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Apocalipsis 5

El rollo y el Cordero

1 En la mano derecha del que estaba sentado en el trono vi un libro enrollado. Las hojas del libro estaban escritas por ambos lados, y el libro estaba cerrado con siete sellos.

2 Luego vi a unángelpoderoso que preguntaba con fuerte voz: «¿Quién tiene la autoridad de romper los sellos y de abrir el rollo?»

3 Y no había nadie en todo el universo que pudiera abrir el rollo ni mirar su contenido.

4 Yo me puse a llorar mucho, porque no había quien pudiera hacerlo.

5 Pero uno de los ancianos me dijo:

«No llores más, que ha salido vencedor el heredero del trono de David, a quien se le llama el León de Judá. Solo él tiene la autoridad de romper los siete sellos y de abrir el rollo.»

6 Entonces vi un Cordero cerca del trono. En el cuerpo llevaba las marcas de haber sidosacrificado. Estaba de pie, rodeado por los cuatro seres vivientes y por los veinticuatro ancianos. Tenía siete cuernos, y también siete ojos. Estos son los siete espíritus de Dios, que han sido enviados para visitar toda la tierra.

7 El Cordero fue y tomó el libro enrollado que tenía en la mano derecha el que estaba sentado en el trono.

8 Apenas hizo esto, los cuatro seres vivientes y los veinticuatro ancianos se arrodillaron delante de él. Cada uno tenía un arpa, y llevaba una copa llena deinciensoque representaba las oraciones del pueblo de Dios.

9 Y todos ellos cantaban esta nueva canción:

«Solo tú mereces tomar el libro

y romper sus sellos.

Porque fuiste sacrificado,

y con tu sangre

rescataste para Dios,

a gente de toda raza,

idioma, pueblo y nación.

10 Los hiciste reyes

ysacerdotespara nuestro Dios;

ellos gobernarán la tierra.»

11 Luego oí el murmullo de muchos ángeles. Eran millones y millones de ángeles que rodeaban el trono, a los cuatro seres vivientes y a los veinticuatro ancianos.

12 Y decían con fuerte voz:

«El Cordero que fue sacrificado,

merece recibir el poder y la riqueza,

lasabiduríay la fuerza,

el honor y la alabanza.»

13 Y también oí decir a todos los seres del universo:

«¡Que todos alaben

al que está sentado en el trono,

y también al Cordero!

Que lo llamen maravilloso,

y por siempre admiren su poder.»

14 Los cuatro seres vivientes decían: «¡Así sea!», y los veinticuatro ancianos se arrodillaron yadoraronal que está sentado en el trono, y al Cordero.

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Apocalipsis 6

Los primeros cuatro sellos

1 En el momento en que el Cordero rompía el primero de los siete sellos, oí que uno de los cuatro seres vivientes decía con voz de trueno: «¡Acércate!»

2 Miré entonces, y vi salir un caballo blanco. El que lo montaba llevaba en la mano flechas y un arco, y le dieron una corona. Había vencido a sus enemigos, y salía dispuesto a seguir venciendo.

3 Cuando el Cordero rompió el segundo sello, oí que decía el segundo de los seres vivientes: «¡Acércate!»

4 Salió entonces un caballo rojizo. Y Dios le dio permiso al jinete de acabar con la paz del mundo, y de hacer que unos a otros se mataran. Y le dieron una gran espada.

5 Cuando el Cordero rompió el tercer sello, oí que decía el tercero de los seres vivientes: «¡Acércate!»

Luego vi un caballo negro. El que lo montaba llevaba una balanza en la mano.

6 Y de en medio de los cuatro seres vivientes oí una voz que decía: «El salario de todo un día de trabajo solo alcanzará para comprar un kilo de trigo o tres kilos de cebada. ¡Pero no subas el precio del aceite ni del vino!»

7 Cuando el Cordero rompió el cuarto sello, oí que decía el cuarto de los seres vivientes: «¡Acércate!»

8 Después vi un caballo pálido y amarillento. El que lo montaba se llamaba Muerte, y lo seguía el representante del reino de la muerte. Y los dos recibieron poder para matar a la cuarta parte de los habitantes de este mundo, con guerras, hambres, enfermedades y ataques de animales salvajes.

El quinto sello

9 Cuando el Cordero rompió el quinto sello, vi debajo del altar a las almas de los que habían sido asesinados por anunciar el mensaje de Dios.

10 Decían con fuerte voz: «Dios todopoderoso, tú eressantoy siempre dices la verdad. ¿Cuándo te vengarás de los que nos mataron? ¿Cuándo los castigarás?»

11 Entonces Dios les dio ropas blancas, y les dijo que debían esperar un poco más, porque aún no habían muerto todos los cristianos que debían morir como ellos.

El sexto sello

12 Cuando el Cordero rompió el sexto sello, miré, y hubo un gran terremoto. El sol se oscureció, y la luna se puso roja como la sangre.

13 Las estrellas cayeron del cielo a la tierra, como cae la fruta del árbol cuando un fuerte viento lo sacude.

14 Además, el cielo fue desapareciendo, como cuando se enrolla una hoja de pergamino, y todas las montañas y las islas fueron llevadas a otro lugar.

15 Entonces todos los reyes de la tierra, y toda la gente importante, intentaron esconderse en las cuevas y entre las rocas de las montañas. Lo mismo hicieron los comandantes de los ejércitos, los ricos, los poderosos, los esclavos y los que eran libres.

16 Y todos ellos les decían a las montañas y a las rocas:

«¡Caigan sobre nosotros, para que no nos vea el que está sentado en el trono! ¡Que no nos castigue el Cordero!

17 Ha llegado el día en que Dios y el Cordero nos castigarán, y nadie podrá resistir el castigo.»

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Apocalipsis 7

Dios salvará a su pueblo

1-3 Después de esto, vi cuatroángelesque estaban de pie. Cada uno de ellos miraba a uno de los cuatro puntos cardinales. Estaban deteniendo al viento, para que no soplara sobre la tierra, ni sobre el mar, ni sobre los árboles. Estos cuatro ángeles habían recibido poder para dañar a la tierra y el mar. Vi también a otro ángel, que venía del oriente, el cual tenía el sello del Dios que vive para siempre. Con ese mismo sello debía marcar a todos los que pertenecen a Dios, para protegerlos. Ese ángel les gritó con fuerte voz a los otros cuatro: «¡No dañen la tierra ni el mar, ni los árboles, hasta que hayamos marcado en la frente a los que sirven a nuestro Dios!»

4-8 Luego oí que se mencionaba a las docetribusde Israel, es decir, a Judá, a Rubén, a Gad, a Aser, a Neftalí, a Manasés, a Simeón, a Leví, a Isacar, a Zabulón, a José y a Benjamín. De cada una de las doce tribus fueron marcados doce mil, es decir, un total de ciento cuarenta y cuatro mil.

9 Después de esto vi a mucha gente de todos los países, y de todas las razas, idiomas y pueblos. ¡Eran tantos que nadie los podía contar! Estaban de pie, delante del trono y del Cordero, vestidos con ropas blancas. En sus manos llevaban ramas de palma,

10 y gritaban con fuerte voz:

«Nos hasalvadonuestro Dios,

que está sentado en el trono,

y también el Cordero.»

11 Todos los ángeles estaban de pie alrededor del trono, y alrededor de los ancianos y de los cuatro seres vivientes. Ellos se inclinaron delante del trono, hasta tocar el suelo con la frente, yadorarona Dios

12 diciendo:

«¡Alabemos a nuestro Dios!

¡Así sea!

»Admiremos su fama ysabiduría,

su poder y fortaleza.

Demos a nuestro Dios,

gracias y honor por siempre.

¡Así sea!»

13 Entonces, uno de los ancianos me preguntó:

—¿Quiénes son los que están vestidos de blanco? ¿De dónde vienen?

14 Yo le respondí:

—Señor, usted lo sabe.

Y él me dijo:

—Son los que no murieron durante el tiempo de gran sufrimiento que hubo en la tierra. Ellos confiaron en Dios, y él les perdonó suspecadospor medio de la muerte del Cordero.

15 »Por eso están ahora

delante del trono de Dios,

y día y noche

le sirven en su templo.

»Dios estará con ellos,

y los protegerá.

16 »Ya no tendrán hambre ni sed,

ni los quemará el sol

ni los molestará el calor.

17 »Dios secará todas sus lágrimas,

y los cuidará el Cordero

que está en medio del trono,

así como el pastor

cuida sus ovejas

y las lleva a manantiales

de agua que da vida.

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Apocalipsis 8

El séptimo sello y las siete trompetas

1 Cuando el Cordero rompió el séptimo sello, todos en el cielo guardaron silencio durante media hora.

2 Entonces vi que se le dio una trompeta a cada uno de los sieteángelesque estaban de pie delante de Dios.

3 Después vino otro ángel con un tazón de oro, y en ese tazón pusieron muchoincienso, para que lo ofreciera ante el altar junto con las oraciones del pueblo de Dios.

4 El humo del incienso subió de la mano del ángel, junto con las oraciones, hasta donde estaba Dios.

5 Entonces el ángel tomó el tazón y lo llenó con los carbones encendidos que estaban sobre el altar. Luego, lanzó todo sobre la tierra, y por todos lados hubo un fuerte ruido de truenos, y relámpagos, y un temblor de tierra.

6 Después, los siete ángeles que tenían las siete trompetas se dispusieron a tocarlas.

Las primeras cuatro trompetas

7 El primerángeltocó su trompeta, y desde el cielo cayeron granizo y fuego mezclados con sangre. Se quemó la tercera parte de la tierra, y también la tercera parte de todos los árboles y de toda la hierba.

8 El segundo ángel tocó su trompeta, y fue lanzado al mar algo parecido a una gran montaña envuelta en llamas. Entonces, la tercera parte del mar se convirtió en sangre,

9 y murió la tercera parte de todo lo que vivía en el mar, y fue destruida la tercera parte de los barcos.

10 Cuando el tercer ángel tocó su trompeta, una gran estrella cayó del cielo sobre la tercera parte de los ríos y de los manantiales. Esa estrella ardía como una antorcha,

11 y se llamaba «Amargura». Entonces, la tercera parte de las aguas se volvió amarga, y mucha gente murió al beberla.

12 El cuarto ángel tocó su trompeta, y la tercera parte del sol, de la luna y de las estrellas se dañó y dejó de alumbrar. Por eso el sol no alumbraba durante la tercera parte del día, y la luna y las estrellas no brillaban durante la tercera parte de la noche.

13 Luego vi un águila que volaba en lo alto del cielo, y la oí decir con fuerte voz: «¡Qué mal les va a ir a todos los que viven en el mundo, cuando los otros tres ángeles toquen sus trompetas!»

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Apocalipsis 9

La quinta trompeta

1 El quintoángeltocó su trompeta, y vi una estrella que había caído del cielo a la tierra. A ella se le dio la llave del túnel que lleva al Abismo profundo.

2 Y cuando la estrella abrió el túnel del Abismo, de allí salió humo, como de un horno muy grande, y el humo oscureció el sol y el aire.

3 Del humo salieron saltamontes, los cuales cubrieron la tierra y recibieron poder para picar como escorpiones a la gente.

4 Luego, Dios les ordenó que no dañaran a la tierra, ni a los árboles ni a las plantas, sino solo a quienes no tuvieran en su frente la marca del sello de Dios.

5 Dios les permitió que hirieran a la gente durante cinco meses, pero no les permitió que mataran a nadie. Y las heridas que hacían los saltamontes eran tan dolorosas como la picadura de los escorpiones.

6 Durante esos cinco meses, la gente que había sido picada quería morirse, pero seguía viviendo. Era como si la muerte huyera de ellas.

7 Los saltamontes parecían caballos de guerra, listos para entrar en batalla. En la cabeza tenían algo que parecía una corona de oro, y sus caras parecían humanas.

8 Sus crines parecían cabellos de mujer, y sus dientes parecían colmillos de león.

9 Sus cuerpos estaban protegidos con algo parecido a una armadura de hierro, y sus alas resonaban como el estruendo de muchos carros tirados por caballos cuando entran en combate.

10 En la cola tenían un aguijón como de escorpión, con el que podían dañar a la gente durante cinco meses.

11 El ángel del Abismo es el jefe de los saltamontes. En hebreo se llama Abadón, y en griego se llama Apolión; en ambos idiomas, su nombre quiere decir «Destructor».

12 Ese fue el primer desastre, pero todavía faltan dos.

La sexta trompeta

13 El sextoángeltocó su trompeta. De pronto oí una voz, que salía de en medio de los cuatro cuernos del altar de oro que estaba frente a Dios.

14 La voz le dijo al sexto ángel que había tocado la trompeta: «Suelta a los cuatro ángeles que están atados junto al gran río Éufrates».

15 Entonces el sexto ángel soltó a los cuatro ángeles, para que mataran a la tercera parte de los seres humanos, pues Dios los había preparado exactamente para esa hora, día, mes y año.

16 Y oí el número de los que peleaban montados a caballo, y eran doscientos millones de soldados.

17 Los soldados que vi montados a caballo llevaban, en su pecho, una armadura de metal roja como el fuego, azul como el zafiro y amarilla como el azufre. Los caballos tenían cabeza como de león, y de su hocico salía fuego, humo y azufre.

18 La tercera parte de los seres humanos murió por causa del fuego, del humo y del azufre.

19 Las colas de los caballos parecían serpientes, y con sus cabezas herían a la gente. Es decir, los caballos tenían poder en el hocico y en la cola.

20 El resto de la gente, es decir, los que no murieron a causa del fuego, el humo y el azufre, no dejaron de hacer lo malo, ni dejaron deadorara losdemoniosy a las imágenes de dioses falsos. Al contrario, siguieron adorando imágenes de piedra, de madera, y de oro, plata y bronce. Esos dioses falsos no pueden ver ni oír, ni caminar.

21 Esa gente no dejó de matar ni de hacer brujerías; tampoco dejó de robar ni de tener relaciones sexuales prohibidas.

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Apocalipsis 10

El ángel y el librito

1 Luego vi a otroángelpoderoso, que bajaba del cielo envuelto en una nube. Un arco iris adornaba su cabeza; su cara brillaba como el sol, y sus piernas eran como dos columnas de fuego.

2 En su mano llevaba un librito abierto. Cuando el ángel se detuvo, puso el pie derecho sobre el mar y el pie izquierdo sobre la tierra.

3 Entonces gritó con fuerte voz, como si fuera un león que ruge; y cuando gritó se oyeron siete voces fuertes como truenos.

4 Estaba yo por escribir lo que dijeron las siete voces, cuando oí una voz del cielo que me dijo: «No escribas lo que dijeron las siete voces fuertes como truenos, sino guárdalo en secreto.»

5 El ángel que se había detenido sobre el mar y sobre la tierra levantó al cielo su mano derecha,

6-7 y juró por Dios que diría la verdad. Dijo: «Dios ya no esperará más. Cuando el séptimo ángel toque su trompeta, Dios hará todo lo que había planeado y mantenía en secreto. Hará todo lo que ya había dicho a sus servidores losprofetas.» Y el ángel juró por el Dios que vive para siempre y que creó el universo.

8 Entonces la voz del cielo, que yo había oído antes, me habló otra vez y me dijo: «Ve y toma el librito abierto. Tómalo de la mano del ángel que se detuvo sobre el mar y sobre la tierra.»

9 Yo fui y le pedí al ángel que me diera el librito. Y el ángel me contestó: «Tómalo y cómetelo. En la boca te sabrá dulce como la miel, pero en el estómago te sabrá amargo.»

10 Yo tomé el librito de la mano del ángel, y me lo comí. Y en efecto, en la boca me supo dulce como la miel, pero en el estómago me supo amargo.

11 Entonces me dijeron: «Tienes que anunciar los planes de Dios a la gente de muchos países, razas, idiomas y reyes.»

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Apocalipsis 11

Los dos profetas

1 Luego me dieron una regla de madera para medir, y Dios me dijo:

«Ve y mide mi templo y mi altar, y mira cuántos me estánadorandoallí.

2 Pero no midas el espacio que hay fuera del templo, porque ese espacio se lo he dado a los que no creen en mí. Ellos gobernarán sobre Jerusalén durante tres años y medio,

3 y yo enviaré a dosprofetaspara que anuncien mi verdadero mensaje. Los enviaré vestidos con ropa áspera, para que anuncienprofecíasdurante esos tres años y medio.»

4 Estos dos profetas son los dos árboles de olivo y los dos candelabros que están delante de Dios, que es el rey de la tierra.

5 Si alguien trata de hacerles daño, ellos echarán fuego por la boca y quemarán por completo a sus enemigos, hasta matarlos.

6 Ellos tienen poder para hacer que no llueva durante los tres años y medio queprofetizarán. También tienen poder para hacer que el agua se vuelva sangre, y para hacer que la gente de este mundo sufra toda clase de terribles males. Y pueden hacerlo cuantas veces quieran.

7 Cuando estos dos profetas hayan terminado de anunciar mi verdadero mensaje, el monstruo que sube desde el Abismo profundo peleará contra ellos, y los vencerá y los matará.

8 Sus cuerpos quedarán tirados en la calle principal de la gran ciudad, donde mataron al Señor clavándolo en una cruz. La gente le ha dado a esa ciudad el nombre simbólico de Sodoma, y también la llaman Egipto.

9 Durante tres días y medio, gente de distintos pueblos, razas, idiomas y países verá sus cadáveres, y no dejará que los entierren.

10 Todo el mundo se alegrará de verlos muertos, y se mandarán regalos unos a otros para celebrar su muerte, porque esos dos profetas eran un terrible sufrimiento para aquella gente.

11 Pero después de esos tres días y medio Dios volvió a darles vida, y ellos se pusieron de pie; y todas las personas que los vieron tuvieron mucho miedo.

12 Entonces los dos profetas oyeron una voz fuerte, que les decía: «¡Suban aquí!»

Ellos subieron al cielo en una nube, a la vista de todos sus enemigos.

13 En ese mismo instante hubo un gran terremoto, que destruyó la décima parte de la ciudad, y siete mil personas murieron. Los sobrevivientes tuvieron mucho miedo y alabaron a Dios, que está en el cielo.

14 Ese fue el segundo desastre, pero el tercero viene pronto.

La séptima trompeta

15 El séptimoángeltocó su trompeta, y en el cielo se oyeron fuertes voces que decían:

«Nuestro Dios y suMesías

ya gobiernan sobre todo el mundo,

y reinarán para siempre.»

16 Y los veinticuatro ancianos que están sentados en sus tronos, delante de Dios, se inclinaron hasta tocar el suelo con la frente yadorarona Dios,

17 diciendo:

«Señor, Dios todopoderoso,

tú vives y siempre has vivido.

Gracias porque has demostrado

tu gran poder,

y porque has comenzado a reinar

sobre el mundo.

18 »Los pueblos que no creen en ti,

están enojados,

pero ha llegado el día

en que los castigarás

con todo tu enojo.

»Ese día juzgarás

a todos los que han muerto,

premiarás a losprofetas,

tus servidores,

premiarás a todo tu pueblo,

y también a los que te respetan;

no importa si son poderosos,

o humildes;

tú los premiarás.»

19 Entonces se abrieron las puertas del templo de Dios, que está en el cielo, y dentro del templo podía verse el cofre de supacto. Y hubo relámpagos, un resonar de truenos, un fuerte temblor de tierra y una gran lluvia de granizo.

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Apocalipsis 12

La mujer y el dragón

1 Luego se vio en el cielo algo muy grande y misterioso: apareció una mujer envuelta en el sol. Tenía la luna debajo de sus pies, y llevaba en la cabeza una corona con doce estrellas.

2 La mujer estaba embarazada y daba gritos de dolor, pues estaba a punto de tener a su hijo.

3 De pronto se vio en el cielo algo también misterioso: apareció un gran dragón rojo, que tenía siete cabezas, diez cuernos y una corona en cada cabeza.

4 Ese dragon arrastró con la cola a la tercera parte de las estrellas del cielo, y las arrojó a la tierra; luego se detuvo frente a la mujer, para comerse a su hijo tan pronto como naciera.

5 La mujer tuvo un hijo que gobernaría con gran poder a todos los países de este mundo. Pero le quitaron a su hijo y lo llevaron ante Dios y ante su trono.

6 La mujer huyó al desierto, donde Dios había preparado un lugar para que la cuidaran durante tres años y medio.

Miguel y el dragón

7 Después hubo una batalla en el cielo. Uno de los jefes de losángeles, llamado Miguel, acompañado de su ejército, peleó contra el dragón. El dragón y sus ángeles lucharon,

8 pero no pudieron vencer, y ya no se les permitió quedarse más tiempo en el cielo.

9 Arrojaron del cielo al gran dragón, que es la serpiente antigua, es decir, el diablo, llamadoSatanás, que se dedica a engañar a todo el mundo. Él y sus ángeles fueron lanzados a la tierra.

10 Entonces oí una fuerte voz que decía:

«Nuestro Dios

hasalvadoa su pueblo;

ha mostrado su poder,

y es el único rey.

SuMesíasgobierna

sobre todo el mundo.

»El diablo ha sido

arrojado del cielo,

pues día y noche,

delante de nuestro Dios,

acusaba a los nuestros.

11 »La muerte del Cordero

y el mensaje anunciado

han sido su derrota.

Los nuestros no tuvieron miedo,

sino que se dispusieron a morir.

12 »¡Que se alegren los cielos,

y todos los que allí viven!

Pero ¡qué mal les va a ir

a los que viven en la tierra,

y a los que habitan en el mar!

»El diablo está muy enojado;

ha bajado para combatirlos.

¡Bien sabe el diablo

que le queda poco tiempo!»

13 Cuando el dragón se dio cuenta de que había sido lanzado a la tierra, empezó a perseguir a la mujer que había tenido a su hijo.

14 Pero Dios le dio a la mujer dos grandes alas de águila para que escapara volando, lejos del dragón, hacia el lugar en el desierto donde la cuidarían durante tres años y medio.

15 El dragón arrojó mucha agua por la boca, y con el agua formó un río para que arrastrara a la mujer.

16 Pero la tierra vino en su ayuda: abrió un hueco y, como si fuera su boca, se tragó toda el agua que el dragón había arrojado.

17 Entonces el dragón se enojó mucho contra la mujer, y fue a pelear contra el resto de susdescendientes, es decir, contra los que obedecen losmandamientosde Dios y siguen confiando en el mensaje de Jesús.

18 Y el dragón se detuvo a la orilla del mar.

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Apocalipsis 13

El monstruo del mar

1 Entonces vi que del mar salía un monstruo con diez cuernos y siete cabezas. En cada cuerno tenía una corona, y en cada cabeza tenía escritos nombres que ofendían a Dios.

2 Este monstruo parecía leopardo, pero tenía patas de oso y hocico de león. El dragón le entregó a este monstruo su poder y su reino.

3 Una de las cabezas del monstruo parecía tener una herida mortal. Pero la herida sanó, lo que hizo que todo el mundo se asombrara y creyera en el monstruo.

4 Todosadoraronal dragón, porque le había dado su autoridad al monstruo, y también adoraron al monstruo. Decían: «No hay nadie tan fuerte como este monstruo. Nadie puede luchar contra él.»

5 Al monstruo se le permitió creerse importante y decir que él era Dios. También se le permitió gobernar durante cuarenta y dos meses.

6 Pasado ese tiempo, empezó a insultar a Dios, a su templo y a todos los que están en el cielo.

7 También se le permitió pelear contra el pueblo de Dios y derrotarlo, y además se le dio autoridad sobre la gente de todas las razas y pueblos, idiomas y países.

8 A ese monstruo lo adorarán todos los que no tienen sus nombres escritos en el libro del Cordero, que fuesacrificado. Ese libro fue escrito desde antes de que Dios creara el mundo, y en él están escritos los nombres de todos los que tienen vida eterna.

9 Si alguien tiene oídos, que ponga atención a lo siguiente:

10 «Quien deba ir a la cárcel,

a la cárcel será llevado;

y quien deba morir por la espada,

a filo de espada morirá.»

Esto significa que el pueblo de Dios debe aprender a soportar los sufrimientos, y a seguir confiando en Dios.

El monstruo de la tierra

11 Luego vi que de la tierra salía otro monstruo. Tenía dos cuernos como de cordero, pero hablaba como un dragón;

12 había recibido autoridad del primer monstruo, y trabajaba para él. Obligaba a los habitantes del mundo a queadoraranal primer monstruo, el cual se había repuesto de su herida mortal.

13 También hacía cosas grandiosas delante de la gente, y dejaba caer fuego del cielo sobre la tierra.

14 Este monstruo engañó a la gente por medio de losmilagrosque hizo con el poder que el primer monstruo le había dado. Luego los obligó a hacer una estatua del primer monstruo, el cual había sido herido con una espada pero seguía con vida.

15 Dios permitió que el segundo monstruo le diera vida a la estatua del primer monstruo, para que pudiera hablar. Todos los que no adoraban la imagen del primer monstruo eran condenados a muerte.

16 También hizo que a todos les pusieran una marca, en la mano derecha o en la frente. No importaba que fueran ricos o pobres, grandes o pequeños, libres o esclavos; todos tenían que llevar la marca.

17 Nadie podía comprar ni vender nada, si no tenía esa marca, o el nombre del monstruo, o el número de su nombre.

18 Aquí hay que esforzarse mucho para poder comprender: si hay alguien que entienda, trate de encontrar el significado del número del monstruo, porque es el número de un ser humano. Ese número es 666.

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Apocalipsis 14

Una canción nueva

1 Entonces miré, y vi al Cordero de pie en el monte Sión. Junto a él estaban ciento cuarenta y cuatro mil seguidores suyos, que tenían escritos en la frente los nombres del Cordero y del Padre.

2 Después oí una voz que venía del cielo. Era como el estruendo de enormes cataratas, o como el fuerte resonar del trueno; era un sonido semejante al de muchos músicos tocando arpas.

3 Los ciento cuarenta y cuatro mil estaban de pie delante del trono, y delante de los cuatro seres vivientes y de los veinticuatro ancianos, y cantaban una canción que nunca antes se había escuchado. Nadie podía aprenderse la letra de aquella canción, a no ser los que fueronsalvadosde entre la gente de este mundo,

4 los cuales noadorarona dioses falsos ni fueron infieles a Dios. Todos ellos seguían al Cordero por dondequiera que él iba, y habían sido salvados para ser el primer regalo que se ofreciera a Dios y al Cordero,

5 pues nunca mintieron ni hicieron lo malo.

El mensaje de los tres ángeles

6 Vi entonces a otroángel, que volaba en lo alto del cielo. Llevaba buenas noticias de valor eterno, para la gente de todos los países, razas, idiomas y pueblos.

7 Decía con fuerte voz:

«Honren a Dios y alábenlo;

ha llegado el momento

en que él juzgará al mundo.

Adorenal creador

del cielo y de la tierra,

del mar y de los manantiales.»

8 Lo seguía otro ángel que decía:

«¡Ya cayó la gran Babilonia!

Ya ha sido destruida la ciudad

que enseñó a todos los países

apecary a obedecer a dioses falsos.»

9 Luego los siguió un tercer ángel, que decía con fuerte voz:

«Si alguno adora al monstruo o a su estatua, o deja que le pongan su marca en la frente o en la mano,

10 Dios se enojará mucho y lo castigará duramente. No será un castigo suave, sino que lo hará sufrir con fuego y azufre ardiente, y lossantosángeles y el Cordero lo verán sufrir su castigo.

11 El humo del fuego que lo hará sufrir nunca dejará de subir, pues los que adoran al monstruo y a su estatua, y tienen la marca de su nombre, nunca dejarán de sufrir, ni de día ni de noche.»

12 El pueblo de Dios debe aprender a soportar con fortaleza las dificultades y los sufrimientos. También debe obedecer los mandatos de Dios y seguir confiando en Jesús.

13 Entonces oí una voz del cielo, que me decía: «Escribe esto: “¡Diosbendeciráa los que de ahora en adelante mueran unidos al Señor Jesucristo!”»

Y el Espíritu de Dios dice: «Así es, porque ellos descansarán de todos sus sufrimientos y dificultades, pues Dios los premiará por todo el bien que han hecho.»

El juicio final

14 Luego vi una nube blanca, sobre la que estaba sentado alguien que parecía un hijo de hombre. Tenía una corona de oro en la cabeza, y en la mano llevaba una hoz afilada.

15 Y otroángelsalió del templo, y gritó con fuerte voz al que estaba sentado en la nube: «¡Empieza a cortar con tu hoz, y recoge la cosecha! Ya ha llegado la hora de recogerla.»

16 El que estaba sentado en la nube pasó la hoz sobre la tierra, y recogió la cosecha.

17 Entonces salió del templo otro ángel, que también llevaba una hoz afilada.

18 Y del altar salió el ángel que tiene poder sobre el fuego, y le dijo al ángel que llevaba la hoz afilada: «¡Empieza a cortar con tu hoz! ¡Recoge las uvas del viñedo de la tierra, porque las uvas ya están maduras!»

19 El ángel pasó la hoz sobre la tierra, y cortó las uvas de los viñedos. Luego las echó en el recipiente grande que se usa para exprimirlas, y que representa el enojo de Dios.

20 Las uvas fueron exprimidas fuera de la ciudad, y del recipiente salió tanta sangre que subió hasta un metro y medio de altura, en una extensión de trescientos kilómetros.