Sabiduría 8

1 »La sabiduría avanza con poder

de un extremo a otro de la tierra,

y gobierna sobre todo lo que existe.

La sabiduría trae mucho bien

2 »Yo amé a la sabiduría;

cuando era joven la busqué,

me enamoré de su belleza

y quise que fuera mi esposa.

3 »Dios, el Dios de todos,

ama la sabiduría;

ella vive junto a Dios,

y en él tiene su origen.

Por eso ella es tan importante,

4 pues conoce los secretos de Dios

y actúa de acuerdo con él.

5 Todos desean la riqueza,

pero debemos recordar

que la sabiduría es más importante,

porque dirige todo lo creado.

6 Ella es dueña de la inteligencia,

y ha hecho todo lo que existe.

7 »Si de veras amas la justicia,

te irá bien en todo,

porque la sabiduría nos enseña

a ser prudentes y sabios,

justos y valientes.

8 »Si deseas tener experiencia en la vida,

busca la sabiduría,

pues ella conoce el pasado

y sabe lo que pasará en el futuro.

La sabiduría tiene la respuesta

para todas las adivinanzas

y para las preguntas más difíciles.

Antes de que suceda algo,

la sabiduría ya lo sabe,

y también conoce

las épocas y las estaciones.

La sabiduría, compañera de mi vida

9 »Por eso quise hacer de la sabiduría

la compañera de mi vida.

Sé que ella me dará

los mejores consejos

en el momento oportuno,

y me dará consuelo

en tiempos de dolor y de tristeza.

10 »Aunque soy joven,

gracias a la sabiduría

seré famoso entre la gente,

y hasta los ancianos

me tratarán con respeto.

11 Gobernaré con inteligencia,

y los poderosos me admirarán.

12 Cuando me quede callado,

la gente deseará oír mis palabras.

Cuando me ponga a hablar,

todos me prestarán atención;

y si pronuncio un discurso,

todos me escucharán admirados.

13 »Gracias a la sabiduría,

viviré para siempre

y dejaré un recuerdo duradero

entre los que reinen después de mí.

14 Gobernaré muchas naciones

15 y seré un héroe en los combates;

los gobernantes crueles se asustarán

cuando oigan hablar de mí,

pero seré bondadoso con mi pueblo.

16 »Cuando regrese a casa,

descansaré tranquilo

junto con la sabiduría;

porque al lado de ella

no hay sufrimiento,

sino solo alegría y placer.

17-18 »Cuando pensé en todo esto,

comprendí de inmediato

que los amigos de la sabiduría

siempre vivirán felices

y gozarán de una larga vida.

También comprendí

que vivir a diario con la sabiduría

trae inteligencia, fama y riqueza.

Por eso me puse a buscarla

para llevármela conmigo.

19 »Fui un niño muy afortunado,

pues recibí un alma buena;

20 o más bien, por ser bueno,

nací en un cuerpo sano.

21 Pero pronto descubrí

que la sabiduría es un regalo de Dios.

Y pedí a Dios de todo corazón

que me diera sabiduría».

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