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Deuteronomio 28

Bendiciones para los obedientes

1 Moisés continuó diciendo:

«Si ustedes obedecen todos losmandamientosde Dios que hoy les he dado, serán su pueblo favorito en toda la tierra,

2 y recibirán siempre estasbendiciones:

3 »Dios los bendecirá dondequiera que vivan, sea en el campo o en la ciudad.

4 »Dios bendecirá a sus hijos, y a sus cosechas y ganados.

5-8 »Dios los bendecirá en sus hogares, en sus viajes, y en todo lo que hagan. Siempre serán muy felices en el país que Dios les dará. Nunca les faltarán alimentos y siempre tendrán pan en la mesa.

»Dios les dará a ustedes la victoria sobre sus enemigos. Podrán venir contra ustedes ejércitos en orden de batalla, pero tendrán que huir en completo desorden.

9 »Si obedecen a Dios en todo, él cumplirá su promesa y ustedes serán su pueblo especial.

10 Entonces todos los pueblos verán que ustedes son el pueblo de Dios, y les tendrán miedo.

11 »Cuando ya estén ustedes en la tierra que Dios prometió dar a susantepasados, él los tratará con bondad. Les permitirá tener muchos hijos, y hará que sus ganados se multipliquen.

»Todo lo que ustedes siembren producirá abundantes cosechas,

12 pues Dios abrirá los cielos, donde guarda la lluvia, y regará los sembrados de ustedes. En todo lo que ustedes hagan, siempre les irá bien. Nunca tendrán que pedir prestado nada; al contrario, ustedes tendrán de sobra para prestarles a otros países.

13-14 »Si ustedes obedecen los mandamientos de Dios y nunca lo desobedecen niadorana dioses falsos, siempre serán el país más importante del mundo.

Castigos para los desobedientes

15 »Pero si no obedecen losmandamientosde Dios, que hoy les he dado, serán castigados y caerán sobre ustedes las siguientes maldiciones:

16 »Maldito será todo lo que hagan en la ciudad o en el campo.

17 »Malditas serán las uvas y el trigo que cosechen, y el lugar donde hagan el pan.

18 »Malditos serán sus hijos, y sus cosechas, y las crías de sus vacas y ovejas.

19 »Malditos serán en todo lo que hagan.

20 »Si se portan mal y se apartan de Dios, él los maldecirá y los hará sufrir, a tal grado que ustedes no sabrán qué hacer. Muy pronto serán destruidos.

21-23 Dios enviará enfermedades terribles que acabarán con todo el país, y ustedes se verán atacados por la fiebre y las inflamaciones. Nada de lo que siembren cosecharán, pues los saltamontes acabarán con todo. Será tanto el calor que todos sus sembrados se secarán, pues Dios no dejará que llueva.

24 En vez de lluvia, Dios enviará polvo y arena hasta destruirlo todo.

25-26 »Cuando sus enemigos vengan a atacarlos, ustedes ordenarán su ejército para responder al ataque, pero acabarán huyendo en desorden y serán derrotados por completo. Sus cadáveres quedarán tendidos por el suelo, y nadie podrá impedir que sean devorados por las fieras y los buitres. Al ver esto, los demás países se espantarán.

27 »Dios los castigará con muchas enfermedades incurables, y se llenarán de tumores, sarna y comezón. Además, les saldrán llagas en la piel, como las que les salieron a los egipcios.

28-29 »Muchos de ustedes se volverán locos, y otros se quedarán ciegos. Todos en Israel estarán tan confundidos que no sabrán qué hacer ni a dónde ir. Nada les saldrá bien, y otros países los maltratarán y les robarán, pero nadie vendrá en ayuda de ustedes.

30 »Si alguno se compromete en matrimonio, no llegará a casarse, pues otro se quedará con su novia. Si alguno construye una casa, no llegará a habitarla. Y si alguno siembra un viñedo, no llegará a disfrutar de las uvas.

31 »Delante de ustedes matarán a sus toros, pero ustedes no probarán un solo pedazo de carne. Y si alguien les arrebata su burro, jamás volverán a verlo. Sus enemigos les robarán sus ovejas, pero nadie los ayudará a rescatarlas.

32 »Les arrebatarán a sus hijos y a sus hijas, sin que ustedes puedan evitarlo. Se los llevarán a otro país, y ustedes nunca más volverán a verlos.

33 »En todo momento gente desconocida les robará, los maltratará, y cosechará lo que ustedes sembraron; será gente extraña la que disfrute de lo que ustedes con tanto esfuerzo produjeron.

34-35 »Además, Dios los castigará con llagas en todo el cuerpo, y nada podrá curarlos. Y cuando ustedes vean todo esto, se volverán locos.

36 »Dios también permitirá que ustedes y su rey caigan prisioneros, y que se los lleven a un país que jamás conocieron susantepasados. Allí tendrán queadorara dioses falsos, hechos de madera y de piedra.

37 Y a dondequiera que nuestro Dios los lleve, la gente se sorprenderá de todo lo que les habrá pasado. Se burlarán de ustedes, y hasta chistes harán de lo que les suceda.

38 »Sembrarán mucho, pero no cosecharán nada, porque los saltamontes se lo comerán todo.

39 Sembrarán viñedos, y cuidarán sus plantas, pero no recogerán ni una sola uva, porque los gusanos se lo comerán todo. De esas uvas no beberán ni una gota de vino.

40 Plantarán árboles de oliva, pero no recogerán ni una sola aceituna. Tampoco sacarán de ellas una sola gota de aceite, porque todas se caerán antes de tiempo.

41 Tendrán hijos, y también hijas, pero no podrán tenerlos a su lado porque serán llevados prisioneros a otros países.

42 »Todos los árboles y las frutas que haya en sus terrenos, serán devorados por los saltamontes.

43 Los extranjeros que vivan en su país se harán cada vez más ricos, mientras que ustedes se harán cada vez más pobres.

44 Tan ricos serán ellos que hasta podrán prestarles dinero; en cambio, ustedes no tendrán nada que prestar. Ellos llegarán a ser los más importantes de la tierra, mientras que ustedes llegarán a ser los más insignificantes».

Otras maldiciones

45 Moisés continuó diciendo:

«Si no obedecen losmandamientosde Dios, estas maldiciones acabarán por completo con ustedes.

46 Todo el mundo se dará cuenta de que ustedes y susdescendientesse han ganado este castigo para siempre,

47 porque Dios los trató bien, pero ustedes no lo obedecieron ni loadoraroncon alegría y sinceridad.

48 Por eso Dios enviará contra ustedes muchos enemigos, y ellos harán de ustedes sus esclavos. Dios les quitará todo y vivirán en la pobreza. No tendrán comida, ni agua, ni ropa. ¡Serán esclavos, y acabarán por ser destruidos!

49 »Desde muy lejos Dios les traerá un pueblo enemigo. Vendrá de un país que ustedes no conocen, y del que no entienden su idioma. Esa gente sabe atacar con gran rapidez, como el águila en vuelo.

50-51 Son crueles, y se comerán todo el ganado y todo lo que ustedes hayan sembrado. No les dejarán para comer nada de trigo ni de vino ni de aceite. ¡Será la ruina! ¡El hambre acabará con todos! ¡Ni a los niños ni a los ancianos les perdonarán la vida!

52 »Esa gente rodeará todas las ciudades que Dios les ha dado, y las atacará; derribará esas altas y fuertes murallas en las que ustedes confían.

53-57 Y mientras ellos mantengan rodeadas las ciudades, ustedes no tendrán nada que comer.

»Será tanta el hambre que sentirán ustedes, que se comerán a los hijos y a las hijas que Dios les dio. Esto lo hará hasta el israelita más bueno y educado, y no compartirá esa carne con nadie; ni con su hermano, ni con su amada esposa, ni con los hijos que le queden con vida.

»Aun la israelita más fina y delicada, que nunca supo lo que era andar descalza, se comerá a escondidas los hijos que dé a luz, y con nadie compartirá su alimento. ¡Ni siquiera la placenta dejará!

»¡En verdad sus enemigos los harán sufrir!»

La desobediencia trae destrucción

58 Finalmente, Moisés les dijo a los israelitas:

«Si no respetan a nuestro grande y poderoso Dios, ni obedecen losmandamientosescritos en este libro,

59 Dios los castigará a ustedes y a susdescendientes. ¡Los hará sufrir terribles enfermedades, que nadie podrá curar!

60 »¿Se acuerdan de los horribles castigos que Dios envió sobre Egipto? Pues esos mismos castigos vendrán sobre ustedes en todo momento,

61 y recibirán otros que ni en el libro de laLeyse mencionan, hasta que todo Israel sea destruido.

62 »Ahora ustedes son un pueblo muy numeroso; pero si no obedecen a Dios, quedarán solo unos cuantos.

63 Ahora Dios está contento con ustedes, y los trata bien y hace que crezcan más y más en número; pero, si no obedecen, Dios estará feliz de destruirlos, y por la fuerza los expulsará del territorio que ahora les da.

64 Tendrán que vivir en otros países, y allíadorarána dioses falsos, hechos de madera y de piedra, que ni ustedes ni susantepasadosconocieron.

65-67 »En esos países nunca tendrán paz ni seguridad. Tendrán solo tristeza, porque Dios hará que vivan asustados y sin ninguna esperanza. Noche y día vivirán llenos de miedo, y verán cosas tan terribles que al llegar la mañana desearán que ya fuera de noche, y al llegar la noche querrán que ya fuera de día.

68 »Aunque Dios prometió que ustedes nunca volverían a Egipto, él los pondrá en barcos y los hará volver. Allí serán puestos a la venta, como esclavos, pero nadie querrá comprarlos».

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Deuteronomio 29

Nuevo pacto de Dios con Israel

1-3 1-3 (28.69—29.2)Moisés terminó de dar a los israelitas todas las instrucciones delpactoque Dios había hecho con ellos en el monte Horeb. Entonces Dios le ordenó que hiciera un nuevo pacto con ellos en el país de Moab. Moisés los reunió y les dio las instrucciones del nuevo pacto. Les dijo:

«Ustedes han sido testigos de las muchas maravillas que Dios hizo para castigar a los egipcios. Ustedes vieron cómo trató al rey de Egipto, a sus oficiales y a todo el pueblo.

4 4 (3)Hasta ahora Dios no ha permitido que ustedes entiendan por qué hizo todo eso.

5-6 5-6 (4-5)Durante cuarenta años los ha guiado por el desierto, y nunca les ha faltado alimento. En todo ese tiempo no se les han gastado los zapatos ni la ropa, y esto lo ha hecho para que ustedes se den cuenta de que él es su Dios.

7 7 (6)»Cuando veníamos hacia esta región, el rey de Hesbón y el rey de Basán nos salieron al paso y nos atacaron. Sin embargo, nosotros los derrotamos

8 8 (7)y les quitamos su territorio, para dárselo a lastribusde Rubén y Gad, y a la media tribu de Manasés.

9 9 (8)Por eso les pido que cumplan con todas las instrucciones de este pacto, y les irá bien en todo lo que hagan.

10 10 (9)»Todo Israel se encuentra hoy reunido aquí, delante de Dios. Aquí están los jefes de las tribus, loslíderes, las autoridades, y hombres,

11 11 (10)mujeres y niños. También están aquí los extranjeros que les cortan la leña y les acarrean el agua.

12 12 (11)Están aquí para hacer un juramento. Van a comprometerse a cumplir con el pacto que hoy Dios hace con ustedes.

13 13 (12)Dios se compromete hoy a ser nuestro Dios, tal como se lo prometió a nuestrosantepasadosAbraham, Isaac y Jacob, y nosotros nos comprometemos a ser su pueblo.

14-15 14-15 (13-14)Pero este pacto no es solamente para nosotros. Dios se compromete también con todos nuestrosdescendientes.

La adoración de dioses falsos

16 16 (15)»Acuérdense de lo que vivimos en Egipto, y de cómo tuvimos que cruzar muchos países para llegar hasta aquí.

17 17 (16)Esa gente adora dioses falsos, y nosotros vimos sus imágenes de madera, piedra, oro y plata, ¡ídolosque Dios aborrece!

18 18 (17)Por eso les ruego que ninguno de ustedes, sea hombre o mujer, familia o tribu, deje a nuestro Dios paraadorara esos dioses falsos. Quienes lo hagan serán como plantas venenosas, que solo producen muerte.

19 19 (18)»Se equivoca quien escuche las instrucciones de estepactoy crea que nada le sucederá si desobedece. Esa persona será culpable de que Dios castigue a todo Israel,

20-21 20-21 (19-20)pero Dios no la perdonará; al contrario, hará que vengan sobre ella todas las maldiciones anunciadas en este libro, que sea separada de sutribu, y que muera hasta el último de susdescendientes. ¡Dios la castigará con furia!

22 22 (21)»Los israelitas que nazcan después, y los extranjeros que vengan de países lejanos, verán los terribles castigos y enfermedades que Dios enviará sobre nuestro país.

23 23 (22)Cuando miren nuestras tierras, no verán más que azufre, sal y tierra quemada. No podremos cultivar nuestros terrenos, pues la tierra no producirá nada, ni siquiera hierba. Será como ver la furiosa destrucción que Dios envió sobre Sodoma, Gomorra, Admá y Seboím.

24 24 (23)»Todo el mundo preguntará: “¿Por qué Dios castigó así a este país? ¿Qué lo hizo enojarse tanto?”

25 25 (24)Y no faltará quien responda: “Su Dios los libró de la esclavitud en Egipto, pero ellos no obedecieron las instrucciones del pacto que su Dios hizo con ellos.

26 26 (25)Al contrario, adoraron a dioses falsos que ni siquiera conocían, y que nunca hicieron nada por ellos.

27 27 (26)Por eso Dios se enojó con ellos y les envió todas las maldiciones anunciadas en este libro.

28 28 (27)Fue tal su enojo, que los expulsó de su país y los envió a los países donde ahora viven”.

29 29 (28)»Hay cosas que Dios mantiene en secreto, y que solo él conoce, pero a nosotros nos ha dado todos estosmandamientos, para que nosotros y nuestros descendientes los obedezcamos siempre».

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Deuteronomio 30

Perdón y bendición

1 Moisés continuó diciendo:

«Ahora saben lasbendicionesque recibirán si obedecen a Dios, y las maldiciones que recibirán si no lo obedecen. Si Dios los castiga y los envía lejos de su país, piensen en todo esto que les he dicho.

2 Si ustedes y sus hijos se arrepienten, y de nuevo deciden obedecer a Dios con toda su mente y todo su ser, y cumplen las leyes que les he dado,

3-5 Dios les tendrá compasión y los volverá a bendecir. Los hará volver de los países a los cuales los envió. Aun si ustedes se encuentran muy lejos, Dios los buscará y los traerá de nuevo al país que prometió a susantepasados. Allí prosperarán y tendrán más hijos que sus antepasados.

6 Dios hará que se olviden de hacer el mal. Entonces ustedes y susdescendienteslo amarán y lo obedecerán con toda su mente y con todo su ser, y no por obligación. Así podrán vivir muchos años.

7 »Dios hará que caigan maldiciones sobre los enemigos de ustedes, que con tanto odio los han perseguido.

8 Pero ustedes deberán arrepentirse y cumplir losmandamientosque hoy les he dado.

9 Si lo hacen, Dios volverá a estar contento con ustedes, y hará que les vaya bien en todo. Tendrán muchos hijos y muchas hijas, y mucho ganado y abundantes cosechas. Dios volverá a bendecirlos como antes lo hacía con sus antepasados.

10 Todo lo que tienen que hacer es arrepentirse de suspecadosy obedecer a Dios con toda su mente y con todo su ser. Obedezcan todos los mandamientos que les ha dado en este libro.

11 »Estos mandamientos son fáciles de obedecer, y cualquiera puede cumplirlos.

12-13 No son difíciles de entender, ni hace falta que alguien se los explique para que puedan obedecerlos.

14 Al contrario, son tan fáciles que cualquiera puede entenderlos, y ya los tienen en la mente y en los labios. Todos pueden meditar en ellos, y hablar de ellos y obedecerlos.

15 »Hoy deben elegir qué prefieren. ¿Quieren que les vaya bien, o quieren que les vaya mal? ¿Quieren tener vida, o prefieren la muerte?

16 Si aman a Dios y obedecen todos sus mandamientos, Dios los bendecirá. Vivirán muchos años en el país que van a recibir, y tendrán muchos hijos.

17 Pero si son desobedientes y se van aadorara otros dioses,

18 quiero que sepan que de seguro morirán. No podrán quedarse en el país que ahora van a recibir al otro lado del río Jordán.

19 »El cielo y la tierra son testigos de que hoy les he dado a elegir entre la vida y la muerte, entre la bendición y la maldición. Yo les aconsejo, a ustedes y a sus descendientes, que elijan la vida,

20 y que amen a Dios y lo obedezcan siempre. De ustedes depende que vivan muchos años en el territorio que él prometió a Abraham, a Isaac y a Jacob, los antepasados de ustedes».

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Deuteronomio 31

Un nuevo jefe para Israel

1 Moisés habló otra vez con el pueblo y le dijo:

2 «Ya tengo ciento veinte años de edad, y no puedo seguir siendo el jefe de Israel. Por otra parte, Dios no va a dejarme cruzar el río Jordán.

3 Pero él mismo los guiará, y destruirá a todos los países que ustedes encuentren a su paso. Así el territorio será de ustedes. Además, Dios ha ordenado que Josué sea su nuevo jefe.

4 »A los países que se enfrenten con ustedes, Dios los destruirá como destruyó a los reyes Og y Sihón, y a sus países.

5 Cuando ustedes los hayan vencido, harán con ellos todo lo que les he ordenado.

6 Sean fuertes y valientes, pues Dios peleará por ustedes; no tengan miedo de esos países, porque Dios no los abandonará».

7 Enseguida, Moisés llamó a Josué y, delante de todo el pueblo, le dijo:

«Tú, Josué, tienes que ser fuerte y valiente, pues vas a llevar a este pueblo al territorio que Dios prometió dar a susantepasados. Tú los harás conquistar ese territorio.

8 Dios mismo será tu guía, y te ayudará en todo; él jamás te abandonará. ¡Echa fuera el miedo y la cobardía!»

Lectura de los mandamientos

9 Moisés escribió todas estas enseñanzas, y entregó el texto escrito a los jefes israelitas y a lossacerdotes, que eran los encargados de transportar elcofre del pacto.

10-11 Luego les dio esta orden:

«Cada siete años se celebrará el año del perdón de deudas. Cuando llegue ese año, y todos los israelitas estén reunidos en el santuario de Dios para celebrar la fiesta de lasenramadas, se leerán estas enseñanzas.

12 Todos, sin falta, deben ir a esa fiesta: hombres, mujeres, niños yrefugiados. Allí escucharán la lectura de estas enseñanzas, y aprenderán a respetar a Dios y a obedecer sus mandamientos.

13 También los hijos que tengan, y que aún no conocen estos mandamientos, los oirán y aprenderán a obedecer a Dios. Esto lo harán mientras vivan en el país al otro lado del río Jordán, que ahora van a conquistar».

Dios da instrucciones a Moisés y a Josué

14 Después de esto, Dios le dijo a Moisés: «Ya se acerca el día de tu muerte. Por eso quiero que tú y Josué vengan al santuario, para que yo les diga lo que deben hacer».

Moisés y Josué fueron al santuario,

15 y en la entrada misma Dios se hizo presente, en medio de una nube en forma de columna.

16 Y Dios le dijo a Moisés:

«Muy pronto morirás. Cuando eso suceda, los israelitas dejarán de obedecerme yadorarána los dioses falsos de la gente que vive en este territorio. Me abandonarán y no cumplirán con elpactoque hemos hecho.

17 Entonces yo me enojaré con ellos, y los dejaré solos; en vez de cuidarlos, les enviaré muchos castigos y sufrimientos. Y tendrán que admitir que los he abandonado.

18 Aunque lo reconozcan, yo me alejaré de ellos más todavía. Así los castigaré por su maldad de adorar a dioses falsos.

19-20 »Cuando lleve yo a los israelitas al territorio que juré darles, ellos comerán hasta engordar, pues allí siempre hay abundancia de alimentos. Entonces se olvidarán de mí, adorarán a otros dioses y no cumplirán el pacto que hicimos. Por eso quiero que tú y Josué escriban la canción que les voy a dictar. Quiero que le enseñen al pueblo a cantarla. Así, cuando ellos la canten, se acordarán de todo lo que les he ordenado y no podrán decir: “De esto no sabíamos nada”.

21 Cuando sufran todos los castigos que habré de enviarles, se acordarán de esta canción; y cuando sus hijos la canten, tendrán que admitir que tengo la razón. Aunque ellos no han entrado todavía en el territorio que les he prometido, los conozco muy bien y sé cómo van a actuar».

22 Ese mismo día, Moisés escribió la canción y se la enseñó a los israelitas.

23 A Josué, Dios le dijo: «Tú, Josué, tienes que ser fuerte y valiente. Yo te ayudaré en todo, y tú harás que este pueblo conquiste el territorio que les he prometido».

24 Cuando Moisés terminó de escribir en el libro todas las enseñanzas que Dios le dio,

25 les dijo a lossacerdotesencargados de transportar el cofre del pacto:

26 «Aquí tienen las enseñanzas de nuestro Dios. Pónganlas junto al cofre del pacto. Estas enseñanzas me servirán de prueba contra ustedes,

27 pues los conozco muy bien. Yo sé que ustedes son tercos y rebeldes. Si ahora que estoy con ustedes desobedecen a Dios, ¿qué no harán cuando ya me haya muerto?

28 »Por eso, reúnan ahora a los jefes del pueblo y a loslíderesde lastribus, para dejar esto bien claro: Yo les he entregado las enseñanzas de Dios. De esto, el cielo y la tierra son testigos.

29 Yo sé bien que, después de mi muerte, ustedes dejarán de obedecer a Dios y no seguirán las enseñanzas que les he dado. Por lo mismo, ustedes van a sufrir mucho, pues harán enojar a Dios».

La canción

30 En cuanto los israelitas se reunieron con Moisés, él les enseñó la canción que Dios le dictó:

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Deuteronomio 32

1 «Cielo y tierra,

¡presten atención a mis palabras!

2 Lo que tengo que decir

es tan bueno como la lluvia,

que hace bien a las plantas

y a la hierba del campo.

3 »Quiero alabar a nuestro Dios;

y ustedes, ¡reconozcan su poder!

4 Él nos protege del mal.

Es un Dios justo y fiel,

que siempre actúa con justicia.

5-6 »Israelitas,

Dios es su creador;

es como un padre para ustedes.

Pero ustedes han sido malos,

y lo han ofendido.

Han sido tercos y tontos,

y no merecen ser sus hijos.

¡Son unos malagradecidos!

7 »Pónganse a pensar

en la historia de su pueblo.

Sus padres y sus jefes

les contarán hechos del pasado.

8 Cuando Dios dividió la humanidad

en diferentes pueblos y naciones,

les dio sus propios territorios;

pero a ustedes, israelitas,

les dio un trato especial:

9 A ustedes Dios los eligió

para que fueran su pueblo.

10 »Cuando Dios los encontró,

ustedes andaban por el desierto,

por tierras barridas por el viento.

Pero él los tomó en sus brazos

y los cuidó como a sus propios ojos.

11 Dios ha cuidado de ustedes

como cuida el águila a sus polluelos.

Dios siempre ha estado cerca

para ayudarlos a sobrevivir.

12 »Dios mismo dirigió a su pueblo,

y no necesitó ayuda de otros dioses.

13 Dios los llevó triunfantes

por las altas montañas del país.

Les dio a comer frutas del campo;

de una piedra sacó miel

para endulzarles los labios,

y de una dura roca

sacó el aceite que necesitaban.

14 De sus vacas, cabras y ovejas

sacaron leche y cuajada;

en su mesa se sirvió

carne del mejor ganado.

Comieron pan del mejor trigo

y vino de las mejores uvas.

15 »Pero los israelitas prosperaron,

y se olvidaron de Dios;

¡se olvidaron de su creador!

Rechazaron la protección

del Dios que los había salvado.

16-17 Hicieron enojar a Dios,

y provocaron sus celos

aladorara dioses falsos;

¡eran unosídolosrepugnantes

que ni susantepasadosconocieron!

Aun así, ofrecieronsacrificios

a esos dioses y a losdemonios.

18 »Israel se olvidó de Dios;

del Dios que le dio la vida.

Abandonó a su creador;

se olvidó de su protector.

19 Por eso Dios se enojó

y los apartó de su lado.

20 Luego le dijo al pueblo:

“Voy a dejarlos solos,

y verán lo que les pasará.

En verdad, ustedes son malos;

no se puede confiar en ustedes.

21 Inventan un dios falso,

para provocar mis celos;

pero los celosos serán ustedes,

pues los cambiaré por otro pueblo;

los cambiaré por gente ignorante

que ni a pueblo llega.

22 Tanto me han hecho enojar

que mi furia parece fuego;

y con ese fuego destruiré

los lugares más profundos

y las bases de las montañas.

23 ”Voy a hacerlos sufrir;

voy a herirlos con mis flechas.

24 El hambre y la enfermedad

pondrán fin a su vida.

Lanzaré contra ustedes

animales salvajes y serpientes venenosas.

25 En plena calle matarán a sus hijos,

y toda familia verá con horror

cómo mueren sus ancianos,

sus jóvenes y sus niños.

26 ”Hasta pensé en

dispersarlos

por diferentes países,

y que nadie volviera a recordarlos.

27 Pero decidí no hacerlo

por causa de mis enemigos;

sabía que se burlarían de mí,

y hasta pensarían que no fui yo

quien castigó a Israel,

creerían que ellos lo habían hecho,

¡ellos y su gran poder!

28 ”Ustedes, los israelitas,

son tan tontos que no entienden.

29 Si fueran más listos,

sabrían el castigo que les espera.

30 ¿Cómo se explican ustedes

que un solo israelita

hizo huir a mil soldados?

¿Cómo se explican que dos soldados

hicieron huir a diez mil?

¡Si yo no cuidara de ustedes

ni les hubiera dado la victoria,

ustedes no habrían podido vencerlos!”

31 »Bien saben nuestros enemigos

que sus dioses no tienen poder;

¡el poder es de nuestro Dios!

32 Ellos son como la gente

de Sodoma y de Gomorra.

Son como los malos viñedos,

que solo dan uvas amargas;

33 ¡hasta el vino que producen

parece veneno de serpientes!

34-35 »Nuestro Dios ha dicho:

“Muy pronto habré de castigarlos,

¡muy pronto habré de destruirlos!

¡Solo espero el momento oportuno

para darles su merecido!”

36 »Cuando ya no tengamos fuerzas,

nuestro Dios nos defenderá;

cuando él nos vea reducidos a nada,

tendrá compasión de nosotros

37 y les dirá a nuestros enemigos:

“¿Dónde están los dioses

en quienes ustedes tanto confían?

38 ¿Dónde están esos dioses

a quienes les llevabanofrendas?

¡Pídanles que vengan a ayudarlos!

39 ¡Dense cuenta ahora

de que yo soy el único Dios!

Solo yo sano las heridas;

¡solo yo doy la vida,

y solo yo puedo quitarla!

¡De mí no se escapa nadie!

40 ”Levanto mi mano al cielo,

y juro por mi vida eterna,

41 que voy a afilar mi espada,

para vengarme de mis enemigos.

¡Voy a darle su merecido

a esa gente que me odia!

42 ¡Voy a empapar mis flechas

en la sangre de los prisioneros!

¡Voy a cortarles la cabeza

a todos sus capitanes!”

43 »Y ustedes, pueblos vecinos,

alégrense junto con el pueblo de Dios,

porque él habrá de vengarse

de la muerte de su gente.

¡Dios perdonará a su pueblo

ylimpiarádepecadosu país!»

44-45 Y mientras Moisés entonaba este canto ante el pueblo, Josué estuvo siempre a su lado.

Últimas instrucciones de Moisés

46 Más tarde, Moisés le dijo al pueblo:

«Piensen bien en todo lo que les he enseñado, y ordenen a sus hijos y a sus hijas que obedezcan cada uno de estosmandamientos.

47 Lo que les digo es muy serio. Si ustedes obedecen, vivirán muchos años en el territorio que ahora van a conquistar, y que está al otro lado del río Jordán».

Moisés ve la tierra prometida

48 Ese mismo día, Dios le ordenó a Moisés:

49 «Quiero que vayas a la región montañosa de Abarim, y que subas al monte Nebo, que está en el territorio de Moab, frente a Jericó. Desde allí podrás admirar el territorio de Canaán, que voy a darles a los israelitas.

50 »Allí, en el monte Nebo, morirás y serás enterrado, como fue enterrado tu hermano Aarón cuando murió en el monte Hor.

51 Tanto Aarón como tú me desobedecieron en Cadés, cuando estaban junto al manantial de Meribá, que está en el desierto de Sin. Delante de todos los israelitas me faltaron al respeto.

52 Por eso no te dejaré entrar en el territorio que les prometí, y solo podrás verlo de lejos».

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Deuteronomio 33

Moisés bendice a Israel

1 Moisés fue un granprofetaal servicio de Dios. Poco antes de morir,bendijoa los israelitas

2 con las siguientes palabras:

«Nuestro Dios viene del monte Sinaí;

su luz nos llega desde Edom.

Desde los montes de Parán avanza

el brillo de su presencia,

y llega hasta Meribá, en Cadés.

Trae fuego en su mano derecha,

y viene con miles de bravos guerreros.

3 »Dios ama a su pueblo;

Dios protege a los suyos

porque ellos siempre lo obedecen

y cumplen sus órdenes con gusto.

4 »Yo, Moisés, les di la ley de Dios,

que para ustedes es lo más preciado.

5 Y ustedes y suslíderes

reconocieron a Dios como su rey».

6 Luego, Moisés le dijo a latribude Rubén:

«Ustedes son una tribu pequeña,

pero vivirán para siempre».

7 A la tribu de Judá le dijo:

«Nuestro Dios oirá tus oraciones,

te hará vencer a tus enemigos,

y permitirá que te reúnas

con el resto de Israel».

8-9 A la tribu de Leví le dijo:

«Dios discutió con los israelitas

y los puso a prueba en Masá,

junto al manantial de Meribá.

Pero confía en ustedes

porque lo obedecieron,

pues consideraron más importante

mantenerse fieles a supacto,

que mantenerse fieles a sus padres,

a sus hermanos o a sus hijos.

Por eso Dios les entregó

el Urim y el Tumim,

y los nombró sussacerdotes.

10 »Ustedes enseñan a su pueblo

a cumplir susmandamientos;

y en el altar de Dios presentan

toda clase deofrendas.

11 »Pido a Dios que los bendiga

y que acepte con agrado

lo que ustedes hacen por él;

también le pido que destruya

a todos sus enemigos,

para que nunca más

se levanten contra ustedes».

12 A la tribu de Benjamín le dijo:

«Dios te ama y te protege;

¡Dios siempre habitará en tus montañas!»

13 A la tribu de José le dijo:

«Dios bendecirá tus campos,

y nunca te faltará lluvia

ni agua en los pozos profundos.

14-15 Hasta en las altas montañas

Dios te dará todo el año

las más abundantes cosechas.

16 La tierra te dará

lo mejor de sus frutos,

y siempre podrás contar

con la bendición de Dios.

»Tú eres el favorito

del Dios que se apareció en la zarza.

17 Los ejércitos de tus hijos,

Efraín y Manasés,

son fuertes y poderosos

como los toros y los búfalos.

¡Con sus lanzas destruirán

aun a sus enemigos más lejanos!»

18 A las tribus de Isacar y Zabulón les dijo:

«Ustedes harán buenos negocios

en la tierra y en el mar.

19 Del mar y de sus playas

sacarán grandes riquezas.

Invitarán a los pueblos vecinos,

para que vengan a su montaña,

y allí presentarán ofrendas a Dios».

20-21 A la tribu de Gad le dijo:

«¡Bendito sea Dios,

que te dio grandes territorios!

¡Eres como un león

dispuesto a atacar a su víctima!

Te quedaste con las mejores tierras

porque obedeciste a Dios en todo,

y porque actuaste con justicia

cuando tuviste que hacerlo».

22 A la tribu de Dan le dijo:

«Eres como un cachorro,

que salta desde Basán».

23 A la tribu de Neftalí le dijo:

«Todo lo que haces

es del agrado de Dios.

Por eso Dios te bendecirá

y te dará un gran territorio,

hasta el extremo sur

del Lago de Galilea».

24 A la tribu de Aser le dijo:

«¡Que Dios te bendiga

más que a las otras tribus!

¡Que todos los israelitas

muestren su amor por ti!

»Tendrás abundancia

de aceite de oliva.

25 Mientras tengas vida,

serás un pueblo poderoso

y con ciudades bien protegidas».

26 Y para terminar, Moisés dijo:

«¡Israelitas,

no hay otro Dios como tu Dios!

Dios es el rey del cielo,

y siempre vendrá en tu ayuda.

27 Dios es el Dios eterno,

y siempre te protegerá;

pondrá en fuga a tus enemigos,

para que los destruyas.

28 »Ya puedes vivir confiado,

y gozar de tranquilidad.

Nunca te faltará pan ni vino,

pues Dios regará tus campos.

29 ¡Dichoso tú, Israel,

pues Dios te ha rescatado!

Dios te protege y te ayuda.

¡No podrías tener mejor defensa!

¡Tú humillarás a tus enemigos,

y los pondrás bajo tus pies!»

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Deuteronomio

Deuteronomio 34

Muerte de Moisés

1 Desde el desierto de Moab, Moisés subió al monte Pisgá, y llegó a la parte más alta del monte Nebo, que está frente a Jericó. Allí Dios le mostró todo el territorio de Galaad y de Dan.

2 También le mostró los territorios de lastribusde Neftalí, Efraín y Manasés, y el territorio de la tribu de Judá hasta el mar Mediterráneo.

3 Desde allí Moisés pudo ver el desierto del sur, el valle del Jordán y la llanura que rodea la ciudad de Jericó, hasta el pueblo de Sóar. Jericó también se conoce como Ciudad de las Palmeras.

4 Allí Dios le dijo a Moisés: «Este es el país que le daré a Israel. Así se lo prometí a Abraham, a Isaac y a Jacob, tusantepasados. He querido que lo veas, porque no vas a entrar en él».

5-6 Moisés estuvo siempre al servicio de Dios. Tal como Dios lo había dicho, Moisés murió en Moab, frente a Bet-peor, y allí mismo fue enterrado, aunque nadie sabe el lugar exacto.

7 Cuando murió, tenía ciento veinte años, gozaba de buena salud y la vista todavía no le fallaba.

8 Los israelitas se quedaron treinta días en el desierto de Moab, para guardar luto por la muerte de Moisés. Esa era la costumbre en aquella época.

9 Antes de morir, Moisés había puesto sus manos sobre la cabeza de Josué y Dios lo llenó desabiduría. Por eso los israelitas obedecieron a Josué, y cumplieron con las órdenes que Dios le había dado a Moisés.

10 Nunca más hubo en Israel unprofetacomo Moisés, que hablara con Dios cara a cara.

11 Nunca nadie igualó las maravillas que Dios le mandó hacer contra Egipto y su rey.

12 Nunca nadie tuvo más poder que Moisés, ni pudo imitar las grandes cosas que los israelitas le vieron hacer.

Josué 1

Dios llama a un nuevo líder

1-2 Después de la muerte de Moisés, Dios habló con Josué hijo de Nun, que había sido ayudante de Moisés. Dios le dijo a Josué:

—Ahora que mi servidor Moisés ha muerto, te toca a ti guiar al pueblo de Israel. Cruza el río Jordán con todos ellos, y llévalos al territorio que les voy a dar.

3 Yo les entregaré todo territorio donde pongan el pie, tal como se lo prometí a Moisés.

4 Les daré todo el territorio que va desde el desierto del sur hasta las montañas del Líbano en el norte, y desde el gran río Éufrates en el este hasta el mar Mediterráneo en el oeste, incluyendo el territorio de los hititas.

5 »Nadie podrá derrotarte jamás, porque yo te ayudaré, así como ayudé a Moisés. Nunca te fallaré ni te abandonaré.

6 Pero tú debes ser fuerte y valiente, porque serás tú quien guíe al pueblo de Israel para que reciba el territorio que les prometí a susantepasados.

7 Solo te pido que seas muy fuerte y valiente. Así podrás obedecer siempre todas las leyes que te dio mi servidor Moisés. No desobedezcas ni una sola de ellas, y te irá bien por dondequiera que vayas.

8 Nunca dejes de leer el libro de laLey; estúdialo de día y de noche, y ponlo en práctica, para que tengas éxito en todo lo que hagas.

9 »Yo te pido que seas fuerte y valiente, que no te desanimes ni tengas miedo, porque yo soy tu Dios, y te ayudaré por dondequiera que vayas.

Preparativos para la conquista

10 Entonces Josué les ordenó a los jefes del pueblo:

11 —Vayan por el campamento y díganles a todos que se preparen con alimentos, porque dentro de tres días cruzaremos el río Jordán y ocuparemos el territorio que nuestro Dios nos va a dar.

12 Josué dio también instrucciones a lastribusde Rubén y de Gad, y a la media tribu de Manasés:

13 —Recuerden que Moisés les dijo que nuestro Dios les daría este territorio para que vivan en paz.

14 Dejen a sus esposas y a sus hijos, y a su ganado en esta tierra que Moisés les dio al este del río Jordán. Pero todos los hombres que tengan armas deberán cruzar el río y ayudar al resto del pueblo.

15 No descansen hasta que hayan conquistado el territorio que Dios les dará a ellos, tal como se lo ha dado a ustedes. Una vez que ellos tengan su territorio, ustedes podrán regresar y vivir en la tierra que Moisés les ha dado al este del río Jordán.

16 Ellos le respondieron a Josué:

—Haremos todo lo que nos has pedido, e iremos a donde tú quieras.

17 Te obedeceremos en todo, como obedecimos a Moisés, siempre y cuando nuestro Dios, te apoye como apoyó a Moisés.

18 Si alguien no te obedece, será condenado a muerte. Lo único que te pedimos es que seas fuerte y valiente.

Josué 2

Rahab y los espías

1 Josué envió a dos hombres para que exploraran el territorio de Canaán, y de manera especial a la ciudad de Jericó. Los dos hombres salieron de Sitim, y cuando llegaron a Jericó fueron a la casa de una prostituta llamada Rahab. Allí pasaron la noche.

2 Al saber el rey de Jericó que unos israelitas habían llegado esa noche para explorar el país,

3 mandó a decirle a Rahab:

—En tu casa hay dos espías. ¡Mándamelos para acá!

4 Pero como ella los había escondido, respondió:

—Sí, es verdad. Vinieron unos hombres, pero yo no supe de dónde eran.

5 Salieron al anochecer, antes de que cerraran el portón de la ciudad, y no sé a dónde iban. Si ustedes salen ahora mismo a perseguirlos, seguro que podrán alcanzarlos.

6 La verdad es que Rahab los había llevado a la terraza y los había escondido debajo de unos manojos de lino que allí tenía.

7 Los hombres del rey salieron de la ciudad, y se volvió a cerrar el portón. Buscaron a los espías hasta llegar al cruce del río Jordán.

8 Antes de que los espías se acostaran, Rahab subió a la terraza

9 y les dijo:

—Yo sé que Dios les ha entregado a ustedes este territorio, y todos tenemos miedo, especialmente los gobernantes.

10 Sabemos que, cuando salieron de Egipto, Dios secó el Mar de los Juncos para que ustedes pudieran cruzarlo. También sabemos que mataron a Sihón y a Og, los dos reyes amorreos del otro lado del Jordán.

11 Cuando lo supimos, nos dio mucho miedo y nos desanimamos. Reconocemos que el Dios de ustedes reina en el cielo y también aquí en la tierra.

12 Júrenme en el nombre de ese Dios que tratarán bien a toda mi familia, así como yo los he tratado bien a ustedes. Denme alguna prueba de que así lo harán.

13 ¡Prométanme que salvarán a todos mis familiares! ¡Sálvennos de la muerte!

14 Los espías le contestaron:

—¡Que Dios nos quite la vida si les pasa algo a ustedes! Pero no le digas a nadie que estuvimos aquí. Cuando Dios nos dé este territorio, prometemos tratarlos bien, a ti y a toda tu familia.

Rahab y los espías se despiden

15 Como la casa de Rahab estaba construida junto al muro que rodeaba la ciudad, ella los ayudó a bajar por la ventana con una soga.

16 Y les aconsejó:

—Escóndanse en los cerros para que la gente del rey no los encuentre. Quédense allí tres días, hasta que ellos regresen; y después de eso, sigan su camino.

17 Antes de irse, los espías le dijeron:

—Te hemos hecho un juramento, y lo cumpliremos.

18 Cuando lleguemos a este territorio, esta soga roja tiene que estar atada a la ventana por donde vamos a bajar. Reúne en tu casa a todos tus familiares.

19 Si alguno de ellos sale a la calle, morirá, y nosotros no tendremos la culpa de su muerte; pero si alguien sufre algún daño dentro de la casa, nosotros seremos los culpables.

20 No le cuentes a nadie de este trato que hemos hecho; de lo contrario, no estaremos obligados a cumplir nuestro juramento.

21 —De acuerdo —respondió ella—. Así se hará.

Dicho esto, los despidió y ellos se fueron, mientras ella ataba la soga roja a la ventana.

22 Los dos espías se fueron a los cerros, y durante tres días estuvieron escondidos allí, hasta que los hombres del rey regresaron. Los habían buscado por todo el camino y no los habían encontrado.

23 Entonces los dos espías bajaron de los cerros, cruzaron el río, y volvieron a donde estaba Josué. Luego de contarle todo lo que les había pasado,

24 le dijeron:

—Estamos seguros de que Dios nos ha dado todo el territorio. ¡Todos los gobernantes de esta región están muertos de miedo!

Josué 3

La gente de Israel cruza el Jordán

1 Al día siguiente, muy de mañana, Josué y todos los israelitas levantaron el campamento de Sitim y avanzaron hasta el río Jordán. Acamparon allí, esperando el momento de cruzarlo.

2 Al segundo día, los jefes fueron por todo el campamento

3 diciéndole a la gente: «Cuando vean a lossacerdotessalir con elcofre del pacto, levanten el campamento y síganlos.

4 Ellos los guiarán porque ustedes no conocen el camino. Pero no se acerquen al cofre; manténganse por lo menos a un kilómetro de distancia».

5 Josué, por su parte, le dijo a todo el pueblo: «¡Prepárense para presentarse ante Dios! Mañana Dios hará un granmilagroentre nosotros».

6 Después les dijo a los sacerdotes: «Carguen sobre sus hombros el cofre del pacto y salgan; nosotros los seguiremos».

Y así lo hicieron.

7 Dios le dijo a Josué: «Lo que voy a hacer hoy convencerá a todo el pueblo de Israel de que estoy contigo como estuve con Moisés, y te reconocerán comolíder.

8 Diles a los sacerdotes que llevan el cofre del pacto que, cuando lleguen al río, entren al agua y se queden cerca de la orilla».

9 Entonces Josué le pidió al pueblo que se acercara y le dijo:

10 «Dios nos ha prometido que a medida que avancemos, él irá desalojando a todos los habitantes de Canaán.

11 Ustedes verán que el Dios vivo nos acompaña, cuando el cofre del pacto del dueño de toda la tierra cruce el Jordán delante de ustedes.

12-13 Cuando los sacerdotes que llevan el cofre toquen el agua con la planta de sus pies, el río Jordán dejará de correr, y el agua se acumulará como formando una gran pared. Además, Dios ha ordenado que escojamos a doce hombres, uno de cadatribude Israel».

14-16 La gente dejó el campamento y se dispuso a cruzar el río Jordán en el tiempo de la cosecha, cuando el río se desborda a causa del agua que baja de la zona de Adam, cerca de Saretán. Los sacerdotes iban delante de ellos, con el cofre del pacto, y tan pronto como pusieron el pie en el río, el agua dejó de correr y se acumuló. La que corría hacia el Mar Muerto siguió su curso hasta desaparecer. Entonces el pueblo cruzó el río frente a la ciudad de Jericó.

17 Mientras todo el pueblo de Israel cruzaba sobre terreno seco, los sacerdotes que llevaban el cofre del pacto de Dios se detuvieron en medio del Jordán, hasta que todos terminaron de cruzar.