfrutar de paz.

El emperador Ciro permite el regreso a Jerusalén

22-23 En el primer año del gobierno de Ciro, rey de Persia, este rey dio la siguiente orden a todos los habitantes de su reino:

«El Dios de los cielos, que es dueño de todo, me hizo rey de todas las naciones, y me encargó que le construya un templo en la ciudad de Jerusalén, que está en la región de Judá. Por tanto, todos los que sean de Judá y quieran reconstruir el templo, tienen mi permiso para ir a Jerusalén. ¡Y que Dios los ayude!»

Ciro, rey de Persia

Con esta orden se cumplió la promesa que Dios había hecho por medio delprofetaJeremías.